Capítulo 11. Fiesta

Debido a que en la mansión todos estaban atareados, Dori, Jade y Leonardo, solo se pudieron reunir dos veces, pero pudieron poner a Leonardo al corriente, Jade le explicó que, la oficina de la Marquesa, era un área restringida para todo el personal a excepción del mayordomo, ella pudo entrar un par de veces y sabe que ahí se encuentra toda la información para atraparla, además de que debajo había un sótano, donde mantenían jaulas vacías, aún no se sabía con qué propósito, Jade cree que las utilizaran en la fiesta, pues la fiesta no será más que una fachada para hacer una reunión secreta con nobles importantes.

El día de la fiesta llegó, Leonardo estaría con los demás sirvientes, para recibir y atender a los invitados, Dori estaría en la cocina, mientras que Jade fue llevada junto a un grupo de jóvenes, quienes se encargaron de atender a los invitados especiales. La marquesa ordenó que se les diera un baño y ropa limpia, vestidos algo sugerentes, con escotes pronunciados, al verlas listas la mujer sonrió.

La marquesa era una mujer delgada, de cabello negro y ojos cafés, tenía una expresión de fastidio en todo momento y traía maquillaje excesivo, con un vestido bastante revelador, Jade la observo, parecía más la típica dueña de un burdel.

─Mis niñas ─dijo viendo a todas ─Espero que se porten bien y que atiendan como es debido a los invitados, con suerte podrían convertirse en sus amantes o por lo menos en sus juguetes favoritos.

─Si, señora ─contestaron todas.

─Que lindas ─sonríe la mujer, pero su mirada se detiene en una de las chicas ─Tú ─dice señalando a Jade ─¿Cómo te llamas?

Jade levantó la mirada y dio un paso al frente.

─Sara, mi señora ─la chica hace una reverencia.

La marquesa se acercó y tomó el rostro de la chica, mientras la hacía girar de un lado a otro, pues a su parecer era bastante linda.

─Eres demasiado hermosa ─dijo sorprendida ─Tú vendrás conmigo… me conseguirás buenos tratos. Las demás pueden irse.

Las otras jóvenes salieron un poco temerosas, ellas no querían estar en ese lugar, pero no se podían negar. Mientras que Jade permaneció al lado de la mujer, quien le hizo una señal para que la siguiera.

El sótano era un sitio enorme, pero cuando llegaron a una sala, la pelirosa quedo asombrada por lo que veían sus ojos, había un gran salón de baile, con sillas y mesas con comida, había unos sirvientes terminando de arreglar. La marquesa siguió caminando, hasta llegar a una puerta que estaba detrás de un escenario montado, eso parecía una sala de subastas más que otra cosa. Al entrar, se podía notar una parte de las jaulas, que estaban tapadas con sábanas y al fondo se encontraba un hombre encadenado, la marquesa se acercó a él, pero este estaba en malas condiciones.

─¡Será mejor que te detengas! ─dijo el hombre apenas la vio.

Jade o reconoció por las pinturas que estaban en toda la casa, ese hombre era el marqués Simón, según la mujer, su esposo está en viaje de negocios, por lo que no se encuentra en la mansión, pero ahora ve que todo es una farsa, al principio pensó que lo había matado para tener el control en la mansión, sin embargo, lo mantiene prisionero.

─Tranquilo querido ─dijo con burla, la mujer ─Pronto estarás en un lugar mejor, ya tengo comprador para ti ─la mujer pasa su mano por la mejilla del hombre ─Al igual que esas bestias.

─Lo que estás haciendo, lo sabrá su majestad… ¿Qué crees que te hará, cuando lo descubra?

La mujer da la vuelta, mirando a Jade.

─Querida ─le dijo ─Si te portas bien, tal vez te dé un regalo, siempre y cuando me ayudes a conseguir cerrar mis negocios ─la mujer se acerca y pasa su brazo por el hombro de la chica ─Será fácil… los hombres piensan con la cabeza de abajo, antes que la de arriba, más cuando hay una chica linda junto a ellos.

