5. Mi debut.

Desde que decidí quedarme los primeros meses estuve tras un escritorio coordinando lo requerido para los agentes que iban a sus misiones.

En verdad yo aún no me sentía lista tenía temor de equivocarme, pero cuando mi jefe me dio la carpeta color azul eso indicaba una sola cosa, que era mi primera misión, tenía los nervios de punta hasta que me tranquilice solo con mover mi anillo era como algo terapéutico hacer eso en momentos de estrés.

Fui a Irlanda infiltrándome en la mafia Carenco pensé que sería difícil o metería la pata por ser la primera vez, pero fue tan diferente, era fascinante sentir la adrenalina, en ese caso dure casi ocho meses hasta que dimos el último golpe y detuvimos al líder.

Las otras dos misiones fueron a España y Alemania en donde me di cuenta de que la gran debilidad de los grandes líderes era el dinero, el poder y las mujeres, por eso para seguir siendo una agente activa tenía que estar en forma para seguir doblegado la fortaleza de las mafias.

Hasta que mi jefe me dio la orden que tomara un respiro volviendo a mi pequeña oficina de archivos, que era lo que también sabía hacer bien...

Estaba terminando de redactar la última misión del agente Wilson cuando abren la puerta de mi oficina y veo a Dennis quien se a hecho muy buen amigo mío desde que llegué aquí él fue el único que me recibió bien a pesar de ser extranjera; me levanto y me acerco a saludarlo.

- hola bonita- le sonrió y nos abrazamos- ¿estás lista para ir a comer?.

- solo termino este escrito y nos vamos- asintió mientras se sentaba frente a mí a esperarme.

Me vuelvo a sumergir en mi trabajo hasta que termino, imprimo los documentos y como todos los días, los guardo en un sobre con folio, lo sello y lo archivo, después de hacer todo lo pendiente me levantó y extiendo mi mano hacia él.

- lista, ya terminé- él me sonrió tomando mi mano.

Salimos de la agencia subimos a su auto y nos fuimos a toda velocidad hasta llegar a un pequeño restaurante, hicimos nuestro pedido y mientras nos traían la comida platicamos, era algo muy habitual con él, ya que éramos como una especie de hermanos.

Él sabe casi toda mi vida al igual yo la de él, nos trajeron la comida y casi al terminar saco de mi bolso una pequeña caja deslizándola en la mesa hasta él.

- feliz cumpleaños- me observa con una ligera sonrisa y sé perfectamente que no se lo esperaba.

- gracias, bonita, de verdad pensé que lo habías olvidado- niego levantándome para abrazarlo.

- eso jamás, eres muy importante para mí- asintió besando mi mejilla.

- igual tú lo eres para mi Mérida- asentí sentándome de nuevo.

Al llegar de nuevo a la agencia apenas iba a entrar a mi oficina cuando la secretaria del señor Romano, mi jefe, me mandó a llamar volteé con Dennis, pero él estaba igual que yo, no sabía nada, seguí a Antonella, tocó tres veces a la puerta y entramos a la oficina.

- hola Mérida, toma asiento- asentí y me senté frente a él- creo que te ha tomado por sorpresa de haberte llamado.

- si, pero, ¿que necesita?- solo me sonríe, abre un cajón de su escritorio y saca nuevamente una carpeta color azul- ¿que es esto?. ¿Una nueva misión?.

Él negó de inmediato- no solo necesito que vayas a Londres- me sorprendí al escucharlo iba a hablar cuando mi jefe nuevamente hablo- necesitan ayuda en la oficina de archivos- suspiré y solamente asentí.

- ¿cuándo tendría que irme?- se levantó hasta acercarse a mí- ¿cuánto tiempo estaré en Londres?.

- sales en tres horas, este es tu pasaje- me extrañé porque iba a hacer mi viaje en un vuelo comercial- por cierto necesito tu placa y tu arma, por el momento no los necesitarás y solo estarás cinco días.

Asentí entregándole mi placa y mi arma, tome el pasaje y salí de su oficina, mientras caminaba trataba de entender del ¿por qué tenía que ir a Londres?, ¿por qué me quito mi placa y mi arma?, esto es más que extraño; al entrar a la oficina para recoger mis cosas estaba Dennis esperándome apenas me vio se levantó y podía notar su rostro lleno de preocupación.

- bonita, ¿para que te quería el jefe?- bufé mientras recogía unas cosas.

- en tres horas me voy a Londres, solamente me dijo que necesitaban ayuda en archivos sin decirme más detalles y estaré por cinco días- me veía como tratando de entender lo que le había dicho.

- pero, ¿vendrán por ti?- negué de inmediato y él se sorprendió- ¿por qué no?.

- no lo sé Dennis, es tan extraño, me iré en un vuelo comercial y antes de salir de su oficina me pidió mi arma y mi placa.- dijo algo entre dientes que no logre entenderle- ¿no te escuche?.

- que esto es demasiado extraño, bonita, cuando llegues llámame, cuídate por favor- asentí hasta abrazarlo.

- no te preocupes, estaré bien- Tome mis cosas y salimos de la oficina- apenas baje del avión te llamaré ¿si?..

Nos despedimos y salí de la agencia rumbo al departamento, hice de inmediato una pequeña maleta y me fui al aeropuerto ya estaba todo listo cuando mi vuelo se había retrasado más de dos horas.

Camine por los grandes pasillos del aeropuerto para perder un poco el tiempo, hasta que por fin pude abordar, estaba nerviosa y no sabía por qué, pero al sentirme así en automático toque el anillo y comienzo a moverla, es como si tuviera un poder calmante con solo hacer eso y siempre termino por recordarlo, en lo que talvez pudo ser, pero jamás se logró.

Siempre Mikhail será como un bello recuerdo que vivirá en mi mente y mi corazón, porque aunque pasen los años el amor que siento aún por él nunca se extinguirá, aunque mi esperanza se vaya evaporando conforme avanzan las horas porque mi razón sabe a ciencia cierta que jamás lo volveré a ver como él ese día me dijo de volver a cruzar nuestros caminos.

Dennis Mosova.

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