JUAN

Hola soy Juan Alfa de la manada Luna renaciente, tengo 30 años humanos y 500 años lobunos ,hace tres años atrás encontré a mi luna, pero ella decidió dejarme por un demonio de quinta, al parecer la diosa luna se olvidó de mí, hasta el momento no me mandó una segunda mate creo que me quedaré solo, en realidad un Alfa sin luna no es tan fuerte.

Regreso a casa luego de entrenar a los guerreros más jóvenes en realidad estoy muy cansado, ingreso a mi habitación y me quito la ropa que por cierto está muy sudada, ingreso a la ducha a darme un largo baño con agua fría ya que me estoy sintiendo caliente, por estar entrando en etapa de celo, mañana llamaré a la Omega que me sirve para aliviarme.

Luego de tratar de enfriar mi cuerpo, estoy tumbado en la cama luego de estar casi media hora en la ducha bajo el agua fría, no demoro mucho en quedarme profundamente dormido.

Estoy en una laguna muy hermosa donde la luz de la luna cae en sus aguas y brilla como un diamante, veo que dentro de sus aguas sale una hermosa mujer con vestido blanco y una hermosa cabellera dorada que lo llega hasta la cintura, su rostro es bellísimo es blanca como la nieve, pero hay algo que me llama la atención, es que en sus brazos lleva un paquete que tiene una manta rosada.

^^^_ Juan tengo una misión para ti, es de cuidar a mi primogénita, tienes que amarla y protegerla como si fuera tu propia hija, siembra valores en ella, para que tengas ayuda en su cuidado te enviaré una segunda Luna.^^^

_ Gracias Diosa luna así lo haré, cuidaré a su hija como si fuera mía.

_ Asi lo espero Juan, si no cumples lo que estás prometiendo lo pagarás muy caro, te haré llegar mi castigo, ahora despierta tu misión empieza desde hoy.

Abro los ojos muy asustado por mi extraño sueño, tocan la puerta de mi habitación con desesperación.

_ ¡Alfa! ¡Alfa! _Escucho los gritos de mi beta Arturo.

_ Me levanto de mi cama para abrir la puerta, pero me siento muy extraño por la revelación de la Diosa Luna, abro la puerta y veo a mi beta con rostro de preocupación.

_ Disculpe Alfa por molestarlo, pero dejaron a un bebé abandonado en la entrada de la manada.

_ ¡Cómo! _ Me sorprendo por lo mencionado por mi beta, pero recuerdo lo soñado y la misión encomendada por La Diosa Luna.

_ Dónde se encuentra el bebé en estos momentos.

_ Alfa, lo trajimos a su mansión, ya que hay una nota donde dice para el Alfa.

_ Bajemos, quiero ver esa nota, también al bebé, minutos después llegamos dónde se encuentra el bebé de la Diosa Luna, en realidad es muy hermoso, escúchame bien Arturo, ella es mi hija , desde este momento todos cuidaremos de ella.

_ Alfa ¿es su hija?

_Si Arturo ¿algún problema?

_No, no, Alfa pero no sabía que era una niña.

_ Con voz autoritaria de Alfa._ Eso no debe de importarte Arturo, solo cumple lo que te ordene y lleva a la bebé al dormitorio de Josefa y dile que se encargue de ella, luego contrata a gente para acondicionar una de las habitaciones de invitados y la acondicionen para una bebé.

_ Como ordene Alfa.

Ya habían pasado unos días, estoy en los campos de entrenamiento cuando llega un exquisito aroma a Jazmín y chocolate, volteo y veo a una linda Omega ¡qué es esto! ¿es una broma? Diosa ¿está jugando conmigo? cambiar a mi anterior mate que era hija de un Alfa a una débil omega, ella bien claro dijo, que me lo enviaría para ayudar a cuidar a su hija, bueno la Omega también me servirá como amante, no buscaré a otra hembra cuando esté en celo, ya tengo una excusa para no tomarla como luna, porque sería una vergüenza con los demás alfas de las demás manadas.

**ROSA**

**Hola soy Rosa, tengo diecisiete años humanos y cien lobunos, soy hija de un Alfa y la diosa hechicera.

Soy guerrera de esta manada, nadie me conoce porque me gusta estar oculta ya que él beta cree que soy una guerrera débil, hoy decidí salir de mi escondite por petición del beta, cuando estoy en el campo de entrenamiento en eso llega un exquisito aroma a fresas y tierra mojada volteo en busca de dónde proviene tan delicioso aroma, veo al Alfa mirándome con esos ojos dorados, pero él me quita su mirada con semblante de furia, yo sigo mi camino, porque sé cuál es mi lugar y no quiero ser luna de un promiscuo alfa.

Más tarde estoy ayudando a Rita en la cocina cuando siento nuevamente ese delicioso aroma, sé quién está cerca lo siento tras de mí.

_ Rosa, así te llamas Omega, te necesito en mi habitación. _ Dice el alfa Juan, con voz autoritaria

_ ¿Disculpe? _Contesto confundida, no puedo pensar que me esté sucediendo lo mismo que en las otras manadas.

_Te digo que vayas a mi habitación ¡es una orden!

Veo subir por las escaleras al imbécil del Alfa, pensé que huyendo de mi anterior manada, por no ser violentada por betas o deltas me iba a librar este infierno pero no es así, la Diosa Luna me dijo que estaba destinada, en proteger a su hija y para eso tenía que ocultar mi esencia pero ¡qué hago ahora!

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