Luces que Parpadean.

La noche había comenzado de nuevo y Rig, exhausto por la falta de sueño y la constante sensación de terror, se encontró una vez más atrapado en el ciclo de insomnio. La lámpara de noche parpadea de manera errática, su luz débil proyectando sombras inestables en las paredes.

Cada parpadeo parecía marcar un momento de tensión, como si la habitación misma estuviera participando en su tormento.

Rig intentó ignorar el parpadeo de la lámpara y concentrarse en pensamientos positivos. Recordó las ocasiones en las que había sido capaz de enfrentar desafíos y superar obstáculos. Sin embargo, el parpadeo continuo de la luz parecía aumentar su ansiedad, creando una atmósfera de inquietud que lo envolvía. La luz intermitente parecía sincronizada con el ritmo de su pulso acelerado, como si estuviera reflejando su creciente desesperación.

Se levantó de la cama y se acercó a la lámpara para intentar arreglarla. La bombilla estaba tibia al tacto, y Rig sintió que algo no estaba bien. La luz parpadeaba con más intensidad, como si estuviera tratando de comunicar algo que él no podía entender. Cada vez que trataba de ajustar la lámpara, el parpadeo se volvía más errático, y la sensación de que algo oscuro estaba a punto de ocurrir se hacía más palpable.

Rig miró alrededor de la habitación en busca de alguna otra fuente de luz, pero el resto de la casa estaba en silencio. La oscuridad en el exterior parecía profundizarse a medida que avanzaba la noche, y el único respiro de luz en su habitación era el parpadeo errático de la lámpara. La desesperación se apoderó de él, y la sensación de que algo siniestro estaba acechando en las sombras se intensificó.

A medida que la lámpara continuaba parpadeando, Rig trató de distraerse con pensamientos sobre el día que había pasado. Recordó conversaciones con amigos y actividades que solían alegrarlo, pero la luz intermitente seguía siendo una distracción constante. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen del parpadeo de la lámpara se grababa en su mente, y el sueño se convertía en una lucha interminable.

Finalmente, Rig decidió apagar la lámpara y enfrentar la oscuridad directamente. Se volvió a meter en la cama, tratando de dejar que sus sentidos se adaptaran a la falta de luz. Sin embargo, la oscuridad parecía aún más abrumadora sin la luz de la lámpara. Las sombras en las paredes se volvían más prominentes y amenazadoras, y la sensación de que estaba atrapado en un lugar oscuro y peligroso aumentaba con cada minuto que pasaba.

La noche se alargó, y Rig se sintió atrapado en un ciclo de pensamientos inquietantes y miedos implacables. La oscuridad parecía volverse más densa y más opresiva con cada hora que pasaba. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse en calma, la sensación de terror persistía, y Rig se preguntaba si alguna vez encontraría alivio de su angustia.

La oscuridad y el parpadeo de la lámpara se convirtieron en símbolos de su lucha interna. Cada parpadeo parecía ser una señal de que el terror estaba a punto de desatarse, y cada sombra en la habitación parecía esconder secretos oscuros que no podía comprender. La noche se extendía como una prueba interminable, y Rig se aferraba a la esperanza de que el amanecer traería consigo una sensación de paz y claridad.

A medida que la noche avanzaba, Rig luchaba por mantenerse despierto, temeroso de lo que podría encontrar si se permitía dormir. La sensación de que estaba atrapado en una pesadilla sin fin se hacía más fuerte, y el parpadeo de la lámpara se convirtió en un recordatorio constante de la batalla que enfrentaba. La esperanza de encontrar un respiro en la oscuridad se desvanecía, y Rig se preparaba para enfrentar otro día en su interminable lucha contra el miedo.