CAPÍTULO 11

Con un cuerpo adolorido, Diannel se levantó temprano para un desayuno ligero pero muy nutritivo (en palabras de la señora Alicia, la ama de llaves del palacio imperial). Unas horas después, sir Damián, con un ánimo demasiado alegre, vino a buscarla para explicarle los ejercicios y su funcionamiento. El resto de la mañana se enfocó en su resistencia, corriendo en un campo privado sin riesgo de ser observados. Luego descanso recostada en el césped bajo la sombra de un árbol mientras regulaba su respiración con el sudor en su cuerpo. Las gotas de agua deslizándose bajo su cuello y con un extraño sonido ensordeciéndola del exterior, la visión se nublaba por el cansancio y el sueño comenzaba a invadir su consciencia. Sin embargo, la voz gritona de su joven doncella Maydi desde la distancia interrumpió todo el descanso abruptamente.

—¡Mi señora, su hermano llego antes!

Diannel se levantó y vio a su hermano detrás de su joven doncella. Al no esperarlo tan pronto, no tuvo tiempo de recibirlo adecuadamente, pero sabía que a Vladimir no le molestaba. Su hermano mayor la saludo con un abrazo y beso en la mejilla. Al no haber un sitio adecuado para conversar, decidieron hablar ahí mismo sentados sobre unas rocas debido a que tal lugar era el más seguro para llevar a cabo acciones o conversaciones sin riesgo de filtración. Primero hablaron sobre Arank y como el duque tenia controlado cada asunto en su territorio, luego discutieron sobre el espía en Verlur que informaba todos los asuntos relacionados al duque y su hijo (habían encontrado la manera de que el informante le enviara la correspondencia directamente a Diannel). Finalmente, el último tema (y que hizo al joven duque adelantar su viaje) tenía relación con el tirano que atormento a su reino y su humillante derrota.

—Nuestra familia siempre ha estado interesada en la información de la antiguedad. Y durante varios años, los datos fueron apilados en la biblioteca del sótano por nuestros antepasados. Apenas pude encontrar esto, la escritura es antigua y el papel está desgastado, pero se conservaron bien.

“La biblioteca secreta de la familia Arank es un lugar al que nunca entre, pero sé que ahí se resguarda antigua información que incluso la corona prohibió. El acceso es restringido solo al duque y por ende, es el único quien puede ordenar tanta información recopilada en un lugar supuestamente grande. Y mi padre se tomó el tiempo para ayudarme dejando entrar a Vladimir”.

—¿Tiene relación con el tirano de Almatz? —Diannel observo el papel y noto los dibujos de dos siluetas (un hombre y una mujer). Su pregunta fue respondida cuando noto el dibujo de un cuervo en la silueta del hombre y en la mujer una rosa.

—El cuervo fue el escudo de Lionert “Corazón Negro”, desde entonces el ave es tomado como un mal augurio y ya casi nadie recuerda que fue el símbolo de una casa.

Diannel le pidió a Maydi llamar a Erika (bajo otro nombre de sirvienta delante de su hermano). Le explico a Vladimir que conocía a una sirvienta que sabía leer las escrituras antiguas. Por suerte, el joven duque no hizo muchas preguntas pero no ocultó su sorpresa ante la rápida traducción de la extraña señorita.

—Es un hechizo de atadura y una maldición de restricción —respondió Erika con otro disfraz—. Se usó maná natural y oscuro por igual para realizarlo, así nunca desaparece. Su propósito es atar a una persona hacia otro a quien se le pone la restricción. Es muy complicado, pero en simples palabras es así: el corazón de una primera persona es hechizado para enamorarse de la segunda persona a quien se le maldice para nunca amar a la primera persona. Y aquí no se acaba, porque tanto el hechizo como la maldición persisten gracias al otro y nunca se esfuman, solo que el hechizo es arbitrario. Lo que significa que ambos siguen persistiendo aun. No quiero imaginar a los pobres desafortunados que caigan victimas de esto.

—¿En el texto dice a quien se le coloco el hechizo y maldición? —pregunto Diannel.

