Retorno de la Pesadilla.

Rig se encontraba atrapado en una profunda inquietud mientras la noche avanzaba, y la esperanza de encontrar paz se desvanecía lentamente. A medida que los minutos se transformaban en horas, la oscuridad que lo rodeaba parecía cobrar vida, llenando el espacio con una presencia opresiva y palpable. El sueño, que había estado tan cerca de él durante la tarde, ahora parecía completamente fuera de alcance.

Finalmente, Rig se quedó dormido en un estado de agotamiento absoluto, solo para encontrarse de inmediato en el mismo terreno de pesadilla que lo había atormentado durante las últimas noches.

Se encontró de nuevo en el vasto y oscuro paisaje de su sueño, rodeado por las mismas sombras inquietantes y figuras siniestras. El cambio de la vigilia al sueño fue tan abrupto que no tuvo tiempo de prepararse mentalmente para lo que estaba por venir.

Las sombras que antes se movían en la esquina de su habitación ahora se manifestaban en el sueño, proyectando una oscuridad aún más profunda. Los gatos negros con facciones humanas, que habían sido sus compañeros de pesadilla, estaban allí de nuevo, sus ojos brillantes y penetrantes enfocándose en él con una intensidad que desafiaba la lógica. La presencia de estas criaturas en su sueño era tan vívida y aterradora que Rig sintió como si estuviera atrapado en una versión distorsionada de su propia realidad.

Rig intentó moverse, pero sus extremidades parecían pesadas e incontrolables, como si estuvieran atrapadas en un manto de cemento. Cada intento de escapar solo lo sumía más en la pesadilla, y el temor se acumulaba, creando una sensación de desesperación que parecía interminable. Las voces susurrantes que había escuchado en la vigilia ahora eran más fuertes y claras, sus palabras cargadas de una malicia que Rig no podía ignorar.

A medida que avanzaba en el sueño, Rig se dio cuenta de que los gatos negros no solo lo observaban, sino que parecían estar tramando algo. Su comportamiento era más inquietante que nunca, sus movimientos calculados y deliberados.

La sensación de que estaban planificando algo contra él se hacía más intensa, y Rig sintió una oleada de pánico que lo envolvía, como si estuviera a punto de enfrentar una amenaza desconocida.

Las figuras oscuras parecían rodearlo, susurrando en un lenguaje incomprensible que resonaba en sus oídos. La incomodidad se intensificaba a medida que las sombras se movían más cerca, y Rig se sentía cada vez más atrapado. Intentó gritar, pero su voz parecía ser absorbida por la oscuridad, sin llegar a salir de sus labios. La desesperación crecía con cada segundo que pasaba, y Rig se preguntaba si alguna vez podría escapar de este ciclo de terror.

En un momento de claridad, Rig se dio cuenta de que el sueño no era solo una manifestación de su miedo, sino una confrontación directa con algo más oscuro. La sensación de estar siendo observado por una fuerza desconocida se volvía cada vez más evidente, y Rig comprendió que la pesadilla era un reflejo de su propia angustia interna. La conexión entre su mundo onírico y la realidad se volvía más difusa, y la lucha por distinguir entre los dos se hacía cada vez más difícil.

A medida que el sueño avanzaba, Rig sintió que la presión aumentaba, como si una fuerza invisible lo estuviera aplastando. El pánico lo envolvía, y la idea de que la pesadilla no terminaría lo mantenía en un estado de terror constante. La angustia se manifestaba en cada rincón de su mente, y Rig deseaba desesperadamente encontrar una salida, una forma de romper el ciclo y recuperar un sentido de normalidad.

Finalmente, la pesadilla alcanzó su punto culminante, y Rig sintió una presencia aún más poderosa y aterradora que cualquier cosa que había experimentado antes. La sombra oscura que se formaba ante él era imponente y amenazante, y Rig supo que estaba a punto de enfrentar su mayor temor. La sensación de estar atrapado en un laberinto de terror sin fin se apoderaba de él, y Rig se preparó para la confrontación final, sabiendo que la lucha por su libertad estaba a punto de comenzar.