Caminar es para aquellos que no tienen sirvientes.

Me queje en silencio con mi familia, que parecían ser capaces de percibir cuando más ocupada estaba para venir a molestarme. Cansada de todo esto, decidí ignorarlo, por lo que me levanté de la silla, las sirvientas retiraron el cojín que me daba altura extra para estar sentada detrás del escritorio y le pedí a Therrion que ocupara mi lugar. Yo por mi parte me quedé de pie, a un lado.

Cuando una de las sirvientas abrió la puerta, un hombre de cerca de los 40 años entró. Sus ropas elegantes, y estaban hechas a la medida, al mismo tiempo que tenía una larga cabellera rubia que ataba en una cola de caballo que colgaba a su espalda. Por su aspecto tan pulcro, era fácil intuir que llevaba años sin tocar una tijeras de jardinero directamente, ya que más que "jardinero" él era más bien un "Diseñador de exteriores". Pero, al ser más largo, simplemente le llamó jardinero para abreviar. Llame cómo se llame, detrás de él venían dos jóvenes que cargaban cajas llenas de planos y demás.

— de Buenos días Maestro Therrion. Le agradezco enormemente que me diera un poco de su tiempo.

El maestro jardinero hizo un reverencia, y sus asistentes se unieron. Por su parte, Therrion que había ocupado mi lugar simplemente se limitó a asentir, y hacer un gesto para que continúe hablando.

— Se me ha informado que requería una audiencia.

— Si, es solo para informarle que el trabajo ya está próximo a ser terminado. En una semana más estará listo, por lo que usted podrá inspeccionar que cumpla con sus expectativas.

— ¿siguieron todo según mi dibujo?

Interrumpí, intentando sonar lo más inocente que pude, mientras me metía la conversación de los adultos. Al escucharme hablar, el jardinero nota finalmente mi presencia y me sonríe.

— ohh, señorita Leonora, no la había visto.

En eso, el hombre estira la mano y me da dos leves golpecitos en la cabeza mientras sigue sonriendo.

— Quedó exactamente igual al dibujo, pequeña. He de admitir que fue un reto, cuando me contrataron para diseñar un jardín según los dibujos de una niña, estaba esperando lo peor. Sin embargo, quedé muy sorprendido por la precisión y lo detallado del diseño. Tienes un futuro en este campo pequeña, he conocido a personas con un par de décadas en este negocio que no tienen ni la mitad de creatividad de la que me mostraste.

El jardinero siguió dándome leves golpecitos en la cabeza mientras yo sonreía por sus "elogios", sin embargo, por dentro estaba apunto de explotar. Odio que me traten como una niña, pese a que técnicamente lo soy. Detrás de nosotros, Therrion se aclaró sonoramente la garganta, a lo que el jardinero volvió a centrar su atención en él.

— ohh, disculpe. Sea como sea, si me lo permite le haré un par de aclaraciones.

Acto seguido chasqueo los dedos, y sus asistentes colocaron varios planos sobre la mesa, y él comenzó a hacer comentarios respecto a ellos. Habló de lo difícil o interesante que le resultó cierta parte en especial, o como adapto cierta parte de mis dibujos que no se traducía bien a la realidad. Yo por mi parte fingí escuchar por un tiempo, pero al igual que una niña perdí el interés bastante rápido, ya que en realidad, no necesito "comprobar" que ha hecho un buen trabajo, he contratado al mismo jardinero en muchas vidas pasadas para este mismo trabajo y siempre me ha cumplido bien.

Después de unos 20 minutos, terminó de explicar, repitió su promesa de que el trabajo estaría listo en una semana, y él y sus asistentes comenzaron a guardar todo su equipo de nuevo. Al escuchar eso, yo camine a la ventana y le di una pequeña mirada al avance.

Una semana, me repetí a mi misma, ya puedo empezar a moverme.