—El hombre del cuervo fue hechizado y la mujer de la rosa maldecida.

—Dijiste que el hechizo es arbitrario y la maldición no —dijo Vladimir.

—La maldición está atado a la mujer de la rosa y todos sus descendientes, fue ligado intencionalmente. Por otro lado, el hechizo es libre de escoger porque no está atado a un linaje en específico, pero aparece en cuanto la maldición despierta. Pero se requiere una gran cantidad de maná oscuro para despertar una maldición así que seguro lleva dormida miles de años. Aquí dice que el primer hombre que mire a la mujer maldita sin malicia será elegido por el hechizo. También que fue creado únicamente para causar dolor interno.

—Tiene sentido, el rey Lionert no pudo enamorarse tontamente de la nada luego de años concentrado en su conquista —dijo Vladimir—. Alguien debió hechizarlo, tal vez la mujer…

—No lo creo —interrumpió Erika—, para que el hechizo y la maldición funcionaran, tuvieron que mantener a estos dos ignorantes al asunto. La inocencia era clave para crear una perfecta ilusión de primer amor. Además, la mujer fue maldecida, lo que significa que su alma no tendrá perdón y su vida estará llena de infortunios. Y si esta mujer es la famosa amante del peor tirano, queda claro que nada bueno le paso.

—La amante fue encarcelada, vio a sus seres queridos morir por el hombre que decía amarla, la atormentaba con su amor cuando ella deseaba la libertad. Algunos dices que se suicidó, otros que él la mato al no poder soportar su rechazo —dijo Vladimir—. Su muerte impulso la primera rebelión en Almatz en nombre del primer emperador. Arank no existiría sin ella, además salvo muchas vidas suplicando y filtro información a su hermano, el líder de la rebelión.

—El origen de su familia se lo deben a una mujer que los historiados prefieren ignorar o insultar —comento Erika burlonamente pero luego cambio de expresión al notar la seriedad de los hermanos—. Como sea, esto solo dice que las mujeres de su familia fueron maldecidas, pero no tienen de que preocuparse. Esa maldición lleva dormida años y se necesitaría bastante maná oscuro para despertarla. Así que no hay un loco enamorado que vaya detrás de…

Erika dejo de hablar al darse cuenta, los hermanos se miraron y de inmediato los tres pensaron en la actual relación de los duques Verlur. Oliver amaba a Diannel, pero ella no, su relación solo tenía mentiras, traición y dolor pero esa obsesión persistía aterradoramente. Aunque, la duquesa tuvo otra opción al recordar que la familia de su esposo estaba bendecida por Heitor.

—Debe ser una locura y ya, lo de mi esposo no es un hechizo. Y dudo mucho que algún mago oscuro usara tanto poder en mí como para activar esa maldición.

—Tiene razón, duquesa —respondió Erika—. Pero es valiosa información. Este hechizo y maldición no dan un buen final a sus afectados.

Luego de escuchar toda la información del papel, Vladimir acompaño a la joven doncella de su hermana para su habitación temporal en el palacio. Diannel se quedó a solas con Erika quien cancelo su magia de disfraz para hablar de otro asunto. Aunque deseaba continuar sobre el papel del joven duque de Arank, tenía noticias más importantes que decir relacionadas a Lord Denven, noble de Raintras y el mayor aliado de la duquesa dorada:

—Logre despistar a Lord Denven del espía de Rosenia, consiguió valiosa información sobre la extraña acumulación de pólvora y un peculiar negocio de tráfico de animales pequeños pero mortales si el maná oscuro los agrandara. Como serpientes o escorpiones

—Abraham dijo que las serpientes y escorpiones que atacaron en Venesten no eran monstruos —Diannel comenzó a ver la retorcida sonrisa de la duquesa dorada en su mente, una imagen tormentosa—. Erika, no hay salida para tu madre si está relacionada con los magos oscuros.

—Lo sé, sería su muerte y el ascenso de Rosenia como la nueva duquesa de Raintras.

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