Capítulo 15

Narra Violetta.

Charlie me observa con desconfianza, sin embargo, vuelve a mirar hacia el cielo antes de contestar a mi pregunta.

—Lincoln me pidió que le ayudará a ganar la carrera de hoy—Dice, mi ceño se frunce sin comprender cómo él podría hacer eso.

—¿Cómo harías eso? ¿Te pidió hacer trampa? —Pregunto sin aguantar por más tiempo mi curiosidad. Quiero creer que Lincoln no es capaz de aquello. 

—He creado un Software que es capaz de aumentar tres veces la velocidad de cualquier auto, siempre y cuando este sea creado con una tecnología compatible al mismo—Habla como si estuviera comentando el tiempo.

—¿!Qué¡?—Exclamo sin ocultar mi sorpresa.—¿Cómo has hecho eso?—Pregunto.

—Con una computadora—Bromea, le golpeó el hombro dándole a entender que no me ha hecho gracia su chiste.—Lo siento—Dice—A lo que me refiero, es que sí, he creado un Software que es capaz de alterar la velocidad de cualquier auto, Lincoln se enteró, no sé cómo pero lo hizo, me pidió ayuda, dijo que implementará el software en su auto y a pesar de todas mis advertencia de que su auto podría no ser compatible, me suplicó que lo hiciera, y lo hice. Al final como era de esperarse ha perdido la carrera, por eso discutimos, porque le advertí, pero no me hizo caso. Perdió la carrera y su auto va a necesitar una buena reparación. 

Mi mente trata de procesar la información que me ha dado, estoy en una especie de trance donde no puedo creer lo que dice, !Un Software para aumentar la velocidad¡ No es que dude que eso sea posible, sé que lo es y por eso estoy tan aterrada, en el país existe un solo de ese tipo, y no es que aumente la velocidad tres veces como dice Charlie, solo brinda un poco más de fuerza a la que normalmente posee cualquier coche, pero este vale millones de dólares, y gracias a el, la empresa de mi padre es lo que es ahora.

¿Cómo es posible que Charlie haya podido mejorarlo? A mi padre le tomó tres años lograrlo, muchas peleas con mamá, muchos días fuera de casa y una que otra amenaza de muerte. Porque si ese software salía al mercado eran muchos los empresarios que verían su fortuna pendiendo de un hilo. ¿Qué pasará si aquellas personas que amenazaron a mi padre descubren que Charlie ha creado casi el mismo software, pero mejorado? Mi padre tiene los recursos para contrarrestar las amenazas, pero ¿Y Charlie?.

Lo peor es que él parece no tener idea de lo que ha hecho, parece no darse cuenta del peligro que lo acecha.

—¿Quién más sabe acerca del software?—interrogó, a pesar del poco tiempo que llevo conociéndolo le he tomado mucho cariño, no me gustaría que le pasara nada.

—Mis amigos y Lincoln, creo. No sé si él se lo ha dicho a alguien más.—Su poca preocupación ante el asunto me aterra.

¿Cómo es posible que este chico que resulta ser muy inteligente no sabe en el peligro en el que se encuentra si esa información llega a oídos no deseados? Es que debería ser un poco más consciente del impacto que generaría su idea en el mundo automotriz. 

¿Qué puedo hacer ahora? Necesito hablar con mi padre. ¡No! Primero necesito tener la certeza de que realmente este software funciona y no solo es algo experimental.

—¿Cómo sabes que funciona? Según me dijiste no has podido probarlo con la tecnología que realmente necesita—Expreso mi inquietud.

Parece desconcertado ante mi pregunta.

—No quisiera sonar egocéntrico, pero  lo cree yo y tengo un poco de fe.—Dice con seguridad—Es cierto que no he podido experimentarlo con la tecnología necesaria, sin embargo, lo he hecho con una semejante y el resultado no es absolutamente negativo, por eso, te puedo asegurar que funcionará con los recursos necesarios.

Guardo silencio por un momento procesando la nueva información.

—Si te consigo un auto con la tecnología que dices para que lo experimentes ¿Me harías una demostración?.

—Primero ¿Por qué tanto interés en esto si ni siquiera me conoces? ¿Por qué harías eso por mí? Segundo ¿Cómo lo conseguirás? No es por nada, pero ese tipo de auto vale miles de dólares y no creo que tú tengas uno en el garaje de tu casa.

Si supiera que no solo tengo uno. Ruedo los ojos.

—Primero—hago lo mismo que él—Vine a esta universidad a estudiar diseño automotriz «Sí, he elegido la misma carrera que mi padre» por lo que todo lo relacionado con autos me interesa. Segundo: quizás no tengas un auto que valga esa cantidad de dinero, pero conozco a las personas que sí lo tienen, por lo que equivale a lo mismo—Sonrió con petulancia.

Sé que tiene dudas, lo puedo ver en sus ojos, no obstante, las ganas de poder experimentar su software con la tecnología adecuada son más grande que su desconfianza hacia mí.

—Está bien ¿Cuándo y cómo lo haremos?—Termina convencido.

—Mañana al atardecer—Eso me daría el tiempo necesario para convencer a Santi y a mi hermano para que me ayuden.

—Perfecto. Creo que será mejor que entremos, está empezando a hacer frío.—Dice.

Hago caso y emprendemos el camino hasta la casa, antes de llegar me detiene tomando mi brazo.

—Hay algo que quiero pedirte—Se sonroja.

—¿Si?

—Yo quiero, bueno, me gustaría que me enseñes a noquear como lo hiciste con los chicos que me molestaban el día que nos conocimos—Antes de terminar de decir aquello, yo estoy riendo a carcajadas mientras sigo caminando para entrar en la casa.

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