El viaje había sido pesado debido a su necedad de no hablar entre ellos, cada uno esperaba la disculpa del otro, pero no hubo nada. Llegaron a la frontera rápido, gracias a que se detuvieron en la academia y ahí, los magos con un hechizo de teletransportación.
En la frontera ya los estaba esperando un chico, de cabello y ojos marrones, parecía ser de la misma edad que Leonardo o quizás un poco mayor, llevaba una túnica oscura, se presentó con el nombre de Niccolò, sin apellido, lo que le hizo gracia a Jade, pues ninguno decía su apellido. Niccolò los llevó hasta una cabaña donde se encontraban otros hombres y una que otra mujer, todos llevaban los mismos atuendos, Leonardo la presentó con los demás y las chicas presentes enseguida la integraron a su grupo.
─No debes temer ─dijo una chica alta, de cabello largo, negro y ojos del mismo color ─Por muy sucios que se vean, son bastante respetuosos y los que no… simplemente dale en los junior y no pares ─la chica le sonríe divertida ─Por cierto, soy Mara.
Otra chica se acercó, esta era más pequeña, de su misma estatura, de cabello corto, rubio y ojos grises.
─No le hagas caso a Mara, se vale de cualquier excusa para castrar a los hombres ─le dice en un susurro y luego se aleja un poco ─Yo soy Dori… vimos que llegaste con el jefe, ¿No es guapo? ─da un suspiro.
Jade sonríe de manera forzada, solo de recordar a Leonardo le molesta.
─Espera… ─dice dándose cuenta ─¿Jefe?
Las chicas se miran entre sí, algo confundidas.
─Si ─dijo Mara ─León es nuestro jefe, pensé que lo sabías, ya que él te trajo… ─ella se queda pensando un poco y luego sigue ─Por cierto, ¿De dónde te saco? Tienes pinta de noble.
“Algo no está bien, además ¿León? ¿Qué no se llama Leonardo? Aunque es similar”
Jade se quedó pensando, no quería hacer preguntas que terminarán arruinando su vida, algo escondía ese tipo.
“¿Pero por qué me presento con mi verdadero nombre? Aunque no dijo mi apellido”
─Eh… La verdad lo conocí por casualidad…
─Se ve tan sexi cuando salva a las personas ─interrumpe Dori, con una mirada llena de ilusiones ─Y más cuando entrena… y se quita la camisa.
Tanto Mara como Jade le ven con una expresión indescriptible, mientras ella seguía delirando.
─Disculpa a Dori ─dice Mara bastante avergonzada ─Pero, eso sí ─la mira más seria ─No intentes nada con el Jefe… se puede ver muy amable y considerado, pero si tratas de meterte en su cama, puede matarte.
─Descuida ─dice incómoda, Jade ─La verdad no me interesan mucho los hombres, en cambio, la compañía de un buen canino, ya es otra historia.
Mara se queda sorprendida al escuchar eso, pues no había chica del escuadrón que no sueñe con el jefe, aunque sea pasar una noche con él. Mara y Jade siguieron hablando por un rato más, mientras que Dori aún no se daba cuenta de que nadie la estaba escuchando.
Durante los siguientes días, las chicas instruyen a la nueva recluta y Mara al ser la más experimentada era quien le ayudaba, tenían un trabajo que hacer dentro de tres semanas en los cuales solo irían Leonardo, Niccolò, Mara y Jade, así que esta última debía estar preparada para la misión.
Jade, quien en su antigua vida jamás había hecho ejercicio y el cuerpo que ahora tenía, tampoco era fuerte, le fue difícil mantener el ritmo que marcaba Mara, pocas veces pudo ver a Leonardo y cuando se encontraron, él menciono que no le llamara por su nombre, solo jefe y que ocultara su magia de luz, algo que molestó a la chica.
El avance de la pelirosa fue sorprendente y dejó impresionado a muchos, incluso empezó a tener combates como entrenamiento.
Leonardo observaba todo de lejos asombrado por la rapidez con la que aprendía la chica.
─¿Está seguro de esto? ─pregunta Niccolò, al lado del pelinegro ─Esa chica puede verse inocente, pero es peligrosa.
Leonardo no aparta la mirada, sabía que Niccolò decía la verdad, pero había algo en ella que no podía describir como si una fuerza invisible lo mantuviera atado a ella.
─Lo sé… sé que es muy peligrosa, pero también recuerda que es la hija del general Hilton.
Niccolò guardó silencio, observó a Jade por un momento y luego regresó su mirada a Leonardo, quien seguía observando a la chica.
Las semanas pasaron y el momento de partir llegó, los cuatro se prepararon, a Jade le fue entregado un uniforme igual al de los demás, completamente negro, al igual que una túnica del mismo color. Viajaron a un pueblo cercano, donde se supone encontrarán información valiosa sobre uno de los nobles.
