CAMERON (CAP. 9)

18 AÑOS

Lo más difícil que viví, fue enterrar a mi hermanita, sabiendo que le había fallado. No la pude proteger.

Lo segundo más difícil que viví, fue encontrarme con Martín y decirnos adiós.

Apenas terminó el beso, solo me alcanzó el aliento para decirle que se mantuviera alejado. Después, con las justas podía respirar de tanto llanto.

Y eso solo avivaba mi perdida. Mi Arlene era la única que podía consolarme.

Todo era un círculo vicioso, del cual no podía escapar.

Esa misma noche, hace 4 años, les dije a mis padres que mi escuadron de 25 niños y niñas, y yo, nos iríamos a un internado militar en Alemania. Necesitaba que ellos se encargaran de todo el papeleo pertinente.

Al mes, todos ya estabamos en el campus.

Conforme pasaba el tiempo, mis padres me contaban como iba la situación en US.

Parece que los exiliados, liderados por Dugan, volvieron al bajo mundo; compartiendo trabajo con los Lonergan.

Poco a poco, la situación se estaba volviendo más peligrosa.

Pasaron los años y cada vez nos acercábamos mas a la graduación, para después buscar universidad.

Cuando terminamos, regresamos a Portland y nos llevamos una mala sorpresa al bajar del avión.

Vemos a Dugan con 10 hombres, esperando en la salida.

- Todos, súbanse los cuellos de sus chompas o ponganse chalinas. No quiero que los reconozcan.

Dugan, al ver de lejos que todos empiezan a taparse el rostro, se pone nervioso por la cantidad de personas que son.

- Parece que las escorias quieren morir. No se preocupen, no me hago de rogar. Agachen la cabeza y esperen mi balazo.

Los 11 tiemblan por mis palabras.

^ Sobrina, no digas eso. Solo veníamos a acompañarte.

- Para ti y tu séquito, soy jefa Lovett. Realmente espero que no estés usando mi apellido en tu travesía por lo bajo.

^ ¿Puedes venir en silencio? Hay mucho de qué hablar.

- El único viaje que haré contigo será cuando te lleve al infierno.

Veo como los 10 esbirros ponen sus manos en sus armas.

- ¿No tienen verguenza? Sus padres, aunque nadie los culpa, mantienen las cabezas gachas por uds. Y encima se atreven a querer levantar las manos contra mi, siguiendo órdenes de quien no supo agradecer el amor y cuidado que recibió como hijo de la familia principal.

Los 10 miran a Dugan y ponen sus manos detrás de su espalda. Me acerco a Dugan y susurro.

- Me has quitado todo lo que me importaba, no te metas en mi camino, porque no importa quién te cuide la espalda, te mataré.

Se queda helado y me voy. Nos subimos en 7 suvs y vamos para el hotel.

Me entero que mis padres tuvieron problemas con no verse inmiscuidos en el bajo mundo, ya que Dugan seguía usando nuestros recursos. También, me dijeron que contrataron a un hacker para cuidar la información digital de la familia. Estuve con ellos cuando llegó al hotel.

Creo que todos nos quedamos sorprendidos al ver a una chica, unos centimetros mas baja que yo, que caminaba como si el lugar le perteneciera.

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