CAMERON (CAP. 4)

CAMERON 10 AÑOS

No sé por qué me siento nerviosa. Bueno, sí, lo sé, pero no debería. El es un chico de 14 años, no hay forma de que se fije en una niña de 10. Miro a Arlene, que está jugando en su corral.

- ¿Qué debería ponerme, Ar? Quisiera que se fije aunque sea un poco en mi.

Le susurro, no vayan a tener oídos las paredes.

** ¿Qué dijo mi princesa?

Volteo y veo que se acerca mi tio Dugan, voy corriendo hacia él y lo abrazo.

- Tío, ¿cuándo volviste? Desapareciste 2 años.

Formo un puchero y el me peñizca suavemente una mejilla.

** Fui de aventura, cariño. Hoy iré a la fiesta. Ahora, alistate rápido que dentro de poco nos vamos. Hablamos mañana con tranquilidad en el desayuno.

Besa mi cabeza, le manda un beso volado a Arlene y se va.

- Ufff felizmente no nos escuchó. Tío sería de los primeros en prohibir mi amistad con Martín. Guárdame el secreto, Ar.

Elijo un vestido sencillo, que no me haga ver tan niña.

Bajo y nos vamos.

Al entrar al salón, empiezo a buscarlo. Después de unos segundos, doy con el dueño de los frenéticos latidos de mi corazón.

- Bueno, ya hice acto de presencia. Ahora me voy al jardin. Nos vemos al rato.

*- Ten cuidado, cariño.

- Siempre lo tengo, papi.

Me voy alejando y le guiño un ojo a Martín.

Llego a nuestro lugar y acomodo mi falda. Quiero pasear por el laberinto mas alla de la pileta, pero de la mano con Martín. Me tapo la cara, por esos pensamientos.

Siento unas manos cálidas rodear mis muñecas, y ahí está él. Baja mis manos, pero las mantiene juntas a las suyas.

* ¿Estás bien, cherry?

Me mira preocupado y mira mi cuerpo buscando si estoy lastimada.

- Estoy bien, solo me sentí un poco cansada.

* No me asustes así. Quería ir a caminar al laberinto, pero si estás cansada nos quedamos aquí.

Suspira aliviado y luego me regala una sonrisa. Estoy a punto de aceptar, cuando recuerdo que quiero caminar con él.

- No, está bien, vamos a caminar. Sería lo mejor, ya que ahora vino con nosotros mi tío y no nos vaya a sorprender.

* Ok, vamos.

Se levanta y solo suelta una de mis manos. Me quedo viendo nuestras manos juntas y se siente tan cómodo. Alzo la mirada y veo lo cerca que está.

* El camino es irregular, sería bueno ir así por si uno pierde el equilibrio y se cae.

Dirige su mirada al frente y su rostro está rojo. Suelto una pequeña risa. Ninguno perdería el equilibrio, lo tenemos bien desarrollado.

- Tienes razón.

Vamos caminando y vemos una pileta pequeñita con un banco al frente. Me lleva hasta ahí y nos sentamos.

* Cherry, nos conocemos desde hace dos años, pero aunque solo hemos hablado un pequeño puñado de horas, me siento muy bien a tu lado. Es mas, antes odiaba esta fiesta y ahora cuento los días para que llegue. Eres mi mejor amiga. Por eso, quisiera que aceptes esto.

Su mano va hacia el interior de su blazer y saca una pequeña cajita larga de terciopelo rojo. Mi corazón tamborilea tan fuerte que seguro me escuchará.

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