CAPITULO #2

ISABEL.......

...El PRIMER DESACUERDO Y NOCHE DOLOROSA...

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cuando tuvimos tiempo fuimos a ver todo lo relacionado, con la recepción de la boda, escogimos el menú, así como el postre y los pasabocas.

 teníamos que adaptarnos a la agenda de Milán, por qué su padre, decidió darle el poder de su empresa al ver que su hijo asentó cabeza al casarse.

Mi suegra, está más emocionada, que ya me está pidiendo nieto, al primer año de matrimonio.

Milán, no está de acuerdo en que todavía , tengamos bebé, me entristece ya que no veo la hora de casarme y tener una gran familia llena de amor y felicidad.

pasaron los días y fue el primer desacuerdo que tuvimos por que el quería el pastel de vainilla, que es su sabor favorito, pero yo soy alérgica a la vainilla y la pedía de chocolate.

El pastelero al ver que no, nos poníamos de acuerdo, decidió intervenir dando la opción de dos pasteles al mío lo decora con flores y el de Milán con corbatines, quedamos encantados con esa idea.

El vestido de boda,lo fui a supervisar con mi abuela y mi suegra, aquí llego otra desacuerdo pero fue entre mi abuela y suegra tienen gustos diferentes , la diseñadora decidio intervenir, diciendo que ese día era muy especial para la novia no para los familiares.

decidió preguntar cada detalle que yo quería ver en el vestido, como color en encajes o sin mangas, me dió muchas opciones y así hizo el boleto a mi preferencia, estaba encantada con el resultado.

Nada más nos quedaba faltando la recepción y la iglesia.

Mi amiga Maira, vino llorando hoy a mi casa, estaba muy triste por que el hombre que ella ha amado desde su niñez se va a casar.

le permití que se quedara en mi casa, hicimos una pijamada, comenzamos a ver películas, comimos helado, chocolate, todo fue una locura.

Milán, ha estado muy ocupado y casi no tiene tiempo para mí, el me dice que al estar casado es más fácil para los dos.

No veo la hora de que llegue ese gran día.

pasaron dos meses, hoy estaba midiendo el vestido mi amiga Maira me está acomodando, ya que mi abuela decidió no venir para no pelear con mi suegra.

Mi amiga al ver el vestido, quedó encantada, hasta me pidió permiso en medírselo, no lo dude y así lo hice.

Maira _ amiga, creo que se me ve mejor a mi que a ti, sin ofender ya que eres muy bajita y yo más alta, creo que tienes que bajar de peso, están muy gordas.

Diseñadora _ señorita, está mal la señorita Isabel aunque no es súper alta como usted, tiene unas medidas perfectas para su estatura.

Maira _ no se metiche y muy poco profesional al involucrarse en una conversación ajena.

Diseñadora _ disculpé pero es la verdad, señorita tengo otra cita, con otra clienta en media hora, quiero saber que retoques tengo que hacer.

Isabel _ no te preocupes por mí está muy bien, y mí amiga está loca, ignore sus groserías, ya me lo voy a medir mi vestido.

Maira, en el vestidor no dejaba de hacer pucheros y quejarse todo el tiempo, de la diseñadora. A veces sentía que me ofendía en la forma de expresarse.

Al colocarme el vestido, me quedaba espectacular, no tenían que hacerle retoques, salí muy contenta.

Paso el tiempo en un abrir y cerrar de ojos y llegó en el momento más esperando la boda, estaba súper feliz, aunque a veces tenía miedo de dar este paso importante.

Milán ha estado muy distante, en las dos últimas semanas solamente hablamos por teléfono, 15 minutos era mucho.

Mi abuela, me aconsejo meditar lo que estaba haciendo, si no estaba segura de mi decisión, que mi felicidad era primero, estaba a punto de hecha todo a tras pero mi amiga no dejo y mi futuro esposo me mandó un ramo gigante de flores.

La boda fue en una capilla muy pequeña pero, a la vez muy cálida y sencilla, nunca me gustaba presumir.

Al entrar a la iglesia, fui acompañada por mi abuelo, estaba Milán muy hermoso con ese esmoquin a la medida, tenía una sonrisa en sus labios pero sus ojos no me decían lo mismo me detuve, un momento los pasos, cuando lo veo enfrente de mí estirando me la mano, no sabía que hacer, todos nos miraban, con un suspiro tome su mano y termine de llegar al altar.

El sacerdote, comezón con la ceremonia, por petición de mi esposo el padre dio una reflexión y comenzó a preguntar si aceptamos uno al otro, iba a decir mis votos pero Milán no me dejó, al sellar el matrimonio con un beso.

Le pregunté mil veces que pasaba, que le ocurría pero no me contestaba, llamamos a la recepción y siguió igual hasta que el encargado del evento invito a los novios a bailar Milán se negó, y mi abuelo me dio el honor de acompañarme a abrir la pista de baile.

Milán, se disgustó, por no quedarme en el puesto que me corresponde, intento levantar a saludar a mis amigos, pero me tomo de la mano y me jalo tan fuerte que me senté y me quedé dónde le me dijo.

A los minutos llegó nuestra amiga Maira, y Milán la saco a bailar, mientras me quedé sola en la mesa viendo divertirse, mi abuela desaprobó esa actitud de" mi esposo", se escucha muy lindo oírlo de esa manera.

De un momento a otro, no los vi más esos eran ellos, todo el tiempo, cuando me estaba quedando dormida en la silla, un ex compañero de la universidad me invitó a bailar y correspondí, en medio de la pista sentí que me apretaron con fuerza en antebrazo, giro a mirar quien me trata así y es Milán.

con sus dientes apretados me dice, se acerca a mi oído _ ya estás de zorra y ofrecida_ Milán ._ me paralice nunca me había hablado de esa manera, sentí una aroma en el muy particular pero lo ignore, negué con la cabeza y quince darle explicaciones pero me saco de la recepción.

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