9. En la boca del lobo.

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Una gran disculpa si el día de ayer ya no actualicé más capítulos, pero tuve un día muy ocupado, aquí les dejo uno más y están en procesos los sucesores, bendiciones.

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MIKHAIL

Sabía que su vuelo había llegado y tenía todo listo mis hombres sabían lo que tenían que hacer y le quitaron el teléfono por seguridad, tenía más que entendido que en ese maldito aparato tenía un rastreador sin que ella se diera cuenta se lo instalaron el cual mis hombres de inmediato lo deshabilitaron.

Mi informante me dijo él pasó a seguir según la C.I.A. para nuestro encuentro y contaba los días por tenerla entre mis brazos de nuevo.

Sabía que la habían enviado desarmada y me hervía la sangre porque la incluyeron a una guerra de la cual ella no tiene ningún conocimiento.

Di la orden que la llevaran a mi departamento sabía que en ese lugar estaba segura, pero también tenía a mis hombres vigilándola y vigilando los movimientos de esa agencia de mierda.

A la mañana siguiente de que mi amada Mérida había venido aquí a Londres, me aliste y baje las escaleras para desayunar rápido tenía una reunión, pero antes haría una parada.

Al sentarme mi hermano estaba ya en el comedor.

- hola hermano- me sonrió y siguió comiendo- aún sigues molesto por- se levanta y me interrumpe.

- Mikhail, ¿cómo quieres que reaccione?, tienes años sin verla, dime algo, ¿tú crees que al verte ella correrá a tus brazos?, ¡dime!, porque te recuerdo que ella trabaja para la C.I.A. y es una maldita agente- grita tirando las cosas de la mesa.

- Danil no te lo permitiré- lo tomó del saco sacudiéndolo- cálmate carajo, ella no es como tú piensas.- se carcajea zafándose yéndose hacia las escaleras.

- ojalá Mikhail, porque te recuerdo que ella va tras las grandes mafias y te recuerdo hermanito que el legado de nuestro padre es una- lo veo subir las escaleras hasta que se detiene.- espero no te equivoques, porque todo lo que hemos avanzado, lo echaras a la basura solo por ella.

Y minutos después solo se escuchó un fuerte portazo, le grité a una de las empleadas y le di la orden que recogieran el desastre que dejó mi hermano, me puse de nuevo mi saco y salí de la casa.

Subí a la camioneta y nos fuimos a alta velocidad hasta detenernos frente a mi edificio esperé pacientemente hasta que la vi salir, se veía tan hermosa como siempre.

Se quedaba viendo fijamente a mi dirección hasta que la vi subir a un taxi y me fui a la reunión con uno de mis socios Elmer Solt, todo lo que duró la reunión no pude dejar de pensarla, hasta que termino y en ese instante iría a la bodega a reunirme con mi hermano.

Al llegar el ya estaba esperándome, baje y nos abrazamos.

- Mikhail, hermano quiero disculparme por lo de esta mañana- solo negué y caminamos para entrar e ir al despacho.

- entiendo tu punto de vista, pero créeme Danil ella no es como tú crees- él asintió sentándose frente a mí mientras bebíamos nuestros vasos de vodka.

- no la conozco y solo no quiero que suceda como cuando nuestros padres, Mikhail lo único que te pido es que te cuides las espaldas- asentí, mostrando una ligera sonrisa de lado.

- no te preocupes, pero mejor hablemos de nuestro negocio- asintió entregándome una carpeta.

Y nuestra charla se prolongó por bastantes horas donde nuevamente hablamos de Mérida y donde reafirmo su total apoyo a lo que yo hiciera.

Los días avanzaron y estaba a solo horas de la gran fiesta donde se reunirán los grandes líderes de las diferentes mafias asociadas y donde mi hermano Danil me confirmó que a Mérida la mandarían directo y desarmada a la boca del lobo.

Y al yo verla con mis propios ojos en el casino ellos habrán firmado su muerte, me cambié y antes de salir me puse la loción que ella me había regalado y que aún conservo como un recuerdo.

Baje las escaleras y mi hermano estaba esperándome.

- ¿estás listo?- me pregunta mi hermano mientras caminábamos a la salida.

- Danil, nací listo, vamos que ya es tarde- se carcajea y subimos a la camioneta.

