CAPITULO # 5

ISABEL......

...VIGILADA, EMBARAZO...

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Al día siguiente, me levanté como si no fuera a ir para ningún lado, Milán al verme me dio los buenos días, me invitó a qué lo acompañará a desayunar.

 Con recelo recibí la invitación, pero no me senté a su lado, sino al lado opuesto, suspiro, no quería discutir tan temprano, pero se veía que iba a ver interrogatorio.

Milán _ Isabel, ¿a dónde fuiste ayer tan temprano?.

Isabel _ mmmm, fui a comprar pintura y adornos para la casa.

Milán _ pero veo todo idéntico.

Isabel _ llega, entre hoy y mañana, y ya tengo un cuadro que comencé ayer.

Milán _ De ahora en adelante, que salga de la casa es un chófer que te llevará a todas partes, cualquier cosa que necesites, también va a estar a cargo como de tu seguridad.

Isabel _ no, lo creo necesario.

Milán _ por Dios, cuando abra un día que hagas todo al pie de la letra. Como te lo digo.

Milán, se levanta de la mesa tirando los cubiertos, me asusté, pensé que me iba a pegar, cerré los ojos, cuando oigo el sonido de la puerta cerrándose.,

En seguida salgo, corriendo a mi habitación para cambiarme. Cuando salgo la empleada me está esperando en el corredor.

Empleada _ señora, tenga cuidado, creo que el señor la dejo al conductor para vigilar lo que usted está haciendo.

Isabel, le dio las gracias y salió del apartamento y efectivamente, lo probó para que la llevara al centro comercial, disimuladamente el mandaba WhatsApp, después fue al salón de belleza y ocurrió lo mismo, decidió cancelar la cita con psicóloga.

Cuando llega al apartamento, ya era casi la hora del almuerzo, decidió cambiarse de ropa más cómoda y pidió al chófer subir los paquetes y comenzó a organizar todo lo que trajo para darle una vida diferente y alegre en el apartamento.

Milán, llegó puntual a la hora del almuerzo. Pero con una actitud déspota.

Milán _ Isabel, se que fuiste a buscar las compras y al salón de belleza, pero no usaste ninguna de mis tarjetas.

Isabel _ Milán, no me has dado ninguna de tus tarjetas, y tengo tres mías, así como tú aportas al apartamento, yo también puedo hacerlo.

Milán _ sabes, se me fue el apetito, hoy llegó tarde.

Así que llegó tarde y tomado comenzó a tocar la puerta, cuando llegó me asusté y me encerré en el baño, me quedé dormida abrazando en el piso, así fueron pasando los días y cada vez que el llegaba tarde era lo mismo.

Habían pasado los días y no sabía cómo ir a mi cita, y saber los resultados de los exámenes, ya que el chófer, no la dejaba sola ni un minuto a solas.

Ese día tenía que hacer todo lo posible para ir a la cita, no podía dejar de tener pesadillas, tomándome el medicamento tenía que desahogarme, con alguien, ya que mi amiga nunca más la volví a ver mis abuelas los veía, muy poco ya Milán eso también le molestaba, me volví como el jarrón más preciado y a la vez con más cicatrices.

Tome mi bolso era más grande de lo normal, mi empleada siempre estaba pendiente y preocupada.

Decidí cambiar de lugar y me fui a un spa que iba cuando estaba en la universidad, mi chófer quería ingresar pero le detuvieron el paso, ya que era solo para mujeres, le tocó esperar afuera del establecimiento, lo vi enviando un mensaje, en el lugar todo me conocían y decidí pedirles el favor que me ayudarán a salir por la parte trasera del local, pague mi sección de spa todo incluido, me cambié de ropa, salí tome un taxi, al llegar a la clínica, la recepción me dejó pasar enseguida, por que había avisado que iba en camino y era urgente.

Psicóloga _ hola, busca el sitio donde te sientas más cómoda, y dime qué quieres hablar, hoy tú puedes decidir.

Isabel, me siento en un sofá cerca de la ventana, ese lugar le dio paz, comencé a relatar, todo lo que le había pasado en mi niñez, la perdida de sus padres, el amor incondicional de su hermano, hasta el matrimonio, cuando llegó el momento de la fatal noche de bodas mis lágrimas brotaban solas por sus mejillas. Cuando vi a mi psicóloga brindándome un vaso de agua.

Psicóloga _ ¡esto no es fácil! y no es de la noche a la mañana, será mejor que lo dejemos para mañana.

Isabel _ no por favor, mi esposo sabe todos los pasos que doy, se que no le gustará que cuente lo que pasó la noche de boda a otras personas.

Psicóloga _ tu esposo, es un machista. Suspiro es tu decisión, pero si no puedes seguir no te esfuerces.

Isabel, respiro varias veces y comenzó a relatar todo lo que pasó en esa noche y los días siguientes, su psicóloga no me interrumpe en ningún momento. Le da una taza de chocolate.

Psicóloga _ ¿qué sientes? ¿Cuándo lo miras o intenta tocarte?.

Isabel _ ¡asco! , ¡odio!, dormimos en cuartos separados.

Psicóloga _ ¿tú ya no lo amas entonces? O ¿nunca lo amaste?.

Isabel _ no lo amo y creo que mi amor Fue pura ilusión.

Psicóloga _ bueno te tengo una noticia no sé cómo lo vayas a tomar pero, los exámenes salieron muy bien no tienes ninguna enfermedad de transmisión, pero la prueba de embarazo si salió positiva.

Isabel _ se levantó de un salto, ¿estás segura?.

Psicóloga _ si estos exámenes no tienen duda y te saque una cita con mi colega que es ginecóloga para que te haga una ecografía el día de hoy y así podemos saber cuánto tiempo tienes. Si decides interrumpir el embarazo estás en tu derecho la ley te respalda, por qué te sucedió con tu esposo es un delito por qué te obligó y lo hizo sin tu consentimiento eso es abuso sexual.

Isabel, toca su vientre, ¡No! Él no tiene la culpa de venir al mundo.

Psicóloga _ ¿vas a seguir tu matrimonio por tu hijo?.

Isabel _ creo que mi hijo, puede cambiar nuestra relación,_ mmm voy a darle la sorpresa hoy en la tarde.

Psicóloga _ si esa es tu decisión, la respeto, pero siempre estaré aquí para escucharte o ayudarte. O pueden hacer terapias de pareja.

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