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Cuando abrí los ojos lo primero que oí fue el llanto de un infante, ni bien lo escuche lo primero que se me vino a la mente es el no poder creer que existían unos padres tan horribles que dejaban llorar a su bebé como si nada.

Cansada de escuchar su llanto trate de ver de dónde provenía el ruido pero para mí sorpresa me di cuenta que no podía moverme y mucho menos hablar asustada de lo que me pasaba trate de agarrar algo pero era imposible; justo ahora no podía hacer nada, me llevo algo de tiempo darme cuenta que actualmente no me encontraba en mi cuerpo si no en el de un bebé y también me ayudó el último recuerdo que tuve ya que parece que morí asesinada por un ladrón solo por no dejar que me robe el celular, al recordar eso solamente quise llorar y decirle a mi antiguo yo que no importaba el celular, cansada de oir llorar a aquel bebé, llore también tratando de hacer el máximo ruido para que algún adulto se acerque para atenderlo pero por más que llorara no surtía efecto.

Con el transcurrir creo de los días porque gracias al lugar en que estaba no podía saber si era de noche o de día, ni siquiera sabia cuál era el lugar en donde me encontraba sinceramente.

Pero dejando eso de lado me di cuenta que cada cierto tiempo venía una mujer malhumorada que nos trataba horrible ya que no tenía paciencia para alimentarnos y mucho menos cambiar nuestros pañales, hasta creo que morire si sigo recibiendo este horrible trato, pero sin poder hacer nada solo lloraba me sentía inútil por haber reencarnado en un bebé y mucho más al ver la situación en la que me encontrada, disgustada solo lloraba.

Pero la diferencia con otras veces fue que esta vez no apareció esa horrible mujer si no que escuche varios pasos, al sentir que había un rayo de esperanza llore con más fuerza como si mi vida dependiera de ello y si soy sincera mi supervivencia depende en que me revisen ya que no me sentía muy bien.

Cuando llore lo más fuerte que pude me di cuenta que una de las personas grito que me callara, asustada por su horrible voz quise hacer silencio, pero creo que me asuste tanto que ahora de verdad estaba llorando.

Preocupada de lo que me podría pasar trate de hacer silencio pero no podía así que esperando mi final cerré mis ojos fuertemente es ahí cuando sentí que alguien me cargo suavemente y me trató de calmar pacientemente, pero a pesar de sus intentos no pude calmarme ya que el hambre y el dolor me estaban haciendo comportar como un verdadero bebé perdiendo la razón.

A pesar de mi llanto escuche que el hombre de la horrible voz le dijo a la otra persona que me entregué, ya que él se encargaría de callarme para siempre, al escucharlo me asuste aún más y comencé a llorar mucho más fuerte, es ahí cuando por fin pude escuchar la voz de la otra persona dándome cuenta que era una mujer.

La mujer estando molesta le pregunto al hombre si se creía más importante que ella y le dijo que si valoraba su vida sería mejor que se callara, ya que su voz la hacía enojar, el hombre asustado dejo de hablar y se tiró al piso exclamando ¡O gran princesa de la casa Quivera Isabel! Perdóname.

Fue cuando me di cuenta de todo...

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