El Gato en la Ventana.

La noche seguía extendiéndose sin fin, y Rig no encontraba descanso. Mientras el reloj marcaba las horas, su mente seguía atrapada en un torbellino de pensamientos oscuros. La sensación de desasosiego era casi tangible, y la opresión en su pecho se hacía más pesada con cada minuto que pasaba. A medida que la madrugada se adentraba, Rig se preguntaba si alguna vez podría liberarse de la angustia que lo acosaba.

En un momento de desesperación, Rig se levantó de la cama y se acercó a la ventana. La habitación estaba en penumbra, y la luz de la luna apenas iluminaba el exterior. Al mirar hacia fuera, la silueta de la casa vecina se destacaba en la oscuridad. La tranquilidad de la noche parecía ser una cruel ironía frente al tormento interno que enfrentaba. Sin embargo, algo en el exterior captó su atención: un par de ojos brillantes que se reflejaban en la ventana.

Rig se acercó más a la ventana, el corazón latiéndole con fuerza. Los ojos brillaban en la oscuridad, y su intensidad parecía desafiar la calma de la noche. Eran ojos de un negro profundo, con un brillo que parecía hipnótico y perturbador. Rig se preguntó si estaba viendo una ilusión o si realmente había algo allí. La curiosidad y el miedo se mezclaban en su mente mientras intentaba enfocar su visión.

De repente, un gato negro apareció en la ventana, su cuerpo delgado y elegante moviéndose con una gracia inquietante. Sus ojos seguían brillando con una intensidad casi sobrenatural, y Rig sintió un escalofrío recorrer su espalda. El gato se quedó quieto, mirándolo fijamente con una intensidad que parecía atravesar el vidrio. La conexión entre ellos era palpable, y Rig se sintió atrapado en una especie de trance.

El gato parecía estar observándolo con una inteligencia que iba más allá de lo común, y Rig no podía apartar la mirada. El silencio de la noche se volvió aún más denso, y el gato en la ventana parecía ser el único punto de referencia en un mar de oscuridad. A pesar de su miedo, Rig sintió una extraña atracción hacia el gato, como si hubiera una conexión inexplicable entre ellos.

La situación se volvió más inquietante cuando el gato comenzó a maullar en un tono bajo y melancólico. El sonido era casi como un lamento, y Rig sintió que la angustia que había estado sintiendo se intensificaba. El maullido parecía resonar en sus entrañas, y la sensación de desesperación se hacía más aguda. Rig trató de moverse para alejarse de la ventana, pero sus piernas se sentían pesadas y entumecidas.

Finalmente, el gato se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad, dejando a Rig solo con sus pensamientos y sus miedos. La sensación de vacío y soledad que quedó después de la desaparición del gato era abrumadora, y Rig se sintió aún más perdido. La conexión que había sentido con el gato parecía haber dejado una marca indeleble en su mente, y la sensación de que algo oscuro y siniestro estaba acechando en las sombras persistía.

Rig regresó a la cama, su mente llena de imágenes perturbadoras y una creciente sensación de desesperanza. La aparición del gato en la ventana parecía ser un presagio de algo más oscuro y peligroso, y Rig se preguntaba qué significaba todo esto. La noche seguía extendiéndose, y la lucha interna que enfrentaba parecía más intensa que nunca.

Mientras trataba de encontrar algún tipo de descanso, Rig se dio cuenta de que su batalla con sus propios miedos no había hecho más que comenzar. La aparición del gato negro había añadido una nueva capa de misterio y terror a su vida, y Rig sabía que debía enfrentar sus demonios internos para encontrar la paz que tanto anhelaba.