Al finalizar, el hombre se despidió, y salió de la habitación, y habiéndonos quedado solos otra vez, Therrion se levantó rápidamente y volvió a su lugar como guardian de la puerta. Al verlo actúar así me hizo sonreír. Cómo es obvio, para la inmensa mayoría de los visitantes, sería imposible pensar que una niña pequeña es la máxima autoridad del ducado, eso sin contar que tampoco es tan buena idea que mucha gente sepa de mis "capacidades". Es por eso que interpretamos esta farsa, el se hace pasar por la mano derecha del duque, mientras esté está ocupado con otros asuntos, y recibe a mis invitados al mismo tiempo que repite mis órdenes. Por ahora esto funciona bastante bien, Therrion tiene buenos modales y es un excelente intérprete de mis deseos, sabe bien qué es lo quiero aunque no entienda la naturaleza de la mitad de las cosas que hago. En fin, es un buen sistema que nos funciona, y que únicamente hay una sola persona que no está de acuerdo con él.

Y hablando del diablo, en ese momento tocaron a la puerta, y sin esperar respuesta o aprobación para entrar, ella, mi mejor colaboradora, simplemente se abrió paso.

Irma es una mujer de cuya humanidad siempre he dudado. Su cabello negro siempre está firmemente atado detrás de su cabeza, y levemente oculto bajo a su cofia de sirvienta, y puedo contar con los dedos de la mano las ocasiones en la que la he visto despeinada. Sus ojos azules son fríos, denotando seriedad y dedicación, Irma no es alguien que refleje emociones, y su mirada tanto como su actitud, son estoicas, también he de decir que no recuerdo haberla visto sonreír. Su voz es fría y monótona, a veces me recuerda a la voz de un robot o a un asistente virtual. Sea como fuera, Irma es hermosa, su aspecto es de una mujer más cercana a los 30 que a sus 40, con un porte digno, y la belleza de una mujer en la plenitud de su madurez, sin embargo, la edad real de Irma es un completo misterio. No importa que tan pronto la encuentre, o cuando tiempo pase a mi lado, el aspecto de Irma no cambia, ella no parece envejecer ni un día del aspecto que tiene ahora.

Habiendo entrado a la habitación, ella ignoró completamente la existencia de Therrion, y se paró frente a mí e hizo una reverencia.

— Señorita Croiss, ya es tiempo de la inspección mensual de la mansión, acompañenme por favor.

Antes de darme tiempo siquiera a contestar, ella se da media vuelta, y tanto ella como Therrion se disponen a salir de la habitación, al verlos salir, rápidamente hago sonar una campana. Al escuchar el sonido, una sirvienta de nombre Helga procede a cargarme, y comienza a caminar detrás de ellos.

Tanto Irma como Therrion, caminan con un paso firme y decidido, que me sería imposible seguir con mi cuerpo de 7 años a no ser que corra. Si bien, Therrion no tiene problemas de caminar a mi ritmo, Irma, que valora la eficiencia por sobre todas las cosas, siempre termina quejándose y cargandome ella misma.

— En esta ocasión señorita, hay tres problemas de los que deseo saber su opinión para poder actuar.

Declaró a medio camino, mientras seguía avanzando a un paso rápido y eficiente.

Al poco tiempo llegamos al primer lugar, la cocina principal. Nos detuvimos frente a la despensa e Irma dió media vuelta y me miró a la cara.

— llegamos señorita, ¿Puede ver el problema?

Tras pedir que me bajarán, le dí una larga mirada a la amplía despensa de la mansión, y aunque Therrion y Helga doblaron un poco la cabeza al no saber que mirar, tras un murmullo dije.

— hmm, parece que alguien está robando de la despensa.

Obviamente era imposible ver esto a simple vista, pero era el tipo de problemas que Irma solía reportar, y de no haber ningún otro problema evidente, intenté adivinar.

— El ladrón ya ha sido identificado, solicito saber qué hacer con el.

— ¿quién es el ladrón?

Pregunte en respuesta, pero ante mi pregunta, Irma me miro ligeramente extrañada, casi como si le sorprendiera que no sea capaz de deducir instantáneamente la identidad exacta del ladrón, solo con ver la despensa un par de segundos.

— Me refiero a cual de mis hermanos es el responsable.

De nuevo, estaba adivinando, pero a base de múltiples vidas, he llegado a comprender que si es un caso de robo a la despensa, ella solo solicita mi opinión si el ladrón es de la familia. Habiendo quedado satisfecha con mi respuesta, y entendiendo que quizás haber deducido tanto en tan poco tiempo era poco más que imposible, ella se limitó a contestar.

— Su hermano mayor, señorita. Bueno, no el exactamente, en realidad fue una sirvienta con la que parece tener una relación. Usted me ha dicho que sea "tolerante" con los miembros de su familia, es por eso que deseo saber cómo proceder en esta situación.

