Ya están aquí.

``Ya al otro día, los generales están juntos y Dania llega junto a ellos``

Dania: Señores debo conocer a sus ejércitos y ver si los puedo ayudar de alguna forma, ya que la transición del poder de la espada se completó soy capaz de darles algo de mí poder a miles de personas y así no estén indefensos.

General Marcus: Gran maestra me gustaría que su poder lo utilice para protegerse a usted y al pueblo, al menos mis soldados son muy buenos protegiéndose solos y contamos con magos de curación y protección.

General Albert: Eso es verdad todos los aquí presentes sabremos cuidarnos y lo que importa es que seremos su apoyo, lo menos que queremos es causar molestias.

General Simon: Lo correcto sería que los que estuvieran frente la batalla fuésemos nosotros, ya que por eso somos sus subordinados.

Dania: A ver, la del poder aquí soy yo y lo vuelvo a repetir. Si no puedo usar este poder para defender y salvar a los más que pueda, no me va a servir de nada.

General Pablo: ¿Entonces que hará gran maestra?

Dania: Si no quieren que gaste mi poder en sus ejércitos, les daré un cristal protector a cada uno, los he estado haciendo desde que pude controlar mi magia en general. (Pensaba utilizarlos para abrir un negocio y venderlos pero se presentó esto, así que porque no utilizarlos de una vez).

General Marcus: ¿Qué tipo de cristales son esos?

Dania: Son cristales que al momento de que la persona está en peligro de muerte lo puede romper y se formará una capa de energía que los protegerá por bastante tiempo y así no correrán peligro. Se les entregarán los suficientes para que cada uno de sus soldados estén protegidos.

General Marcus: Eso es más que suficiente gran maestra.

Dania: Bien, entonces entrenemos que ya han pasado cinco días desde que el poder despertó.

``Todos comenzaron a entrenar, el general Marcus con el general Pablo, Dania entreno con el general Simon y el general Albert. Todos tenían muy buenas técnicas de pelea y se veía que los demonios no la iban a tener fácil.``

Emperatriz Alexandra: ``Llega corriendo para hablar con Dania `` ¡Gran maestra!, ¡Gran maestra!.

Dania: ``Deja de entrenar`` ¿qué sucede su majestad?

Emperatriz Alexandra: Me acaban de avisar que hay miles de personas en nuestras fronteras pidiendo que los dejemos entrar, que vienen con cara de terror y dicen haber visto demonios.

Dania: Mi decisión fue tomada, nadie saldrá y nadie entrará, quitar y volver a poner la barrera en el imperio es una desventaja que puede dar cabida a qué los demonios entren.

Emperatriz Alexandra: Lo sé pero son miles de personas ``Dice esto triste y desesperada ``

Dania: Si usted me da la orden, yo obedeceré.

Emperatriz Alexandra: Lo hago, quita la barrera y dejemos pasar a esas personas.

General Pablo: Si, quiten la barrera y vivan con las consecuencias de que si llega a entrar un demonio la gente que muera estará en su conciencia su majestad, y que además la gente que entre se querrá adueñar de este imperio porque el suyo en este momento debe estar más que destruido.

Dania: Esto no es solo una decisión suya su majestad, tenemos que hablar con el emperador, sus hijos y con los ministros del parlamento.

Emperatriz Alexandra: Lo siento, no estoy viendo el panorama completo, me deje llevar por mis sentimientos, ahora empiezo a entender lo arriesgado que sería dejar pasar a estás personas.

Dania: Aún así se debería decidir entre ustedes, yo solo haré lo que me ordenen pero si llega un momento en el que prácticamente se cieguen al amor para con los humanos y quieren ayudar a los de afuera pidiendo que por ello arriesgue la vida de los míos, en ese momento mi lealtad a la corona habrá acabado.

``De pronto llega una de las sirvientas``

Sirvienta: ``Hace una reverencia `` Su majestad, me han pedido que venga por usted, el Sumo sacerdote quiere hablar con usted, el emperador y la maestra suprema.

Emperatriz Alexandra: ¿Dijeron algo más?

Sirvienta: No su majestad, pero se les veía preocupados.

Emperatriz Alexandra: Entonces vamos, ¿Dania nos acompañas?

Dania: Si, pero mis generales también van.

Emperatriz Alexandra: Si, me parece lo correcto.

``Todos se van al salón dónde los esperan, pero se asombran por ver la escena frente a sus ojos``

Dania: ¿Qué fue lo que sucedió sumo sacerdote?

Sumo sacerdote: Los maestros de la espada siempre han estado los primeros días en el templo y es por eso que los demonios atacaron primero ahí. Pero no solo eran demonios en forma de bestias, también habían humanos que fueron poseídos.

Emperatriz Alexandra: Está diciendo que cualquier humano puede ser un demonio ahora...

Dania: ¿Como es que rompieron la barrera?

Sumo sacerdote: Nuestro deber es ayudar, y cuando vimos cientos de personas pidiendo ayuda para que los dejáramos refugiarse, nosotros simplemente quitamos la barrera y lo que paso después fue lo más horroroso que he visto. Mataron a todos aquellos que estaban refugiados ahí, además de que se deshicieron de todos los magos que teníamos por protección, lo siento les falle.

Dania: Tranquilo ``Cura al sacerdote con su magia curativa y le da un poco de su poder`` veo que a usted no lo pudieron poseer.

Sumo sacerdote: Cuando me volví sumo sacerdote, recibí la bendición de los dioses así que en mí habita aunque sea un poco de poder divino eso evito que pudieran tomar mi cuerpo.

Dania: ¿Solo sobrevivieron ustedes cinco?

Sumo sacerdote: Así es, son los que estaban el torre de teletransportación si se llegase a necesitar pero el único que logró llegar hasta ahí fui yo, incluso si no sobrevivía tenía que avisarles para que no se confíen. ``Termina de hablar y cae desmayado ``

Dania: Su majestad Alexandra, ¿aún quiere ayudar a los que están afuera?

Emperatriz Alexandra: Yo, lo siento.

Dania: Lleven al sumo sacerdote y a los cuatro clérigos a descansar. Generales prepárense para la batalla, llegó el momento.

``Dice eso saliendo de la sala dónde estaban y se dirigen a los lugares establecidos para hacerle frente a los demonios.``

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