Capítulo 18
Confundida
Brooklyn, New York
Villa Miller
Dulce María
Termino de hacer una treta para poder treparme a la ventanilla del baño, ya que acabo de darme cuenta que el amplio ventanal de la habitación era un cristal gigante desde el techo al piso y no se abría como ventana, es absurdo tomar esta ventanilla como única opción para salir de este yugo por lo angosta que es, afortunadamente yo soy delgada y puedo caber perfectamente allí. ¡Esto es angustiante! Pero como me dice Carls, debo ser siempre del tamaño de la responsabilidad que se me presente... Y bien, aquí vamos.
Nota mental: No puedo morir aquí
Con estos pensamientos Me arrojo al piso, de una altura de más oh menos unos dos metros, así que no me dio mucho miedo hacerlo, lo único malo fue que caí y rodé en la espesa grama
"Awchss, Dolió" Me quejo mientras vuelvo a incorporarme y corrí como caballo desbocado por ese jardín. Estaba aterrada y aún nerviosa, no sabía donde diablos quedaba la salida y no sabía cuál sería la zona a segura para mí estando en un lugar completamente desconocido, ya que esos guardias me daban muchísimo miedo, pero no más miedo del que me daba quien iba a ser mi flamante esposo. Un villano despiadado que me triplica la edad. No me lo perdonaría si decidía quedarme aquí así que seguí corriendo hasta que el ladrido de dos monstruos que se hacen llamar perros me detuvieron por completo. Estaba tan cerca de ellos, sin darme cuenta estaba corriendo sobre su territorio, me quedé estática, podía notar que sus cadenas llegaban hasta donde yo me encontraba y moría de pánico. Al momento en que me detuve ellos también lo hicieron y me veían fijamente gruñendo desafiantemente y mostrando sus tenebrosos colmillos como de tres centímetros
Cerré mis ojos con fuerza, aferrándome al relicario que colgaba de mi cuello, mismo que me lo había regalado mi abuela cuando cumplí mis 18 años y que guardaba allí dentro una pequeñísima foto de cada uno de los miembros de mi familia. De repente un silbato agudo y bajito se oyó a lo lejos y los perros casi mágicamente se volvieron mansos y comenzaron a mover sus colas de un lado a otro al momento en que una mujer elegante se nos acercaba
— Hinsetzen —Le Grita a los perros con autoridad desde lejos y no pude evitar sonreír—
Estos perros se sentaron tranquilos y se les veía contentos, la mujer se acerca coloca una mano sobre la cabeza de los perros y los premia con unas croquetas mientras que me ofrece la mano, yo la tomé de inmediato y sonreí
— Increíble que los perros entiendan Alemán —Dije en un comentario burlón y ella solo sonrió—
— Es por la disciplina, ellos entienden por qué es mi voz de mando para tranquilizarlos. Ya tendrás tiempo para entenderlo, cariño. Y para acercarte a ellos... No te preocupes, también te van a amar
Me respondió de manera sutil y tranquila, dejándome mucho más confundida, ya que sabía que había tratado de escapar ¿Por qué no me reclamó? Me preguntaba a mí misma mientras caminábamos hacia el interior de la casa
— Quiero irme, no sé como llegué a este lugar pero quiero ir a casa. Ya no quiero estar más aquí —Le digo quebrando la voz—
— Tranquila preciosa, no puedo dejarte ir ahora mismo, pero te aseguro que muy pronto te acostumbrarás a estar aquí con nosotros —Me respondió aquella mujer con una voz serena—
Llegamos a una amplia oficina era mucho más grande que la sala y cocina de mi casa
Los ricos y sus estupideces, desperdiciando el espacio
— Buen día, señorita, hasta que por fin tenemos que placer de hablar —Me dice aquel hombre y yo apenas lo vi me puse nerviosa—
Ni siquiera pude responder, tan solo bajé la mirada y guardé silencio
— Puedes hablar con tranquilidad, puedes confiar en nosotros a partir de ahora somos tu familia
— Yo ya tengo una familia, señor, ¡Gracias! Pero el hecho de que deba casarme con usted no quiere decir que seré su familia. No me entregaré a usted, tendrá que obligarme y le advierto que no le irá nada bien. No soy para nada inofensiva
Le respondo seriamente sacando todo ese rencor de mis adentros y me desconcierta ver como se ríe a carcajadas. ¿A caso se está burlando de mí?
— Puede burlarse de mí todo lo que quiera, pero mi postura es firme. Yo no deseo estar aquí
— Y no lo dudo, princesa —Responde Christopher en medio de risas burlonas— Puedo ver que tienes un carácter indomable. Eso me parece maravilloso, espero puedas encontrar la manera de domesticar a la bestia
— ¿Bestia? —Interrogo con cara de póker, imaginando que está hablando de su miembro—
— Nuestro hijo, cariño —Responde la señora elegante que me trajo aquí—
— Así es, me halaga saber que quieras pedir mi mano, pero yo ya estoy casado —Continúa con la burla—, ella es Eleonor; mi amada esposa y tú, mi pequeña niña... Tú deberás casarte con mi hijo mayor; Jack. Espero lo trates con esa misma ímpetu con la que te atreviste a hablarme a mí... A ver si ese muchacho irrespetuoso entra en cintura y se acomoda de una vez por todas.
