Planes

Aurora y Bruno continúan sus clases normales, el Duque Dante ha llegado para unos asuntos en la capital y aprovecho para visitar a Bruno y se llevó un buen regaño.

-Padre podre ir para el nacimiento de mi hermano, por favor.

-Bueno, pero por favor ten más cuidado

-Por supuesto padre gracias, me retiro.

-Emilio puedes salir.

-Mi señor.

-De que quieres hablar, acaso Bruno está en peligro.

-No señor fue un caso aislado, pero me temo que en otro lado si está ocurriendo algo, el Joven maestro me pidió vigilar a un barón en el norte, pero no encontré nada sospechoso en su casa, solo que él es encargado de transportar las armas vi un cargamento bastante considerable como para un pedido normal, no estamos en guerra ni tampoco hay amenaza de otros reinos, esos si es sospechoso, por eso se lo digo no es algo que un niño de 10 años sepa manejar.

-Si es extraño que te mandara a vigilar al Barón, lo tomaré en cuenta, en la tarde tengo cita con el emperador Junto con Adolfo ahí preguntaré si él está en investigación

-Me retiro, Duque lo voy a cuidar, lo prometo.

-Si, aunque ese niño es todo un caso junto con Aurora, mantén a los dos vigilados.

Así Dante y Adolfo se entrevistan con el emperador, ambos tienen el control de las minas de oro y piedras preciosas, así como informar de sus territorios.

-Majestad he recibido informes del Barón Greco, pero únicamente es una sospecha, no hay nada confirmado.

-Dante, que bueno que lo dices de todos modos se van a enterar si hay sospechas, pero sobre el Duque Lombardi, pero ha cuidado bien sus pasos, el barón es su socio en el transporte de mercancía, solo debemos mantener la vigilancia.

-Majestad cree que se atreva a cometer traición.

-Hay que mantener la vigilancia sobre las tropas en la ciudad, el capitán ya está informado, Adolfo te voy a pedir un favor, trata de vigilar al Márquez de Ferretti, él está cerca de ti, también han llegado informes que él se reúne muy seguido con el duque Lombardi.

-Claro majestad, lo haré

-Ustedes dos son los pilares de este reino por favor mantengan los ojos abiertos, si ustedes no están el reino estará en peligro, el incidente de sus hijos fue planeado o fue una casualidad.

-Fue una casualidad que ambos niños salieran sin acompañantes de la academia.

-Así es majestad mi hijo Bruno me explico qué salieron a escondidas, los ladrones no sabían quiénes eran.

-Para proteger el reino pensé en su hija Duque Adolfo, pero mi hijo le dice que ella y el joven Bruno se llevan muy bien y que no cree que su hija Aurora acepte un matrimonio por compromiso, así que es probable que su prometida sea la hija del Duque Santoni, mi hijo sabe que su compromiso será para el buen del reino.

-Los siento majestad no puedo asegurar que el prometido de mi hija sea el hijo de Dante mi esposa me mata si lo hago, majestad le pido que si quiere que yo esté vivo por mucho tiempo no haga que mi esposa se moleste.

-Jajaja lo tendré en cuenta Adolfo y usted Duque Dante también su esposa se niega a un matrimonio arreglado.

-Si mi esposa opina igual, con ninguno de nuestros hijos, ella está en contra de eso.

Los tres se la pasan platicando casi toda la tarde, sobre sus negocios y los planes a futuro.

En la academia Bruno y Alicia se aburren en sus clases de música, pero se ven en las otras clases.

-Aurora no sé por qué te quejas tú tocas bien el piano, que te molesta.

-Bueno el piano si me gusta, es solo que no quería estar en esta clase **siento que el príncipe entrara en cualquier momento, sé que elegí otro horario, pero no quiero encontrarlo.**

-Termina tu lección y te daré un regalo.

-Jaja me darás galletas con chispas de chocolate

-Te las puedo comprar porque ahorita no tengo galletas aquí, pero la encargaré por qué no podemos salir 😕

Aurora tocaba el piano muy bien, ella en su otra vida aprendió para impresionar al príncipe, pero él fue indiferente ante eso, así que su esfuerzo no valió la pena.

-pero quiero galletas con chispas de chocolate no aceptaré otras.

-Bueno yo te ayudaré.

Aurora solo ve a Bruno, con una mirada cálida y con amor, los dos concentrados en lo que hacen no se dan cuenta de que los observan, en el fondo del salón en un balcón está Daniel el príncipe heredero, él los observa le llamo la atención la melodía que toca Aurora, con él siempre está su caballero, el príncipe es el único en la academia que puede tener a su escolta dentro de la academia.

-Príncipe, la señorita toca muy bien, ella es bonita si usted quiere puede decirle al emperador y puede ser su prometida.

-No, sus ojos azules son hermosos, ella nunca me verá como lo ve a él, me conformó con verla de lejos, por qué cada vez que intento saludarla se da la vuelta y se va, no sé si me evita o tal vez es casualidad.

-Entiendo, lo siento pero ella está practicando la seguirá viendo, también la vera en el festival de música que se hace en invierno, ya falta poco de hecho empieza a hacer frío.

-Sí, toca muy bien.

-Heee por fin terminé, Bruno que tal te gusto quiero mi regalo.

Bruno la tomo por sorpresa y le dio un beso en la frente, por su edad no puede dárselo en la boca sería muy extraño, para él ella es una niña, Aurora queda sorprendida y le da una sonrisa, ella lo toma como un tierno beso, ya que piensa igual que él para un beso tiene que esperar algunos años, también para ella él es un niño.

El príncipe lo ve y gira la cabeza indicándole a su guardia que deben irse.

-Vamos, tengo clase *Ellos se quieren, no sé lo que siento, quisiera que ella me viera de esa manera y ser yo quien la ayudará, me molesta verlo cerca de ella, pero no tengo ningún derecho, ella no me conoce y nunca sabrá lo que siento, solo espero que alguien llegue a verme como ella lo ve, tal vez eso nunca pase*

Aurora no nunca ha notado que Daniel la observa de vez en cuando, pero si ha evitado muchas veces encontrarlo, si lo ve venir ella cambia de dirección, algo que cada vez será más difícil, si él la saluda no podrá evitar presentarse, solo espera que la ignoré como en su vida pasada.

En cambio Bruno si vio que él estaba observando por eso le dijo a Aurora que le daría un regalo y no se fue, solamente pensaba acompañarla un rato.

-*Está vez no seré un cobarde, no dejaré que me la quites, ella fue el amor de mi vida, aún lo es y no pienso perderla*

-Bruno en que piensas vamos tenemos que ir a cenar.

-En nada vamos, hace frío ponte la chaqueta.

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