Capítulo 19. Saldar deudas

Jade tarareaba una canción, mientras observaba las herramientas que estaban sobre la mesa, Leonardo la seguía por el lugar sin decir nada, ella parecía estar concentrada y fascinada con lo que veía.

─Jamás he hecho esto ─dijo emocionada ─Pero dicen que echando a perder se aprende…

Leonardo dejó salir una pequeña risita.

─Está bien, no lo tienes que regresar… esta vez no es necesario.

─¿A qué te refieres?

─Bueno… Hace unos días amenacé a la emperatriz, le dije que escondiera a su hijo y parece que me hizo caso ─se encoge de hombros, restando importancia ─Cuando lo encontré, iba rumbo a la frontera, tal parece que deseaba salir del continente.

Jade lo mira sorprendida, pues desde la capital de Kevel hasta la frontera, era un gran recorrido, así que Leonardo debió buscarlo en su forma de lobo, pero si ese era el caso, la emperatriz debe pensar que su hijo está a salvo, así que se gira para ver al chico atado y sonríe.

─Esto es aún mejor.

Leonardo la sujeta de la cintura y deja un beso en su frente.

─Lo dejaré en tus manos ─el chico le sonríe ─Estaré cerca…

El chico sale de la habitación, mientras que Jade solo le ve irse, se escuchan sus pasos arriba, por lo que entiende que él, se quedara dentro de la cabaña.

Jade suspira y sigue con lo que estaba haciendo, se coloca unos guantes que le había entregado Leonardo antes y toma unas pinzas, se acerca a Alejandro, mientras este le mira con miedo.

─¡Ah!, esto me trae viejos recuerdos… ¿No lo cree? ─el chico intenta decir algo, pero no le sale la voz ─Esta vez empezaremos con algo clásico, primero arrancaré todas sus uñas de manos y pies, luego cortaré sus dedos, ¿Está listo?

Un estremecimiento recorre el cuerpo del chico, mientras Jade le sonríe amable, ella se inclina para sujetarle la mano, jamás había pensado en hacer algo igual, pero desde que vio la información que Robert le dio, su sangre hervía de solo recordar, a ella nunca le gustaron mucho los bebes, pero jamás lastimaría a uno.

Ella acerca las pinzas a uno de los dedos y toma la uña y la levanta un poco, el chico tensa su mano al sentir el dolor y grita, pero su voz amortiguada por la mordaza, Jade tira de la uña con fuerza y la termina arrancando.

“Creo que falta algo” Pensó.

Se acercó al chico y liberó la boca de este.

─¡Detente! ─dijo enseguida ─Te pagaré lo que sea.

El chico parecía desesperado, Jade sonríe, pues es justo lo que le faltaba, escuchar como suplica ese tonto príncipe.

─Vamos príncipe ─le sonríe radiante ─Todavía quedan diecinueve uñas más… ¡Yo sé que usted puede!

El cuerpo de Alejandro tembló cuando sintió que Jade volvió a tomar su mano, gritó fuerte cuando otra uña fue arrancada, sus dedos empezaban a llenarse de sangre, mientras la chica seguía con su labor.

─¡Por favor, detente! ─suplicó el chico.

─Dígame algo, príncipe ─dijo mirándolo seriamente ─¿Recuerda cuántas veces le supliqué que se detuviera? ¿Acaso se detuvo? ─suspira y luego se levanta ─Sin mencionar a todas esas chicas que violó y a sus hijos, ninguno de ellos se merecía lo que les pasó… 

─¡ENTONCES MÁTAME DE UNA VEZ! ─grito.

Jade se cruzó de brazos, viendo al chico con una expresión de molestia.

─No, no mereces morir de inmediato, tienes que sufrir de la misma forma que lo han hecho esas mujeres inocentes… 

Jade se acercó de nuevo y volvió a usar las pinzas, continuando con su trabajo. Primero arrancó las uñas de las manos y luego la de los pies, Alejandro siguió suplicando, pero la chica no le volvió a dirigir la palabra, pues sentía que era inútil hablar con él. Cuando terminó dejó las pinzas en la mesa, para tomar otra que parecía un alicate y comenzar a cortar los dedos del chico, la habitación se llenó de gritos desgarradores y en ocasiones Alejandro se desmayaba, pero enseguida se despertaba al sentir el dolor.

─¡Por… favor, no más! ─suplico, casi inconsciente.

El último dedo había sido cortado y bajo él, había un charco de sangre, Jade sabía que debía estar llegando a su límite debido a la sangre perdida.

─Dejame ver… aun quería arrancarte un par de dientes y cortarte la lengua… o quizás retirar un ojo.

Alejandro cerró los ojos y Jade dio un suspiro, era obvio que ya no despertara, moriría desangrado, así que tomó un cuchillo, se colocó detrás del chico y tomando su cabeza pasó el filo por el cuello, pero ni así despertó él. Jade se quitó los guantes, estaban llenos de sangre, tanto seca como reciente, los colocó sobre la mesa y subió las escaleras.

Cuando llegó a la cabaña, vio a Leonardo en la cocina, estaba preparando algo y la mesa ya se encontraba puesta, al verla, el chico le sonríe.

─Pensé que tendrías hambre ─dijo mientras le enseñaba fruta picada ─Ve a tomar un baño y comemos juntos. Ya he preparado el baño.

Jade se miró el vestido, le cayeron unas gotas de sangre, no estaba mal comer un poco, pero le preocupa tener un cadáver debajo.

─¿Qué hay de? ─la chica señala el sótano.

Leonardo deja el cuenco sobre la mesa y se acerca a ella.

─No te preocupes, me encargaré de eso.

Jade aceptó y entró a la habitación, en verdad quería darse un baño, encontró un vestido sencillo sobre la cama, Leonardo lo había dejado ahí. Luego de terminar de asearse, salió vestida y el chico ya tenía todo preparado, le ayudó a sentarse y se dispusieron a comer, ya era casi el amanecer, por lo que la comida que preparó Leonardo era ligera, ambos hablaron a gusto.

Como ya casi era de mañana, Jade tenía que regresar a su casa, no debían enterarse de que ella no estuvo en su habitación, así que igual como llego ahí, Leonardo la llevó de regreso, pero no se quedó con ella, pues debía regresar a resolver algunos asuntos.

____________________

Una disculpa por no actualizar ayer, espero que disfrutarán el capítulo... algo cortó, pero al fin la rata ya cayó, falta una 😂

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***