Sus palabras me dejaron mucho más confundida, No conocía a mi prometido, resulta que quien pensaba en todo este tiempo que sería con quien debía casarme, había resultado ser nada más y nada menos que mi suegro. Esto no podía ir peor
Podría entenderme bien con una persona mayor, son más razonables que un chiquillo mimado que se hace llamar bestia. Esto en vez de alegrarme, me aterra.
— Vamos a almorzar y luego vas a tu habitación a descansar, esta misma tarde vendrá Jack a conocerte, deberás estar lista. Ya mañana los presentaremos en Casa blanca y haremos oficial su compromiso. ¡Estoy tan feliz! —Expresó la señora Eleonor—
— ¿Qué es ese lugar? ¿A caso es la casa presidencial? —Pregunto virando los ojos
— Es la humilde morada de la familia Miller
Nos acercamos juntos hasta el comedor, era una mesa larga, amplia y lujosa, jamás había visto tanta comida junta. Y todo se veía apetitoso. Mi estómago hacía sonidos vergonzosos, ya que la última vez que había comido algo fue esa vez que fui drogada por mi madre, esto me llevó a pensar en mis hermanos, ya había pasado casi un día entero y no había podido saber de ellos, mi mirada se tornó triste y la señora Eleonor pudo notarlo. Sostuvo mi mano y me habló despacio
— Sé lo que debes estar pensando. Lo hablaremos en un momento, tan solo come que llevas casi un día entero sin probar un bocado
Veo como está servida la mesa y me doy cuenta de que lo han hecho de manera incorrecta y sin darme cuenta ya me encontraba corrigiendo el orden de los cubiertos de manera adecuada, mientras que estos señores me miran extraño y sonríen, como si yo fuera de otro planeta (vira los ojos)
Me siento, arreglo la servilleta en mis piernas y comí un poco de filete de ternera marinado en salsa agridulce, estaba muy rico, pero no pude comer tanto, pues no sabía que era de la vida de mis hermanos en estos momentos, si habían comido y dormido bien era algo totalmente desconocido para mí y me daba rabia no poder saberlo. Ese infeliz de Alejandro habían dejado a las niñas arriba encerradas, mientras que mi hombrecito veía todo lo que ese hombre me hacía.
Pensar en ello me hace sentir un nudo en la garganta, no puedo pasar la comida ahora mismo y mis lágrimas comienzan a caer lentamente.
— Lo siento. No quiero ser irrespetuosa, pero necesito estar sola. Con su permiso
Me levanto y vuelvo a colocar la silla en su lugar, después corro hasta esa habitación de huéspedes y me encierro a llorar. No puedo soportarlo más. Pasó mucho rato y me había quedado dormida llorando.
Me levanto con el sonido de la puerta, estiro mis brazos y luego con mis puños estrujo mis ojos adaptándome nuevamente la claridad, mis ojos estaban un poco hinchados y me dolían, me levanto de la cama y abro la puerta, recibo a la señora Eleonor quien me regala una hermosa sonrisa y un abrazo alentador
— Me imagino que debes estar pensando en tu familia, tranquila, ahora mismo sé de todas tus interrogantes. Ellos están bien, ahora mismo están con tu abuela hasta que entren en el programa de bienestar
— No, no... Señora Eleonor no pueden hacerme esto. He luchado tanto para que no se los lleven. Por favor no lo haga —Se arrodilla suplicando—
— Se lo mucho que te duele. Pero Escúchame una cosa. Así te toque morir en la guerra, es preferible morir de pie, que vivir esclavizado de rodillas. No vuelvas a hacer esto de nuevo. No te humilles así ante nadie. Tus hermanos estarán bien. Tú en unos días serás la esposa de mi hijo y tendrás derecho a ciertos bienes familiares. Acepta casarte con él y tendrás a tus hermanos siempre contigo. La idea de que entren en el programa de bienestar es solo para que tus abuelos puedan solicitar su custodia. Christopher y yo estamos de acuerdo en comprar una casa hermosa para ellos. Y darles el dinero suficiente para que puedan llevar una vida digna el resto de su vida, ellos también serán parte de nuestra familia y contarán con el respaldo de nuestro apellido, solo si tú accedes a casarte con mi hijo —Trató de convencerla—
Por un momento quise decir que sí, sacrificarme para que ellos sean felices pero las palabras se atoraban en mi garganta y tan solo suelto que "tengo miedo"
...Estimados lectores, no olviden dejar su like y comentar cada capítulo. Esto me sirve de mucha ayuda para subir el renting. No dejen de apoyar, les estaré muy agradecida 💙💙...
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 90 Episodes
Comments
Asle Chiquinquirá Urdaneta Morillo
Que excelente!!!
Muchas cosas buenas pasarían
2024-06-23
3
Martha Gomez
Buenas personas, sus futuros suegros. Le van a arreglar sus problemas y proteger a sus hermanos.
2024-04-29
0
Margarita Garcia Fernandez
bueno les va a cambiar la.vida.a.los.hermanos
2024-04-23
0