Capítulo 4. Muertos.

Cuando Jon Lu cayó al suelo, Julia sintió que su corazón dejaba de latir poco a poco, sintió un dolor penetrante que la hizo estallan en un sudor frío.

Cuando cayó al piso, muerta.

La sala estaba en caos ambos estaban muertos.

Cuando Julia abrió los ojos estaba otra vez en La habitación blanca el templo del destino el Dios del destino la miraba con enojo antes de que Julia pudiera decir algo gritó:

“ No hace ni diez minutos que te fuiste que haces aquí” el Dios del destino no pudo evitar gritar

“Te lo advertí, te dije que si el moría tu también, ¿Qué tienes en el cerebro?, ¿moscas?”.

El Dios del destino estaba furioso, casi le daban ganas de destrozar el alma de Julia, pero se calmó, apretó los dientes y dijo: “ en que estabas pensando 023”.

Julia lo miró pensativa y después de un rato dijo: “ No lo pude evitar, cuando vi su rostro mi cuerpo lo atacó”. En su corazón se sentía muy culpable.

“ Lo siento se que me diste otra oportunidad, pero ahora estamos a mano , vida por vida a pago su deuda conmigo, lo que pase después ya no importa.”.

“No, soy una malagradecida, gracias por ayudarme, ahora si ahí un castigo estoy dispuesta a tomarlo en tu lugar” la sonrisa de Julia era deslumbrante.

El Dios del destino estaba al borde de la locura, había ayudado a tantas personas, cada una de ellas hacían todo lo posible por vivir pero esta mujer que hizo desperdicio la gran oportunidad por venganza y lo peor de todo es que logró su venganza.

Lo bueno era que había caos en el mundo por el virus H1N1, mucha gente estaba muriendo, en varias partes así que nadie le ponía atención, si lo descubrían esta vez sería castigado con 1,000, 000 millón de años de reclusión, aparte el emperador Celestial le quitaría el poder del tiempo por jugar con él.

Pensó y dijo: “ regresare el tiempo al momento en que el cuchillo del asesino ataca tu corazón y Jon Lu o sea Logan te salva”

“ Nadie recordará nada solo tu, ahora el destino de los dos esta entrelazado, es mejor que esta vez no lo mates, se podría decir que tú odio esta saldado”. El Dios del destino suspiró con pesar, pero en el fondo de su corazón espera ver un buen espectáculo.

Antes de que Julia pudiera salir del shock y saber que volvería a la vida una alegría la invadió en su corazón estaba decidida, esta vez ella viviría bien.

Julia sintió que la obscuridad la invadía nuevamente y cerro los ojos.

Cuando Julia abrió los ojos de nuevo el guardaespaldas tendido en el suelo escupió la sangre en su boca. Sostuvo en silencio un cuchillo plegable y miró a Julia. Cuando ella no estaba preparada, ¡él saltó de repente!

Justo cuando la hoja estaba a punto de atravesar el corazón de Julia, una mano delgada apareció de la nada y agarró la hoja.

Jon Lu le dio una fuerte patada en la cabeza.

El guardaespaldas cayó al suelo, completamente inconsciente.

Justo frente a los ojos de Julia todos volvió a pasar de nuevo…..

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