Darío
Estuve de mal humor y con dolor de cabeza durante toda la reunión, y el resto de la mañana.
Lola no debió mencionar lo de mi enfermedad. El resto del día tuve que saturarne de trabajo para no llenar mi cabeza con cosas del pasado. Por más que intente concentrarme en el trabajo me fue inútil, regrese a casa más temprano de lo normal, la cena ni siquiera estaba preparada y estaba bien por qué no tenía apetito. Lo único que quería era ducharme y meterme en la cama. El dolor era insoportable pero gracias a una pastilla que tome pude quedarme dormido casi enseguida.
**Blair**
Me desperté por los gritos de Emma. Tome la primera ropa que encontré y salí corriendo de la habitación pensé que le había pasado algo.
– ¿Que pasa? ¿ Por qué gritas, estás bien? – Pregunté preocupada apenas vi a Emma.
– Blair!!! eso que está tirado en piso¿ Es un presevartivo? Usado!!!
Mierda!!! – Me dije a mi misma cuando vi que si era lo que Emma dijo, mi cara ardió de vergüenza y lo único que pude decir es que, limpiaría todo, y mientras fui a la cocina a buscar una servilleta para levantar el preservativo.
– Está bien. No estoy molesta, al contrario estoy feliz por qué me hiciste caso y por fin te cogiste a un chico.
– Orgullosa!! te das cuenta de lo que dices Emma. Hice una estupidez, apenas conozco al tipo.
– Y que? estas en Nueva York Blair, no conoces a muchas personas. ¿ Dime estaba bueno, es guapo? dime algo como se llama, como es físicamente.
Es guapísimo y el mismo Dios del sexo. – Dije para mí y luego le respondí a Emma.
– Es un chico normal, nada especial. Además estoy molesta contigo, dijiste cosas muy hirientes ayer.
– Ya se. Y lo siento, pero también tu fuiste muy cruel.
Hice un gesto de arrepentimiento y Emma me extendió los brazos para abrazarme.
Los dos días seguientes ni Emma ni yo tuvimos ninguna cita en la agencia así que aprovechamos para salir a comprar el super y para hacer limpieza a fondo en el departamento. Mi trabajo en el bar no requería mi presencia solo tenía que ir uno o dos días por semana para hacer cuentas y esas cosas.
Emma estaba por irse ala agencia cuando estaba saliendo me habló diciéndome que me buscaban, fruncí el seño dudando por qué nunca nadie me buscaba.
Cuando vi a Darío afuera del departamento mis ojos se abrieron como platos, y es que no pense, bueno no creí posible que el fuera a regresar y menos a buscarme. Su estúpida pero perfecta sonrrisa al ver mi cara de asombro.
– Hola Laura.– saludo en un tono agudo.
– ¿ Que haces aquí?– No respondí el saludo y pregunté sin prestar atención a Emma que estaba parada entre Darío y yo.
– Vaya hace un par de noches dormí aquí y ahora me dices que, que ago aquí.
– Que!! espera¿ Tu eres el chico que dejo los condones en mi sala?
Darío miró serio a Emma y luego de unos segundos empezó a formar lo que es una media sonrisa y se encogió de hombros.
– Me disculpó. Salí corriendo a una reunión muy importante, no tuve tiempo de limpiar el desorden. La próxima vez prometo quedarme asta que todo esté en su lugar. – respondió de lo más divertido.
– Oh!! no está bien, pregunté por qué quería estar segura de que eras tú. Bueno tengo algo de prisa, te quedas en tu casa. Nos vemos más mañana bla... – La interrumpí antes de que terminara de decir mi nombre. Darío no conocía mi verdadero nombre, para el soy Laura y no tenía por qué saber quién soy.
– Que grosera, es de mala educación correr a alguien sin duda terminé de hablar.
– Emma tenía prisa. ¿ Entonces que haces aquí?
– Tuvimos sexo. Vengo a invitarte a tener una cita. – Dijo caminando más adentro del departamento.
– Fue solo sexo, no es necesario esto.
– ¿Solo sexo?– Cuestionó elevando una ceja. – Creí que teníamos algo, bueno más bien pensé que tendríamos algo.
– Yo... me deje llevar, somos diferentes no creí que alguien como tú confundiría las cosas.
– ¿ Diferentes? ¿ En qué sentido somos diferentes? – Volvió a cuestionar con el mismo gesto y con seriedad.
– No es obvio. Tu eres una persona importante, yo soy solo una chica común, con un trabajo común, una vida común.
– Ey eso se llama discriminación. ¿Me estás rechazando por ser millonario? – Negué y resople.
– Bbfff. – bufé y intente ser más clara.
– Darío no podemos seguir saliendo por qué estoy enamorada de alguien. – No vi expresión en su rostro, en cambio volvió a dar una respuesta necia.
– Jamás pregunté si estabas enamorada. Solo vine por una invitación a cenar.
– Bueno, pues no acepto. No quiero salir, no quiero una cita y no quiero que vengas a buscarme más.
– Deacuerdo.
– Ya que estamos claros, te puedes ir tengo que trabajar.
– Trabajar, ¿ De noche?
– Si , ahora por favor vete. – Dije sujetando la puerta y señalando la salida con mi mano.
Apenas cruzo la puerta la cerré asotandola. Bufé cansada y me encaminé a mi habitación para revisar las cuentas que me había encargado Jonh.
Pensé que sería difícil concentrarme debido ala visita de Dario, pero realmente no le tome mucha importancia, rápido lo saque de mi cabeza y pude hacer mi trabajo.
Si soy honesta. Pensé que meterme con Darío en vez de sacarlo de mi cabeza solo me lo metería más, pero realmente funcionó, Darío fue como una tentación, desde que estuvimos juntos el se esfumó de mis sueños.
Hoy tengo que salir a una subasta con un hombre, cuando salí del edificio frente a mi se estacionó un coche negro, pensé que era el tipo con el que saldría puse mi mejor sonrisa, sonrrisa que se borró cuando vi que Darío bajo del auto.
– ¿Me estabas esperando?
– Negué. ¿Que haces aquí?
– Pasaba por aquí y quise saludarte. Pero como veo ya vas de salida.
– Voy a trabajar.
– Así de hermosa¿ Pues en qué trabajas?
– No es tu asunto.
– Bueno, venía a invitarte a cenar pero veo que hoy no se podrá. ¿ Mañana puedes?
– Darío!!! entiende no quiero salir contigo, deja de insistir.
– Lo ciento. No es mi estiló rendirme tan fácil. Voy a seguir insistiendo.
Negué enojada y el mantenía la misma sonrrisa, sonrrisa que llegó el turno de borrar cuando un auto lujoso se paró justo enfrente de el de el y bajo un hombre joven y elegante, me miró después a Darío y dirijio su mirada asta a mi.
– Laura Waist?
– Por fin llegas, podemos irnos. – Caminé en dirección del hombre y me sujete de su brazo y le dedique una sonrrisa. El hombre me miró confundido pero entendió lo que tenía que hacer. Me sonrió también y me abrió la puerta del auto y me indico que subiera.
Pude mirar por el espejo la cara de desepcion de Dario, y no se por que me sentí mal, pero es que no tenía sentido lo que el estaba haciendo. No conocía nada de mí, por qué su insistencia conmigo.
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Updated 24 Episodes
Comments
Isabel Carim
yo estoy apasionante por Dario así me gustan los hombres.
2024-09-26
0
Marshaan Sanchez
jajajaja cochino
2024-06-01
0
Mar
más capítulos porfa 🙏
2023-09-07
0