Mi Muerte

Soy Aurora Relish hija de uno de lo Duques más importantes de imperio, desde mi nacimiento fui criada por mi madre una mujer dulce y amable, mi guardian y amiga Jazmín me protegió hasta dar la vida por mi, mi padre murio acusado por traición y mi madre huyo junto con mi hermano, pido ayuda a sus amigos del reino vecino pero esa ayuda llegó demasiado tarde, lo último que ví fue a mi madre llorar al verme condenada a muerte.

Aliados de Orión llegaron para rescatarme pero fue muy tarde, la guillotina bajo rápido y todo termino.

Todo inicio por mi capricho de ser la mejor en la espada como mi maestra, al entrar a la academia conocí a un príncipe heredero amable, ambos fuimos amigos y fui considerada para ser su prometida, yo la más feliz el acepto por qué era lo mejor para la corona, pero el se enamoro de alguien más así que yo me hice a un lado para que fuera feliz, entonces apareció el Bruno Moretti, el joven duque del este, con su carácter frío y rostro sin expresión, fue mi compañero de clases solo conversamos un par de veces, nos tocaba compartir clases sentado junto Ami, al entrenar muchas veces fue mi compañero, incluso en la biblioteca me lo encontraba seguido, pero el jamás mostró sentimientos por nadie solo por ella, la joven baronesa Beatríz prometida del príncipe heredero, estaba obsesionado con ella al punto de quererla separar del príncipe.

Durante los últimos meses en la academia el la perseguía y me preguntaba si realmente amaba al príncipe, de ser así el se encargaria de separarlos para que yo fuera su prometida, no entendí esas palabras hasta que fue demasiado tarde.

El joven duque fue acusado de secuestrarla, a mi me fue ordenado ir y rescatarla, ya que yo conocía a la joven baronesa y fue un favor que me pidió el príncipe y de tonta fui.

Cuando lo encontré solo veía su rostro frío e indiferente, el era tan bueno como yo, como fue que terminó herido de muerte por mi espada, sus últimas palabras fueron para mí

-Yo jamás la ame, solo quería separarla de el para que tú fueras feliz, con el hombre que amas,

Aurora te Amooo...

Solo tome su rostro entre mis manos para comprender lo que decía, pero fue imposible el se había ido, mis lágrimas brotaron sin que las controlara, recordé verlo siempre sentado junto Ami en clases aunque había asientos vacíos, verlo en el comedor mirándome pero siempre serio, en la biblioteca nunca fue casualidad que llegara cuando estaba ahí, aunque el decía que si, entonces por qué se acerco a Beatriz.

-Vaya has logrado matar a mi secuestrador, pero el jamás me secuestro, fue una trampa para que lo matarás, sabes el siempre te amo, pero tú por estar enamorada del príncipe nunca te diste cuenta.

-Que dices, por qué, que te hice.

-Tu tienes mejor estatus, aunque el príncipe me ame si los nobles no aprueban mi matrimonio tú serás la emperatriz, pero si tú no estás entonces no hay competencia, sin el y sin ti mi padre podrá hacerse cargo de las minas, así que tú también debes morir.

-Bruno era el heredero del Ducado del este, nooo que hice, mi padre jamás permitirá esto el es el Duque Adolfo de Relish, pertenece a la familia real.

-Si pero en este momento hay pruebas que demuestran tu complicidad con el joven duque Bruno de intentar matarme, serás jugada y no podrán hacer nada, tu familia perderá todo y tú morirás, no es tan malo te reunirlas con el, pobre al no saber demostrar sus sentimientos jamás pudo decirte nada y en su desesperación por verte feliz, intento separarme del príncipe, sin saber que sería su fin.

-Eres una maldita, yo misma te mataré.

-Si lo haces toda tu familia morirá.

Y ella tenía razón fue mi fin, no solo yo y Bruno, eran dos ducados, los ducados más importantes del reino, que pasó después no lo sé sin esos ducados probablemente los nobles aprovecharon para meter las manos ahí, todo sería un caos los cimientos del reino quedaron desprotegidos.

Pero en toda esa oscuridad y rogando a Dios me perdonará una luz aparecio

Era mi madre y yo en sus brazos, no podía hablar me veía pequeña, todos estaban ahí a excepción de mi hermano, falta tiempo para que el llegue a este mundo, jazmín estaba ahí mi maestra que es como mi segunda madre,

Esta vez será diferente, no permitiré que me engañen para eso debo volver hacer fuerte pero sobre todo ver la manera de llegar a el, recuerdo que en una ocasión en la biblioteca el me contó parte de su infancia dolorosa con su madrastra, esa mujer debe morir.

Durante casi 5 años pase toda mi niñez de nuevo pero Jazmín sospechaba al enseñarme el manejo de la espada yo ya sabía cómo hacerlos ejercicios pero no me di cuenta, así que actúe lo más natural posible, me comporte como una niña de mi edad, disfrute a mis padre y mi hermano, hasta que llegó e día de poder ir con Bruno.

Convencí a mis padres con un súper berrinche para que fuera un viaje en familia, cuál fue mi sorpresa al llegar ahí, la madrastra de Bruno no era mala, acaso yo me confundí, en un descuido casi morimos pero fuimos rescatados, comprobé que la Duquesa Elena no era mala, al contrario era un excelente madre con Bruno.

Al regresar quedé más tranquila mi querido villano tiene otra vida eso cambiará el futuro sin duda, solo no sé si el volverá a quererme, tal vez no importa me conformaré con verlo vivo, ahora la que lo verá en silencio seré yo, pero hay alguien a quien debo detener soy joven aún ella está hacía el norte donde mi padre no tiene el poder para investigar a su padre, pero ello se mudaron la ciudad así que ahí la veré y está vez su cabeza rodará por el piso.

El tiempo pasó rápido, estamos a días de vernos, tengo sentimientos encontrados, nunca olvidaré su mirada al tenerlo entre mis brazos, está vez no, Bruno ahora me toca protegerte.

-Aurora cómo estás, has crecido mucho, que gusto verte, espero que cumplas tu promesa de ser mi amiga en la academia.

-Bruno...

*De aquellos dos niños no queda nada, ahora somos más grandes y el a pesar de su edad es más alto que yo, mi querido villano ha crecido mucho.*

-Si Bruno nosotros seremos amigos.

-Aurora te extrañe pero gracias a tus cartas la espera fue más llevadera *Por eso está vez tú has prometido ser mi amiga, no dejaré que nadie te haga daño*

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