Capítulo 4. Hombre en la tienda.

Tres días después cuando el Duque estaba a punto de partir a un viaje de negocios.

Nina, ella se estiró y agarró su mano. El conde estaba un poco sorprendido, pero después de escuchar la brillante voz de Nina despidiéndose y diciéndole que regresara a salvo, sonrió cariñosamente. Era la sonrisa de un padre real, que Nina estaba recibiendo por primera vez, luego sacó un pañuelo que había escondido en su bolsillo interior. Cuando ella extendió la mano, el conde preguntó qué era.

“Es un pañuelo. Aunque el bordado está un poco descuidado, pensé que lo necesitarías ya que te dirigirás a un lugar lejano. Que tengas un viaje saludable y seguro”.

Los ojos de Abril, opuestos a los de ella, se agrandaron tanto.

Dile que no lo recibirás. Eso era lo que decía su expresión. Pero contrariamente a su deseo, el Duque aceptó felizmente el pañuelo.

Además, el bordado era muy bonito, por lo que lo habría aceptado aunque no hubiera estado de buen humor. El bordado era tan increíble que era impensable que viniera de una niña de catorce años.

“Bueno, le compré la tela porque comenzaría a aprender a bordar, pero nunca imaginé que estaría tan bien terminado”. La Duquesa, que ocultó todo el asunto, también mostró el bordado de Nina a Abril. Nadie podía discutir que el bordado del lirio era realmente hermoso, no porque Nina fuera su propia hija.

Abril miró fijamente el suave pañuelo. Un hermoso lirio, que parecía que iba a despedir la fragancia de la flor, se mostraba vívidamente. Era más elegante y hermoso que cualquier bordado que hubiera visto jamás.

'¿Podría realmente bordar algo más hermoso y elegante que eso?'

Sintió que iba a estallar en lágrimas.

Al notar a Abril en tal estado, Nina con un rostro muy puro, preguntó a Abril alegremente. “Puedo hacerte un pañuelo como ese, si lo necesitas. Si mi hermana lo pide, también te haré uno…”

"No, no lo necesito". Dijo Abril fingiendo una sonrisa.

Bueno, fue muy satisfactorio., pensó Nina y regreso a su habitación, se rió.

"Así que ahora, estará bien si Abril se convierte en la persona bajo su sombra".

Al día siguiente, Abril no asistió al almuerzo ni a la cena, sino que se quedó en su habitación. Algunas damas la visitaron en su habitación, pero todas regresaron con caras perplejas. Aunque todas ellas eran muy buenos en el bordado, todos estaban por debajo de los estándares de Abril, por lo que no había futuro para que le enseñaran.

Los días pasaron cómodamente para Nina.

Nina, que ahora había aprendido a caminar con gracia, ahora era tan elegante que sería capaz de asimilarse inmediatamente a la alta sociedad si saliera.

Ese día por la tarde Nina fue de compras, vio un boletó de subasta para el casino en las mando del anciano dueño de la tienda y amablemente le dio un recordatorio de que mejor revender ese boleto. Ya que ese casino sería cerrado por uno de los príncipes.

Cuando Nina salía por la puerta un hombre sacó rápidamente su espada y ataco a los dos guardias. Sus movimientos eran tan rápidos como la luz. Ocurrieron tan instantáneamente.

"… ¿Por qué dijiste eso?" preguntó el hombre que había agarrado la muñeca de Nina. Dentro de la capa, había un hombre con un rostro un poco más joven que el de un adulto con cabello negro y ojos azules de unos 17 años.

Esos ojos azul puro le pusieron la piel de gallina, pero después de ver la cara del joven, se puso un poco menos nerviosa. Entonces, Nina frunció el ceño, sintiendo como si hubiera visto su rostro en alguna parte, lo que hizo que su agarre se hiciera más fuerte.

"Estoy preguntando por qué le dijiste tal cosa al dueño".

"¡¿N-no sé de lo que estás hablando?!"

Ella no entendía de qué estaba hablando. Miró a su alrededor, pero no había nadie que pudiera acudir en su ayuda.

El hombre dijo una vez más: "Pregunté por qué ese pase de subasta se volvería inútil".

'¿Por qué está preguntando por qué sucederá eso?'

Fue entonces cuando Nina entendió la pregunta del hombre.

'¿Debería estar preguntando eso tan de repente?'

Ella lo miró para ver si era miembro de la subasta. La mayor parte de su cuerpo estaba cubierto por la capa negra, por lo que no podía ver lo suficiente para obtener la información que quería. Incluso los estrechos espacios entre su ropa mostraban tela negra debajo. Sin embargo, había una cosa que ella sabía. La gente común no podría tener una piel tan fina como la suya. Trabajaron demasiado duro para eso.

'... ¿Es un noble?'

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