Lo que no entendía Jade era el motivo de estar haciendo todo eso, ya que, tales nobles estaban preparando un ataque contra el emperador, querían cometer traición. Niccolò averiguó que su líder frecuenta una taberna de mala muerte, en un pueblo pequeño sin nombre.
Al llegar dejaron los caballos lejos y siguieron a pie, el pueblo era demasiado pequeño, por lo que no les costó encontrar la taberna.
─Mara, Jade entrarán para inspeccionar el lugar ─dijo Leonardo ─Si ven al conde, traten de sacarlo sin llamar la atención.
─En pocas palabras nos manda a seducirlo ─dijo algo molesta Jade.
No era que ella no hubiera hecho eso antes, más bien era el ser mandada a hacerlo, mientras que Niccolò le ve de mala gana.
─Acaso no puedes seducir a un hombre, ¿Eh, pequeña? ─responde irritado el pelinegro ─Solo tienes que sonreír y tu rostro lo hará todo, deja que Mara hable…
Mara se puso tensa al ver la ferocidad con la se estaban viendo esos dos, así que sujeta del brazo a Jade y la obliga a avanzar.
─Así será jefe… ─dijo nerviosa Mara.
“Maldito arrogante… juro que me las pagara”
Jade avanzaba de mala gana y Mara solo súplica para que la chica no se desquite con ella, pues jamás nadie se había enfrentado al jefe, nadie tenía el valor o la estupidez de hacerlo. Ambas chicas entraron al sitio, por suerte Mara sabía quién era el noble que buscaban.
El conde Miller, era un hombre de casi cincuenta años, chaparro, calvo y gordo, el hombre había trabajado como asistente del emperador por algunos años, hasta que fue sustituido por alguien más, por orden imperial, el conde se sintió herido, pues ya no podía seguir aprovechándose de su puesto y haciéndose más rico.
Mara le hizo una señal a Jade para indicarle al hombre, la pelirosa enseguida muestra su cara de asco.
“Pensé que todos los personajes de la novela se verían bien… creo que me equivoque”
Jade decidió quedarse detrás de Mara, ellas se acercaron y se sentaron junto al hombre que estaba en la barra.
─Buenas noches mi Lord ─dijo Mara con un tono sensual.
El hombre volteó a verla, entrecerró los ojos algo desconfiado. Jade, quien estaba siendo bloqueada por Mara, hizo un gesto de negación, así que se levantó y se alejó un poco. Mara le siguió dando plática al hombre, pero este no parecía interesado, por lo que bebió su copa y luego se levantó de su asiento.
“¿En serio? Esta mujer debe ser más discreta”
La chica ve venir al hombre, era su momento de actuar, camino algo descuidada y tropezó con el conde, el hombre la sujetó por instinto, Jade lo observó sonrojada y con su mirada abrumada, daba la impresión de estar borracha.
─L-lo siento ─dijo arrastrando las palabras ─Soy tan torpe…
Jade pegó más su cuerpo al hombre y este le sujetó la cintura, mientras una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro, pues la chica era hermosa y se veía inocente.
─Descuide señorita ─dijo el hombre ─Venga, siéntese un momento.
El conde la ayudó a sentarse en uno de los lugares libres, él también tomó asiento junto a ella.
─Que pena con usted ─Jade se muestra avergonzada ─Usted es tan bueno… ─se escucha un pequeño sollozo y unas lágrimas corren por sus mejillas ─Lo siento… es que… no soy así…
El hombre se acerca, la abraza a modo de consuelo, algo que le desagrada a ella, pero se controla, pues siente como el hombre pasa su mano por toda su espalda.
─Tranquila, puede contarme y tal vez le ayude, dándole consuelo…
“Si ¿cómo no? Viejo asqueroso”
─Oh, mi Lord ─correspondió al abrazo ─Con que me escuche es más que suficiente…
─¿Le parece si vamos a un sitio más privado para hablar? Como puede notar, este no es un buen lugar.
─Claro.
Jade salió con el hombre del lugar, Mara ya había regresado con los otros dos, cuando la pelirosa salió del lugar, Niccolò y Leonardo estaban por entrar en acción, cuando Jade voltea en su dirección y con un gesto les dijo que esperaran, así que se detuvieron y los siguieron hasta una cabaña apartada del pueblo.
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Comments
GenesisYD
Jajajajaja Toda familia, toda calle, todo grupo de amigos, y toda historia, tienen a un feo 😂😂😂🤭
2023-07-30
13
Vanessa Ibáñez Fernández
jajajajajajajajajaj maravillos cap autora me muero x ver que le ara espero algún día hagas un maratón aunque se de 3 cap
2023-07-13
3
Claudy
hay que asco
2023-07-13
5