¡No lo haré!

P: Pues te diré, en realidad necesito que ocupes un cuerpo que actualmente ya no tiene alma ya que el alma que lo habitaba dejo de existir por una razón.

Liz: Quieres que finja ser alguien más? Y por cierto me podrías decir tú nombre ya que ni idea de con quién estoy hablando...

P: Me puedes decir Luz.

Liz: Ok Luz, dime ¿de qué trata en sí tu propuesta? Necesito estudiarla y ver si me conviene.

Luz: No estás en posición de ser exigente, si no aceptas haré que todos los seres que amaste y te amaron en la tierra se enteren de quién eras en realidad. Tú decides.

Liz: Ok acepto sin importar de que se trate, pero no me amenaces que no soy una mala persona 🥺🥺( sollozos)

Luz: Bien, tú alma debe entrar en el cuerpo de la tercera princesa del imperio Serdtse, es un mundo diferente al tuyo donde dominan las artes marciales, la espada y la magia... Ella desafortunadamente ya no está en ese mundo porque a alguien se le ocurrió envenenarla, de verdad no alcanzo a entender como ella no se dio cuenta, pero no merecía morir de esa manera ya que había tenido una vida muy dolorosa. Deja que te cuente su historia desde que nació hasta el día de su muerte.

Su nombre era Dania Dumont tercera princesa del imperio Serdtse, al nacer se celebro su llegada al mundo durante una semana los emperadores estaban más que contentos por su pequeña, pero la mayoría de los nobles no, ya que ella era la tercera niña nacida y lo que ellos buscaban era un varón para que ocupe el lugar de heredero, pero los emperadores decidieron que sería su hija mayor Daria quién tomaría el puesto de princesa heredera ya que no querían seguir con esas costumbres donde solo los hombres deben ser los que heredan, los emperadores no hacía diferencias con su tres hijas Daria la primera princesa, Damara la segunda princesa y Dania la tercera princesa, a diferencia de ellos los sirvientes y los nobles si hacían diferencias con las princesas y culpaban a Dania por haber nacido, decían que si tan solo ella hubiera nacido hombre otra cosa sería y que por esa razón debería soportar todo lo que le hacían y le decían, ella siempre fue tímida aunque sus hermanas nunca le decían nada, tampoco se tomaban el tiempo de defenderla y solo dejaban pasar las cosas, decían que mientras a ellas no les afectará ese no era su problema. Dania vivió de esa manera toda su niñez y adolescencia hasta que un día le pidió a sus padres que por favor la comprometieran con el hijo de algún noble ya que estaba en edad de casarse, pues sus dos hermanas ya estaban comprometidas y ella quería lo mismo, aunque en realidad lo hacía porque no soportaba más que las servidumbre la tratara como a uno más de los plebeyos o incluso peor dándole de comer siempre de lo último que sobraba y casi nunca le ayudaban con el aseo de sus aposentos además de que siempre de alguna forma lograban que se tropezara con algo mal puesto, se encontraba con sus vestidos rasgados, basura en su habitación y otras cuantas maldades; ella ya le había comentado sobre esos acontecimientos a sus padres pero siempre decían que eran exageraciones suyas y que por favor no los molestará por pequeñeces, que ellos si tenían trabajo que hacer ya que gobernar un imperio no era tarea facil, así que ella desistió el hablar de nuevo sobre el tema. Después de lo que les dijo a sus padres ellos aceptaron buscar a alguien con quién casarse y dos días después le dijeron que su prometido sería el heredero del ducado Quebek el joven Eder Quebek y que todo estaba arreglado, que la boda sería en los próximos tres meses y que ella no se preocupara de nada pues la emperatriz y la duquesa se harían cargo de todos los preparativos, pero que no podría conocer a su futuro esposo ya que el aún seguía en la frontera en la batalla defendiendo al imperio y que cuando regresará se llevaría a cabo la boda.

Ella solo asintió ya que le daba igual, lo único que quería era salir de ese lugar y pues si esa era la forma lo haría.

Pasaron los meses y el joven Eder regreso y como ya le habían mandado cartas para avisarle sabía lo que le esperaba al llegar, no se pudo negar ya que era petición de la familia real. Se llevó a cabo la ceremonia y se declararon marido y mujer, la princesa por fin salió del palacio rumbo a su nuevo hogar, ahí llegó y paso su primera noche con el joven Eder y vivía "bien" pero solo dos semanas después de su matrimonio, su esposo llevo a la mansión a una mujer diciendo que ella sería su concubina ya que la conocia desde antes del compromiso con la princesa y que el por ningún motivo la dejaría y que lo aceptara o que se regresara a su antiguo palacio, la princesa no tuvo mas opción que aceptar ya que por ningún motivo regresaría al palacio, y así siguieron pasando los días, semanas y meses, cuando un día al desmayarse se enteró que estaba embarazada y que pronto sería madre, está noticia no le gustó para nada a la concubina ya que ella no aceptaría que el heredero fuese de alguien más, así que planeo todo para que una sirvienta le diera un té especial a la princesa y así se desaría del bebé que venía en camino.

Y así fue como con el té no solo murió el bebé, también murió la madre, ella ahora está en coma como le llamamos en la tierra, el cuerpo se encuentra dormido, lo mantienen fuerte y estable con magia ya que se trata de una princesa, no la pueden dejar morir tan fácilmente, aunque nadie se puede dar cuenta que ella ya no está en ese mundo.

Entonces Liz dime ¿Aceptas entrar en ese cuerpo y hacer justicia por ella?

Liz!, Liz!, Liz!... Pero que carajos!!.

Liz: Lo siento, pero si te escuché (bostezo), de verdad lo hice y mi respuesta es ¡No lo haré!

Luz: Pero ¿Porqué?

Liz: Y que si llego y ahí me matan otra vez?

No quiero morir de nuevo, esas puñaladas si dolieron. ¡No lo haré! (Grito)

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