Capítulo 2. Inspiración

Capítulo 2

Inspiración

9:42 a.m

Brooklyn, New York

Años atrás

— A ver muchachita infeliz despiértate, Ni creas que por ser domingo me vas a holgazanear todo el jodido día. Debes salir a la maldita calle y traer dinero —Comentó su madre a gritos, mientras la despertaba en medio de empujones—.

— Mami tengo sueño. Anoche me fui a dormir muy tarde terminando las tareas, Por favor déjame dormir un poco más –Suplicó la niña–.

— De ninguna manera levántate o te echaré agua fría en la cara —Respondió muy enojada y salió de la habitación dando un portazo—

Mientras que Dulce María, quien apenas tenía 8 años de edad, se disponía a levantarse de la cama obedientemente para ir al baño a asearse y salir a la calle a cantar en los buses de transporte público y así reunir dinero y ayudarle a su madre con los gastos de la casa, (oh eso era lo que pasaba por su mente inocente)

La niña Cantaba como las hadas y su madre no dudó en sacarle provecho a su talento explotando su hermoso don y enviándola sola a las calles a cantar para traer dinero para sus vicios

Su voz era tierna y dulce con notas agudas, medias y graves difíciles de alcanzar y esto atraía la atención de todos los presentes de dichos lugares a los que ella se presentaba a deleitar con su melodiosa voz. Algunos les dejaban buenas propinas y otros, un poco menos. Pero la niña solo sonreía alegremente y agradecía lo mucho o poco que le pudiesen dar

Su madre se encontraba en embarazo de nuevo y esto la mantenía mucho más irritada de lo normal, sus enojos y frustraciones las descargaba con la pequeña Dulce María quien para ese entonces solo se quedaba en silencio a esperar a que su madre terminara su reclamo para marcharse sin más. Esta situación también le traía muchas responsabilidades impropias a la niña que para su corta edad ya no se le permitía salir a jugar ni tener amigos, sino que sus tiempos libres de estudios eran absorbidos por su madre quien la obligaba a salir a la calle y hacer dinero para que ella en secreto pudiese comprar sus vicios

La mujer se encontraba en su quinto mes de embarazo y era otro niño varón. El primero que tuvo después de su primogénita fue hace algunos años, mismo que murió al cumplir los dos años de edad al caerse desde el octavo piso de ese viejo edificio donde viven en la actualidad

La madre estuvo casi un años en prisión por el hecho ocurrido y la negligencia materna. Ya que esa noche en la que ocurrió el trágico accidente, la mujer había salido de su casa dejando solos a sus niños de 4 y 2 años de edad para salir a la calle a comprar hierba y perseguir a su marido quien se había dispuesto a entrar a un bar a tener un encuentro íntimo con una prostituta del lugar

Estar en prisión todo ese tiempo no le ayudó a mejorar su estilo de vida, de lo contrario adoptó unas nuevas manías que iban desde la heroína hasta las pastillas

Así pasaron los meses y la mujer había dado a luz al igual que había decidido vivir con el padre del niño, quien no era más que otro simple adicto a la hierba y el alcohol, pero como ella lo decía "Él al menos la ayudaba a mantener la casa"

Dulce María rápidamente se encariñó con su hermanito menor y el tiempo que estaba en casa se dedicaba a cuidarlo, creando un estrecho vínculo entre ellos

Pasado un año, la niña aún seguía cantando en las calles y las plazas para obtener dinero

Ya no sentía el mismo amor ni temor que le tenía a su madre en el pasado, quien se había dedicado a despreciarla y maltratarla cada vez que tenía oportunidad, pero en sustitución de ella estaban sus abuelos Charlotte y Nicolás, quienes les brindaban el amor necesario para poder continuar soportando las penurias que vivía en su hogar

Y también su tía María Frenanda, quien daba la vida por ella

Pasó un tiempo y en el instituto había un festival de día de las madres. Que cabe destacar que para esta fecha, la niña le tenía una sorpresa preparada a su madre, con esto guardaba la esperanza de que el odio y desprecio que le tenía, se desvaneciera por completo y pudiesen ser una verdadera familia

Su tía, quien siempre la apoyaba en todo, estaba tras ese escenario dándole ánimo para que no desistiera de la idea de hacer su función, ayudó a vestirla con un hermoso vestido azul cielo, recogió su hermoso cabello lacio y oscuro en una coleta alta y le puso accesorios discretos para la ocasión.