— hmm, primeramente, cambien la cerradura y da una plática al personal sobre la confianza y que no deben intentar robar a la mansión, parece que están olvidando un punto tan importante. En segundo lugar, quiero que hables en privado con la sirvienta en cuestión y dale un ultimátum. Investiga su situación familiar, como consiguió el trabajo y quiénes la recomendaron para el puesto, hazle saber si realmente está dispuesta a tirar todo eso por la ventana por una relación que probablemente no llegue a ningún lado, finalmente haz que vuelva a trabajar bajo estricta vigilancia. Y en tercer lugar, con lo que respecta a mi hermano, limitante a hacer una lista de las cosas que robó, y dámela, lo restare de su asignación del próximo mes.

— Entendido señorita.

Ella repite mis instrucciones a otra sirvienta, y detrás de ella, el resto del personal de la cocina estaban tan pálidas como un fantasma. Los regaños de Irma son legendarios, y estoy segura que después de uno, más nadie se atrevería a intentar volver a robar. Cuando terminó de hablar, se dio media vuelta y salió de la habitación, por lo que la seguimos. Pero cuando estábamos por salir, me pareció escuchar un comentario suelto del porque el castigo de mi hermano era tan suave.

Meh, deben entender como funciona el nepotismo.

Siguiendo a Irma, esta vez subimos al tercer piso hasta una de las habitaciones que él desechó humano usaba para llevar a sus amantes, pero antes de que abriera la puerta, revelando quién sabe qué situación, Therrion da un paso adelante y la detiene.

— Madame Irma, no creo que deba mostrarle esto a la señorita Leonora.

Therrion había tocado levemente el hombro de Irma, y por primera vez en lo que llevamos de recorrido, Irma se vio obligada a aceptar la existencia de Therrion, por lo que lo miró fijamente, y si las miradas matasen, este habría caído fulminado en el acto.

— La señorita es mi contratista, y me solicitó que le informara personalmente todos los desperfectos que vea en la mansión.

La mirada fría de Irma era terrorífica, y debido a que seguía en los brazos de Helga, está hizo lo posible por qué sus piernas no cedieran y terminará en el suelo, pero Therrion por su parte, como un viejo donador acostumbrado a la feroz mirada de las bestias más letales, simplemente respondió en completa calma.

— Pero madame Irma, la señorita aun es muy joven, y no creo apropiado para su edad que ella deba vea lo que hay detrás de esa puerta.

Irma estaba por replicar, pero para evitar una pelea entre ambos decido intervenir.

— No entiendo bien que esta pasando, ¿alguien me explica? ¿Qué hay detrás de esa puerta?

Yo pregunté intentando parecer lo más inocente que pude, a lo que Therrion y Helga se quedaron callados, solo Irma conservó la misma actitud.

— Es muy simple señorita Croiss, este el cuarto que vuestro padre utiliza para...

En eso Helga me tapa los oídos y Therrion se apresura a callar a Irma.

— Madame Irma, yo me encargare personalmente de este asunto, por favor, continuemos.

Irma me miró de reojo, y yo asentí levemente, ante eso ella suspiro, y procedió a seguir caminando.

Está vez, el recorrido fue un poco mayor, y me sorprendí cuando salimos de la mansión y cruzamos el patio, mentalmente empecé a considerar posibles problemas que pudieron llevar a Irma a llevarme tan lejos, y cuando llegamos a los límites de la mansión, una de mis posibilidades se cumplió.

Pasando el muro que cubre los límites de la misma, lejos de la entrada principal, pero en un lugar donde tarde o temprano se terminaría por descubrir, alguien había colocado un nidstang.

Un nidstang, es una estaca donde clavas la cabeza de un caballo, es una maldición y un insulto de un significado simple, te maldigo a ti a todo tu clan.

Helga intenta tapar mis ojos y Therrion trata de ocultarlo, pero apartó sus manos y les ordenó apartarse.

— ¿quien es el responsable?

— No he confirmado su identidad.

— Si no conoces al responsable, ¿por qué me lo muestras?

— Creí que la señorita debería estar informada.

— Si no es para castigar al responsable, no me hagas perder mi tiempo Irma.

— Me disculpo por mi error señorita.

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