Capítulo 1

_Abuela, mi nieta entra corriendo en la habitación, regresó de la escuela y me preguntó:

_O ¿qué es un hombre lobo?

Me llama la atención la pregunta, porque ella debería saber con propiedad lo que es un hombre lobo, ya que su descendencia es de esta raza de seres no humanos.

Es culpa de mi nuera que, por ahora, no quiere que Luana, de solo seis años, conozca su origen.

Me tomó por sorpresa la pregunta y al principio no sabía qué responder para el pequeña.

Mi nuera es terca, debería decirle la verdad pronto al pequeña, porque a los dieciséis años tendrá su primera transformación y será dolorosa, con huesos rotos, el cuerpo tomando otra forma hasta que se convierta en un hombre lobo por completo.

Lo pienso y mi nieta repite la pregunta con más determinación, mirándome con curiosidad, esperando una respuesta.

_Bien querida, ya que no hay salida, te contaré mi historia, entonces entenderás qué es este ser misterioso y poderoso que es un hombre lobo.

El pequeña salta emocionado y sonríe de satisfacción.

_Uba historia de la abuela, estoy deseando escuchar, contar, contar.

Le pido que se siente y comience a contar mi historia de la vida real, de cuando una niña de dieciocho años salva a un príncipe lobo de las garras de un cazador, y él termina reconociéndolo como su princesa.

_Como abuela ?!

_Os hombres lobo reconocen a sus compañeras hijas y saben que te acompañarán por el resto de tu vida.

_Preparada escuchar la historia.

_Sin, abuela.

Así que escucha con atención, te contaré la historia de la princesa Natacia.

La niña me mira con cara inquisitiva.

_Se sorprendida, querida, la princesa tiene mi nombre.

_Abuela, qué genial es ella la princesa y tú eres la reina de mi reino encantado.

Le sonrío a mi nieta pequeña, aunque solo tiene seis años, es una niña inteligente.

Observo la curiosidad en esos hermosos ojos azules, aclaro mi garganta y empiezo a decirle ...

_A hace mucho tiempo en Canadá en Elora, el pueblo conocido como el pequeño notable, vivía una joven llamada Natacia...

Natacia

Mi nombre es Natacia, tengo dieciocho años y acabo de graduarme de la escuela secundaria. Vivo en Elora, un pequeño pueblo en Canadá conocido como el pequeño notable, tengo una vida cómoda, tengo un país que me ama y muchos amigos. Durante la tarde me gusta caminar por las calles de la ciudad, pero me gusta caminar en los campos verdes observando los animales y sus costumbres, tengo un robbie: pintar y muchas veces salgo a pintar y elijo ir a los prados porque me siento más a gusto y lleno, no sé la razón, pero me gusta estar en medio de la naturaleza sentir, la frescura del aire, que trae a mis fosas nasales el olor de las flores y el verde de las hojas de los árboles.

Tengo una mejor amiga, Ruth, que siempre me acompaña al prado, pero en las noches de luna llena desaparecía y solo regresaba cuando la luna cambiaba de fase, volvía, nunca la cuestioné al respecto, pero cada vez que desaparecía, cuando la luna cambiaba de fase y volvía, siempre estaba más feliz y llena de historia que contar, Conozco a los padres de Ruth y son igualmente extraños, pero son buenas personas, me siento más cómodo en su casa que en mi propia casa.

No me malinterpreten, pero a veces mis padres, especialmente mi madre, me ahogan demasiado, con seis consejos y sus preocupaciones innecesarias. Mi padre, como todos los padres, me pide que tenga cuidado con los hombres jóvenes, que hacen todo lo posible para poder acostarse con una mujer joven:

_Cuídate Natacia, estos jóvenes de hoy solo piensan en tener relaciones sexuales, y no respetan a las chicas, nunca caen en esta historia de "prueba de amor", es solo otra forma de que lleven a una niña inocente a la cama.

Siempre tranquilizo a mi padre, digo que no me importan los chicos, al menos no por ahora.

Es cierto, porque quiero trabajar mucho en el pequeño restaurante de la ciudad y crecer profesionalmente, las relaciones suceden naturalmente, pero no las busco, solo sigo mi rutina normal sin la expectativa de un romance, como las otras mujeres jóvenes de mi edad.

Ruth, mi mejor amiga, siempre está a mi lado, y somos el tipo de amigos que nunca lo dejan ir, dónde está Ruth y dónde estoy Ruth. Hemos sido así desde primer grado, nunca lo soltamos.

Y es Ruth quien me ayuda a lidiar con la presión que mi madre ejerce sobre mí.

Si paso por un mal día o incluso me detengo en el trabajo, me encuentro con Ruth y ella con su animación y su manera despojada hace que mi día sea más ligero.

Hoy estoy aquí pintando a un sirviente aquí en el prado, Elora es una ciudad tranquila y me gusta mucho quedarme aquí, he estado en Toronto acompañado de mis padres, pero no encuentro la ciudad muy atractiva, por supuesto que tiene muchas tiendas, y centros comerciales y todo lo demás.

Sin embargo, mi corazón pertenece a lo notable poco y siento que este pequeño pueblo me dará muchas emociones, tal vez me haga un artista famoso, pero no busco que no, hago mis pinturas como un hobby.

Mi madre siempre me advierte que los campos y prados pueden ser peligrosos porque los cazadores han rodeado la región, pero nunca he conocido a ninguno de ellos, y confío en la garra de la policía ambiental que siempre está atenta para proteger a los animales.

Termino mi pintura y espero a que se seque un poco para que no se difumine el tiempo que la pongo en el coche. Nos guste o no, cuando conducimos por una calle llena de baches o no, el marco que está en el asiento puede inclinarse hacia adelante y se puede perder un trabajo hermoso.

Mientras espero que mi obra de arte se seque un poco, siento el aire fresco que el aire trae a mis fosas nasales, el olor de las frutas, el verde de los árboles y las flores me dan una paz inmensa

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