__ ¡Tú podrás hacerlo mi niña! No te rindas nunca y no dejes de perseguir tus sueños, estaré en primera fila escuchándote orgullosa de ser parte de tu vida y poder compartir contigo este hermoso momento... Ahora ve y has lo que mejor sabes hacer _Le dijo su tía Mafer y la niña sonrió feliz_

Subió al escenario mismo que estaba decorado muy hermoso para la ocasión y antes de cantar echó un vistazo a su público, viendo a su tía y abuelos en primera fila como les prometieron

Tomó el micrófono y junto a él, una gran bocanada de aire

Mientras presentaba su actuación no dejaba de buscar a su madre entre su amplio público

— Esta canción va dedicada a esa persona tan especial, que a pesar de que tengamos muchas diferencias espero algún día podamos ser tan unidas así como lo somos en mis sueños —Expresó la niña e inhalo aire antes de comenzar a cantar junto a Mathías, su acompañante y amigo—.

...

...Vivo por ella sin saber si la encontré o me ha encontrado,...

...ya no recuerdo como fue, pero al final me ha conquistado...

...vivo por ella que me da toda mi fuerza de verdad,...

...vivo por ella y no me pesa....

...Vivo por ella yo también,...

...no te me pongas tan celoso,...

...ella entre todas es la más dulce y caliente como un beso,...

...ella a mi lado siempre está...

...para apagar mi soledad...

...más que por mi por ella yo vivo también......

...Es la musa que te invita......

...a tocarla suavecita......

...en mi piano a veces triste...

...la muerte no existe si ella está aquí......

...Vivo por ella que me da todo el afecto que le sale...

...a veces pega de verdad pero es un puño que no duele...

...Vivo por ella que me da fuerza,...

...valor y realidad para sentirme un poco vivo......

...Cómo duele cuando falta......

...Vivo por ella en un hotel......

...Cómo brilla fuerte y alta......

...Vivo por ella en propia piel......

...y ella canta en mi garganta mis penas mas negras de espanto......

Al finalizar su nota más alta, la niña Soltó el llanto, pues ya se había dado cuenta de que a su madre no le importaba en absoluto estar allí y esta sería la gota que derramó el vaso

Mathías quien se encontraba sosteniéndole ambas manos al cantar, la abrazó fuerte sin entender lo que le sucedía, mientras que el pianista y demás miembros de la orquesta seguían haciendo música para ellos

— Lo siento, permítanme retirarme —Le habló a su público con valentía— No puedo seguir cantando sabiendo que a mi inspiración le faltaron ganas para venir aquí —Expresó haciendo una pequeña reverencia y corrió detrás del escenario—.

Los presentes del lugar aun así aplaudieron a la pequeña y sus lágrimas caían con ligereza por sus mejillas al notar el sufrimiento que reflejaba la infante en sus palabras ahogadas por el llanto

— Mi niña tranquila, estoy contigo ahora y siempre —Dijo la tía al salir corriendo detrás de ella—.

— No vino tía, no le interesó venir, la odio, te juro que la voy a odiar siempre, tanto como ella me odia a mí —Farfulló la niña—

— No mi pequeña, jamás permitas que haya odio en tu corazón. Simplemente, hay personas que no merecen el esfuerzo de otros. Vamos, te llevaré a casa

Volvieron a la casa de los abuelos, la pequeña se quitó el vestido que llevaba puesto y tomó unas ropas negras en señal de luto

"Desde este día estarás muerta para mí, Denisse Sandoval, ya no serás más mi madre. Lo juro"

Pensó en voz alta y apretó tanto los puños de la rabia que traía por dentro que enterró sus uñas en las palmas de sus manos hasta que de ambas salió sangre

Así pasó más de dos meses viviendo con sus abuelos, hasta que a la madre comenzó a hacerle falta el dinero que ella le proporcionaba y regresó a buscarla llevándola consigo a la fuerza

Aun así la mujer había logrado su propósito pero lo que se llevó a casa ese día no había sido a la misma niña pasiva e inocente que tenía antes, esta vez Dulce María se había propuesto a ser rebelde y desafiante con su madre

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