Por dentro Jade se retorcía de coraje, le daba asco estar cerca de esa mujer.

─Claro mi señora ─dijo con una sonrisa.

La mujer corresponde la sonrisa y se separa de ella, para luego colocarse junto a una de las jaulas.

─Si lo haces bien, podrías terminar con uno de estos ─la marquesa levanta la sábana que cubría la jaula, dejando ver a un hermoso lobo albino, quien estaba encadenado y tenía un bozal ─A que es hermoso, ¿verdad?

Jade quedó impresionada al ver al animal, ella más que nadie, conocía a los lobos, pero aquel, era enorme, su pelaje parecía como si brillara, era totalmente hermoso, pero al ver sus ojos, estos estaban apagados, sin brillo, algo se estrujó en su corazón, algo tan hermoso debía estar en la naturaleza, libre y feliz. Aunque quería liberarlo, se obligó a calmar sus sentimientos y mantener la compostura, ya tendría tiempo de ajustar cuentas con esa mujer.

─Es hermoso, mi señora ─respondió la chica.

─Lo sé y eso que no has visto todo, en fin… ─se aleja la mujer ─Vamos, que casi es hora.

Jade, al ver a la mujer salir, se acercó a la jaula y observó al animal.

─Tranquilo, aguanta un poco más y serás libre, tienes mi palabra ─dijo sonriente.

La chica salió corriendo para seguir a la marquesa, mientras que el lobo se quedó quieto, mirando por donde esas dos mujeres habían salido.

Durante la tarde, ya iban llegando los invitados, por lo que los tres chicos tuvieron que reunirse de emergencia para repasar el plan. Leonardo se infiltrará en la oficina de la marquesa, mientras que Dori debe encontrar una vía de escape, por si algo sale mal, mientras que Jade vigila a la marquesa. En ese momento Jade le contó que el marqués Simón aún está vivo y que si lo sacan con vida del lugar, puede ayudarles en contra de su esposa, Leonardo acepta, pero no quiere que se exponga la chica, sin embargo, Jade no solo quería ayudar al marqués, sino también a los animales que hay en las jaulas, pues en ellas debe haber animales exóticos o incluso otros lobos, pero eso no le dijo a Leonardo.

Los tres se despidieron y se marcharon a sus puestos.

Jade, no era mucho de seguir planes u órdenes, además de que si actuaba, esta vez no tenía a Nino para ayudarle, aunque tenía magia.

“En verdad te extraño, Nino” Pensó la chica “Solo espero que esté cuidando bien de Doc”

Doc era el perro que habían encontrado, el cual lo usaban como cebo, para entrenar a perros de pelea.

La chica se apresuró a ir donde estaba la marquesa, cuando llegó al lugar, pudo notar que algunos invitados estaban ya en el lugar, pero llevaban máscaras rojas, que cubrían sus rostros, las únicas personas sin máscaras eran los sirvientes que atendían a los nobles. A lo lejos vio a la marquesa, quien llevaba sujetado con una cadena a aquel lobo que había visto antes.

Jade se acercó a la mujer y esta la vio con una sonrisa.

─¡Oh!, querida que bueno que vienes ─dijo la mujer tomándola del brazo ─Le dije que era hermosa ─le dice a un hombre junto a ella.

Jade observó al hombre y algo se le hizo conocido, un escalofrío recorrió su espalda, a pesar de llevar una máscara, podía ver sus ojos de color violeta, en ese momento el hombre soltó una pequeña risita y Jade comprendió quien era.

─Sabía que eras una ramera ─dijo con burla el chico.

Jade sonrió, tal vez su suerte le sonríe, no solo podrá rescatar a un precioso lobo, sino también culminar su venganza.

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Perdon por la hora, se me paso publicar el capítulo durante el día, pero aquí esta y espero que lo disfruten y gracias por el apoyo que le dan a la novela 😉🤗

También una disculpa si en los dos anteriores capítulos hay errores, es que no los pude leer antes de publicarlos...

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