Después de la boda

**BLAIR**

Los días aquí se estaban haciendo eternos,un día aquí era una eternidad sentía que los minutos no pasaban. Salía de la casa para poder calmar los nervios pero jamás pude salir sola, siempre iba acompañada de un chófer que no me quitaba los ojos de encima.

No había podido salir a buscar un trabajo por qué tenía prohibido tomar cualquier decisión antes de hablar por primera vez con el hombre que se convertiría en dueño de mi vida por todo un año.

Unas semanas más tarde después de la boda, sentí una inquietud horrible, era como tener un nudo en la garganta que no dejaba que absolutamente nada saliera de mi pecho, era prácticamente la misma sensación de cuando Dave murió.

Tenía ganas de llorar pero ni siquiera eso me alivió por completo, tuve que salir de la casa y cuidarme de que nadie me viera y me fuera a seguir a dónde iría, caminé hasta la parte trasera de la casa un lugar que no había visto antes, todo ahí era un lugar arbolado en gran parte, caminé entre los árboles y me aleje lo más posible de la casa cuando sentí que estaba muy, muy lejos pegué un grito tras otro hasta que mi garganta dolió y me solté a llorar por el hecho de no poder controlar lo que estaba sintiendo.

Escuché unos gritos de distintas voces diciendo mi nombre "Señorita Blair " para ser más clara, limpie mis lágrimas y caminé de regreso encontrando en el camino al chófer y a una de las chicas de la limpieza.

– Señora que está haciendo aquí sola.

– Estaba aburrida salí a conocer los alrededores.– Respondí al hombre con calma.

– No vuelva a salir sóla, pida a algún empleado que la acompañé. Además de los jardines el bosque se extiende bastantes kilómetros hasta llegar a la autopista, es muy fácil perderse.

No sirvió de nada todo lo que hice, pero me sentí un poco positiva después de regresar y perderme mirando fotos de Dave y yo, para la hora de la cena me sentí calmada y por fin después de dos semanas pude terminar la cena completa aún que no era muy agradable estar sentada en el enorme comedor completamente sóla mientras los empleados parados al lado me miraban.

**DARÍO**

No era nuevo para mí huir de lo que me daba miedo, era más fácil escapar de los problemas que enfrentarlos.

El mismo día de la boda, salí huyendo de mi casa después de una crisis.

No quería arriesgarme a qué en plena ceremonia volviera a tener otro ataque y echaría a perder mis planes.

–¿ Por qué no te quedas unos días más?

La estamos pasando bien, después de tres años seguimos teniendo química como pareja.

– Nosotros jamás hemos sido pareja, tenemos algo pero no somos nada más que familia. – Le dije a la chica mientras terminaba de guardar mis cosas en la maleta.

– No llevamos la misma sangre, somos familia solo por qué tu tía me adoptó. – Fingí ignorar lo que dijo y continúe con poner mi reloj. – Yo te amo Darío. – La miré inexpresivo y le respondí con toda la calma.

– Recuerdas cuando yo te decía lo mismo.

Te amo Romina, y tú me decías que lo nuestro no podía ser, que la pasamos bien pero que no era tu tipo para algo formal. Yo estaba dispuesto a enfrentar a mi tía por ti.

– Éramos jóvenes, no teníamos los mismos intereses ahora ambos somos profesionales, tenemos nuestros patrimonios y nuestros padres están muertos, ya podemos estar juntos.

– Me casé romina.– Solté como golpe final.

Y mientras salí de su departamento la tenía detrás mío hablando y pidiendo una explicación que no pensaba darle, hasta que llegue al coche que me llevaría al aeropuerto, lo único que hice antes de subir en él fue dar media vuelta para despedirme de Romina con un beso suave en su mejilla.

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