Capítulo 14

Enrique quedó preocupado, por lo de Alejandra, sabé que ella no lo tome bien cuando la corto y pensó que debe hablarle a su princesa lo que ocurrió con ella, pero tiene miedo de perderla, pero ellos terminaron, antes de que él comenzar a andar con ella, es pasado. Eso su princesa debe entender, que él tiene un pasado antes de tener una relación con ella. Pero igual se sentía nervioso y por primera vez, se arrepintió de haberse convertido en un casanova para olvidarla, porque solo por eso lo hizo para arrancarla de su cabeza y de su corazón que siempre le ha pertenecido a ella y con eso en mente no pudo dormir más. Se paró y se pudo hacer ejercicio para despejar la mente.

Despues de varias horas, se metió a la ducha para asearse, debia arreglase e ir a la prepa, aunque no tenía muchas ganas de asistir.

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Carmelo se dispuso a bañarse, cepillarse los dientes, se cambió para esperar a su mamá, ya listo, bajó hizo café para esperar a su madre.Justo a las 6 sintió la puerta abrirse vio a su madre llegar con unas ojeras y una cara de cansada que se le notaba a leguas, ¿cómo no amar a esa mujer que se sacrifica así por él?.

Carmelo: buen día, madre Bendición, ¿cómo te fue?.

Carmen: hijo, que susto dios te bendiga, ¿qué haces despierto a esta hora?.

Carmelo: ¿quieres café?, esta recién hecho.

Carmen: si, pero no respondiste mi pregunta ¿qué haces despierto tan temprano?

Carmelo: te estaba esperando ven siéntate que tenemos que hablar.

Carmen: ahora que quieres.Carmelo: madre, sabias que soy un hombre lobo.

Carmen: (con cara de asombro y nerviosa) no, ¿de donde sacas eso?.

Carmelo: Es que cuando cumplí 15 años, empecé a escuchar una voz en mi cabeza, que me decía que era mi lobo, me asusté mucho pensé que era mi conciencia y le dije pepito grillo, jajaja se enojó mucho me dijo que se llama Axel y es mi lobo.

Carmen: ¿por qué no me dijiste nada?.

Carmelo: pensé que diría que estaba loco y no quería darte más preocupación.

Carmen: mi amor no importa lo ocupada que este, siempre voy a estar allí para ti.

Carmelo: gracias madre te amo, pero ¿porque no veo cara de sorpresa en ti cuando hablo de lobos?, ¿mi papa era un lobo verdad?.

Carmen: sé que existen especies distintas a los humanos, pero nunca pensé que mi propio hijo fuera un lobo, no sé si tu papa era un lobo nunca me lo dijo, pero cuando tuve tu edad tenía un amigo que era lobo, su lobo acaba de despertar y el esperaba con ansias su transformación y conseguir a su mate, yo estaba enamorada de él pero,  el solo me ofrecía una amistad , pero sus padres se mudaron 1 año antes de su transformación, él me dijo regresaría que cuando la tuviera y si no la conseguía iba a viajar por el mundo buscándola.

Yo en mi inocencia, le pedía a Dios que yo fuera su mate y que el regresará a mí, pero nunca volvió me imagino que la consiguió y se olvidó de mí.Sé que pueden pasar años buscando a su mate y hasta que no la encuentre no se sienten completos.

Después de que él fue sentí mal, como vacía sabes pero entendí que él tenía que seguir su camino y conseguir a su mate y yo debía esperar que me llegara un hombre que me amara, así como un lobo ama a su mate, es el amor más puro que puede haber. Creí encontrar ese amor con tu padre pero me duro muy poco.

Carmelo: si vieras a tu amigo de nuevo y él aún no hubiese encontrado aún a su mate, ¿tendrías algo con él?.

Carmen: Corazón que cosas dices.

Carmelo: jajaja mami, veras que si encontraras a ese amor de lobo aunque no seas unas, te amo mami con todo mi corazón.¿Sabes que enrique él y su mamá también son lobos.?

Carmen: no, pero vamos a dormir que tengo sueño.

Carmelo: anda mami, yo preparo el desayuno y luego me voy a estudiar.

Carmen subió y soltó el llanto qué tenía retenido, susurando dijo, perdón hijo por no decirte la verdad, pero aún no es tiempo, es mejor que sigas pensado que tu papá era un lobo. Después de un rato de llanto se metió a bañar para colocarse un pijama para dormir, tenía guardia en la noche nuevamente.

Mientras Carmelo desayunaba recibió un mensaje de Enrique que iba en camino, se arregló y bajó corriendo.

Enrique tocó la corneta y Carmelo salió y se subió.

Carmelo: ¿como estas amigo?, ¿y esa cara de trasnochado?, no me digas, ¿te fuiste de rumba anoche?.

Enrique: (suspiro y con cara de enamorado) no mejor que eso, anoche hable con mi princesa mimada.

Enrique le iba contándome a su amigo lo que había, la conversación de su amada cuando de pronto cambio de un tonto enamorado a tonto ansioso.

Enrique: necesito un consejo.

Carmelo: Si es de amor, sabes que mi experiencia en eso es nula

Enrique: tú crees que debo contarle a mi princesa mimada de todas las conquistas que tuve antes que ella.

Carmelo: no sé lo hás dicho.

Enrique: no, es que me da miedo que se aleje de mi por eso, qué vaya a pensar que ella es una más.

Carmelo: pienso que si deberías contarles de todas esas chavas que estuviste antes, igual son pasado y ella tu presente o ¿no?

Enrique: claro que sí, ella es mi presente y si la diosa quiere, mi futuro también y pero tengo miedo de me rechace.

Carmelo: y si no lo hace

Enrique: es que, la última de esas tantas, es su amiga y fue hasta unos dias antes que nosotros comenzáramos.

Carmelo: te recomiendo que mejor se los digas tú, antes de que su amiga, se lo cuente a su manera.

Enrique: bueno voy a pensarlo.

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