Y mientras llegábamos revisábamos nuestras armas, pues aunque sean socios uno no puede confiar ni en su propia sombra en este negocio vive el listo y el desconfiado.

Al estacionar bajamos de la camioneta y mis hombres se desplegaron en las zonas específicas.

- Mikhail, ya está todo listo para que la dejen entrar- asentí y caminamos al interior del casino.

Estaba tomado con uno de mis socios cuando mi teléfono sonó y era un mensaje, que mi Malyshka ya había llegado, le hice señas a uno de mis hombres y de inmediato se acercó

- diga patrón- asentí mientras le mostré la foto en mi teléfono.

- encuéntrala y cuando lo hagas avísame, pero sigue sus pasos, Timofey en este momento su seguridad depende de ti, ¿entendiste?- asintió y se fue perdiéndose entre la gente.

Seguí con mi reunión cuando llegó el mensaje tan esperado, me levante disculpándome y salí del gran salón mi hermano solo me observaba asintiendo.

Camine al área de los baños y espere hasta que ella saliera, los minutos avanzaron hasta que la vi salir con su vista puesta al suelo y solo choco conmigo.

Volviendo a escuchar su dulce voz, al posar mis manos en sus hombros volví a sentir esa sensación como cuando por primera vez la abrace.

- te extrañé, mi amada Malyshka- al levantar su rostro se podía notar la sorpresa y el asombro.

Solo parpadeaba hasta que no me resistí más y la atraje hacia mi pecho hasta abrazarla, ella no se movía, pero depronto sentí sus pequeños brazos rodearme y su cabeza recostarse en mi pecho.

- te dije que nos volveríamos a reencontrar- se separó de mí hasta que su mano la llevó a mi mejilla acariciándome.

- de verdad no estoy soñando, ¿eres tú?- asentí tomando su mano, al dejar un beso sobre sus nudillos pude percatarme que aún llevaba el anillo en su dedo.

- lo que un día te prometí mi vida, hoy te lo cumpliré, de no volvernos a separar- ella asintió con una gran sonrisa de la que por años fui privado de ver.

Y sin darle tiempo al tiempo pasé mi mano tras su nuca atrayéndola hacia mí y solo la besé, sus labios seguían teniendo el mismo sabor dulce y sutil del que yo recordaba, profundizamos nuestro beso y sentí sus brazos entrelazarse en mi cuello mientras yo tomaba su cintura pegándola más a mí.

Al separarnos besé su frente y volví a abrazarla, hasta que el carraspeo de mi hermano nos hizo separarnos.

- ejem, una disculpa por interrumpir tan lindo reencuentro, pero hermano Odín te espera- asentí entrelazando mi mano con la de ella.

- ¿me acompañas?- ella asintió caminando junto a mí, pasando por un costado de mi hermano.

- mi amor, el es Danil, mi hermano- ella abrió sus ojos hasta que solo asintió y extendió su mano.

- hola, soy Mérida- estrecharon sus manos y seguimos caminando.

Antes de entrar al gran salón le di un pequeño beso y la deje con mi hermano, solo rogaba que no demorará demasiado la reunión para llevármela de aquí.

DANIL.

Nos sentamos en los sofás le hice señas a una de las meseras, tome dos copas y le entregue una a ella.

- hasta que tengo la dicha de conocer a la famosa Mérida- volteó desconcertada por mi comentario.- no lo tomes a mal, solo que eres como una obsesión para Mikhail después de intentar por años acercarse de nuevo a ti.

- ¿acercarse a mí?, porque lo dices- solo niego chocando mi copa a la de ella- el intento- la interrumpo.

- claro querida, pero siempre tuvo obstáculos, solo que eso te lo dirá el en su debido tiempo- ella solo asintió volviendo a tomar de su copa- mejor disfrutemos de la fiesta- me levanté extendiendo mi mano hacia ella- bailemos, solo mientras sale Mikhail.

- si, por supuesto- tomó mi mano y la llevé a la pista, bailando una melodía lenta.

Al tenerla de cerca podía notar que en verdad era muy hermosa y podía entender el porqué de la obsesión de mi hermano, solo espero que ella no nos juegue chueco porque me dolería ver devastado a mi hermano, por tener que matarla.

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