Un mundo sin magia

...10 años desde el nacimiento del Rey Demonio...

Comencé a leer cuando cumplí los 2 años gracias a mis conocimientos de mi vida anterior, —dice un pequeño Jack de 4 años, mientras sostiene un libro en manos—, sorprendiendo a mis padres, aunque al principio se me dificultó entender el idioma, ya creo que lo domino a la perfección, lo primero que intente, fue encontrar un libro de magia para practicar y así no volver a morir, pero me lleve una sorpresa...

En este mundo la magia no existe, aunque está el maná natural de la tierra, pero por alguna razón únicamente yo lo siento, al parecer ningún otro humano sabía que existía hasta la aparición de estos "demonios", según entendí, aparecieron un día cualquiera por un sello roto, y un soldado destruyó una muralla que habían creado, pero unos tipos, que llaman héroes se encargaron de repelerlo, uno de ellos es mi padre...

Según escuché, mi padre logro salvarse gracias a su capitán, pero actualmente es el líder del ejército y se encuentra bajo mando directo de un rey llamado Damián IV, irónicamente, el rey de mi otro mundo se llamaba Damián también, pero no importa; actualmente mi padre se encuentra combatiendo en la frontera contra los demonios, por lo que aprovecharé este tiempo para practicar mi magia...

...15 años desde el nacimiento del Rey Demonio...

Actualmente, tengo 9 años, pronto será mi cumpleaños número 10, —dice Jack mientras hace una expresión quejumbrosa—, en el reino tienen la tradición que los niños al cumplir los 10 años deben asistir a la academia sin importar el género, para formarse como guerreros diestros en la espada, arco y otra armas de este mundo, aunque lo que más me llama la atención es ese material llamado mytril...

Al parecer dos años antes de que descubrieran el sello, otro grupo de exploradores se aventuró a una caverna en el centro del continente, donde encontraron un mineral verde azulado, que al acercarse no reacciono con ellos, pero uno de los mismos se resbaló al caminar, y un fragmento se le incrustó en una pierna, sorprendentemente al retirar el fragmento de la herida, está cerro de manera inmediata...

Al investigar sus propiedades en el laboratorio real, se dieron cuenta de que los efectos de este solo funcionaban en humanos, además de producir una inmensa cantidad de energía; los humanos que utilizaron este mineral de forma experimental, ganaron una fuerza sorprendente que no cedió hasta que los mismos decidieron arrebatarse la vida por no soportar el poder que en ellos residía...

Mi padre, actualmente es el único sobreviviente que utilizo este mineral, de modo que es la insignia del ejército, la inspiración en el campo de combate, por otra parte, se ha mejorado el uso del mytril, ya no causa descontrol, pero a cambio no es tan poderosa la mejora física, y ha comenzado a producirse en masa, categorizando a los usuarios según la afinidad por el mineral en 4 categorías...

Los soldados de categoría I son pocos, entre ellos se encuentra mi padre y son los que logran obtener una afinidad superior al 90% con el nuevo dispositivo de inyección de mytril, logrando ser los soldados más eficientes del ejército, capaces de eliminar millares de demonios ellos solos, y pudiendo asesinar hidras sin mayor esfuerzo, lo mejor de lo mejor, la cúspide del progreso de la humanidad...

Los de categoría II son aquellos hombres que logran una afinidad por el mytril de más del 50%, siendo en su gran mayoría, caballería, arqueros y otro tipo de apoyo, quedándose en la retaguardia para poder atacar en conjunto con tal de aumentar el impacto; en cuanto a la categoría III son soldados que obtuvieron menos de un 50% de afinidad, suelen utilizarse como la infantería de primera línea o personal de carga, ya que sus habilidades resultan ser mínimas...

Y luego estoy yo, el rey Damián IV creo una categoría única para mí, ya que se dio cuenta de mi habilidad con la magia, aunque según el, estoy bendecido por el mytril, debido que no necesite de ningún contacto con este para poder aumentar mis capacidades físicas, y al observar que era capaz de crear fuego como los demonios me dio un trato especial, bajo mando directo de mi padre pero tratándome como un ciudadano normal hasta que cumpla los 16 años de edad...

...20 años desde el nacimiento del Rey Demonio...

—¡Feliz cumpleaños! —grita un par de jóvenes mientras sostienen un pastelillo con una vela.

—No creí que lo recordarán —dice un joven castaño, de estado atlético, con aproximadamente 1.80 metros de altura, dejando caer una espada de madera al suelo.

—Claro que lo recordamos, eres nuestro amigo Jack.

—Gracias Xel, Tad, fue una gran sorpresa.

Hoy es mi cumpleaños número 16, en estos 5 años, estuve practicando en la academia real, donde hice grandes amigos, algunos no superaron el aumento con mytril y volvieron a la vida civil, pero otros como Xelena y Tadeus se hicieron muy cercanos a mí, hasta el punto de destacar como el mejor equipo de combate entre los novatos que se gradúan de la academia...

Tadeus se destacó con la habilidad en el arco, teniendo una afinidad del 79% con el mytril, por lo que si quiero acabar con el Rey Demonio lo necesitaba dentro de mi unidad, mientras descubría que esté mytril no es más que una piedra con mucho maná condensado, por lo que se me hizo fácil enseñarle a utilizar este poder y como añadirlo a las flechas con tal de mejorar su poder...

¡Por otro lado, está Xelena, la mejor de la clase, tuvo una afinidad del 92%, es una categoría I! Por lo que sería capaz de rivalizar conmigo y en varias ocasiones lo hizo, siendo un poco más débil en fuerza, pero mucho más veloz, debido a eso, decidí enseñarle como emplear su energía para camuflarse, en lugar de atacar de frente como se había acostumbrado, pudiendo ganarme de esta forma un par de veces...

Hoy tenderemos el examen de graduación, según tengo entendido es un combate en campo abierto, pero pronto llegará el comandante a darnos las indicaciones...

^^^¡Firmes!^^^

En el día de hoy, tendrán su examen de graduación, —grita firmemente un soldado algo anciano con cientos de condecoraciones en los hombros—, el examen consiste en un combate a campo abierto, donde deberán sobrevivir 3 días sin apoyo de la base y recuperar una espada de plata pura que ha sido colocada en un punto estratégico, para esto harán escuadras de 3 personas, sin más que decirles, buena suerte, —mientras se da media vuelta para marcharse—, salen a las 15 horas! ¡Buena suerte!

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