Capítulo 20

( Alessandra)

Después de almorzar con mi hermano decidí caminar un rato por el parque el día estába tan lindo, hoy era mi día franco por lo cuál no tenía prisa de volver a la mansión de Benicio, me senté en una banca y observé a las parejas que habían a mi alrededor, besándose, sacándose fotos o simplemente abrazándose, recuerdo que un día soñé y creí que tendría algo así, que idiota fui

Durante muchos años estuve enamorada de Benicio, aúnque el sea mejor que yo por dos años siempre me sentí atraída por el, cuando termine la escuela secundaria no quise seguir estudiando porque quería estar cerca de el, cuando el cumplió su mayoría de edad, sus padres le regalaron la mansión en la que ahora vive, con mi suerte entre a trabajar para el, me sentía muy entusiasmada, que no hize para llamar su atención, me desvivía por el, pero el jamás me notaba, tuve muchas invitaciones a salir de muchos chicos pero siempre me negaba porque no perdía la esperanza de que Benicio se fijará en mí

Verlo llegar cada uno con una mujer distinta, era tan frustrante, todas lindas, de cuerpos perfectos, solo hacía que me sintiera tan poca cosa, me encerraba en mi cuarto a llorar lo peor era tener que aprenderlas al día siguiente como reinas, me sentía tan tonta de esperar algo que seguramente no pasaría pero a la vez lo seguía esperando, seguía soñando con que el me notará

Hasta que un día pasó, comenzó a tratarme distinto, hasta comía conmigo en la cocina, un día entré risas me beso y cuando quise reaccionar ya estábamos ambos sin ropas, me entregué en cuerpo y alma a él, fue mi primer hombre, me guarde hasta los veintiseis años sólo para el, con el paso de los días, mi felicidad se fue esfumando al darme cuenta que yo para el era una más del montón, sólo me llevaba a la cama y luego seguía su vida cómo si nada, le confesé mis sentimientos y el me dijo que yo ya sabía cómo era el, que no le interesaban las relaciones que solo buscaba sexo y que la culpa era mía si pense en otra cosa y la verdad si tenía razón la única estúpida fui yo que creó una película en su cabeza que jamás sucedería, me dolió demaciado y decidí dejar de trabajar para el, me fui un tiempo a casa de papá y un día en la playa conocí un chico que logró llamar mi atención, comenzamos a conocernos y al final nos pusimos de novios me invitó a irme a vivir con el, pesen que al fin había encontrado a mi media naranja pero dos meses después de estar viviendo juntos su novia regreso del extranjero y me dejó, así como si nada con el corazón roto y sintiéndome la más fracasada de todas volví a Italia, tuve que volver a trabajar con Benicio

Mi padre y mi hermano me han ofrecido ayuda muchas veces pero la verdad es que no quiero sentirme una carga para nadie, además no soy una niña cómo para que me estén manteniendo, me gusta valerme por mi misma, sólo que está vez no pienso permitir que Benicio vuelva a jugar conmigo, ya madure y aprendí a valorar me mejor

Este fin de semana no trabajo así que decidí ir a pasar el finde de semana con mi papá al llegar a su casa y buscar en la alacena algo para preparar el almuerzo, no encontré nada, tome mi bolso de mano y caminé Hasta el supermercado, compré algunas cosas y cuando ya estaba volviendo sentí que alguien me llamaba

- Alessandra.. - me di vuelta y me encontré con una señora que a simple vista me causo escalofríos

- Si que necesita?

- Acaso no conoces a tu madre.. - dijo y yo me quedé paralizada, no sabía quién era jamás había sentido curiosidad en saber quién era después de que papá nos contará todo sobre ella

- Yo no tengo madre señora - me di la vuelta para irme y ella me freno

- Espera hija porque nunca fuistes a verme a prisión? Te llamé muchas veces a ti y a tú hermano

- Que quiere señora estoy ocupada

- Quería verlos, conocerlos, son mis hijos, mis bebés que me arrancaron de mis brazos a penas nacieron, no tienes una idea lo mucho que los he extrañado, todos esos años lo único que deseaba era conocerlos abrazarlos y recuperar el tiempo perdido.. - dijo y no se porque no creía en nada de lo que estaba diciendo

- Bien ya me vio con permiso

- Espera Alessandra, no te vayas, cuéntame algo de ti, de tú hermano, que hacen de sus vidas, con quién viven, no se lo que tú quieras contarme, no quieres que vayamos por un café y hablamos un rato?

- La verdad sin ofender pero no, no me importa hablar con usted, no le creo nada ese amor que le nació de repente por nosotros cuándo antes jamás se interesó y no mienta que usted fue quién nos entrego a nuestro padre

- Es porque me obligaron hija, tú no sabes el infierno que viví por culpa de Candela y Mauricio ellos me obligaron a entregarlos a su padre, me enviaron a prisión, destruyeron mi vida solo por los celos enfermizos de Candela, créeme yo los amo con mi vida - dijo llorando a tal punto que la gente que pasaba se conmovía con sus palabras

- Lo siento no puedo creerte - me di la vuelta para irme pero ella volvió a interceptar me

- Una oportunidad, una sola hija te lo suplico, conóceme como persona y después saca tus propias conclusiones, no soy lo que te hicieron creer durante años, por favor mi niña, soy tu mamá, no me abandones cuando más te necesito, dame una oportunidad y después si no logras quererme o confiar en mí me iré para siempre - dijo arrodillada en el piso

- Señora por favor demo irme - me solté bruscamente de su agarre y comencé a caminar apresuradamente

Ella corrió detrás de mi y me entregó una tarjeta con su número telefónico diciéndome que estaría esperando mi llamada, regrese a casa y me sentía extraña, mi día se arruinó por completo me sentía entre la espada y la pared, por un lado estaba todo lo que habíamos escuchado de ella y por otro lado sus palabras sonaban tan sinceras, siempre quise tener una madre, pero y si me estaba engañando? Dios me sentía aturdida no sabía cuál era la decisión correcta

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...Alessandra

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