Apogeo

Lentamente, el profesor de física más temible de todos giró la cabeza, apartando la mirada de su víctima y poniéndola sobre su retador. Era impresionante lo que ese hombre podía lograr sin moverse de su escritorio ni decir una palabra. Cuando dejó de ser el objetivo de la furia de Verutti, Agustina suspiró, liberándose de la gran presión, y se llevó las manos a los ojos para tapar sus lágrimas. Un compañero se le acercó y la escoltó hasta un asiento vacío mientras la consolaba. Giovanni estaba boquiabierto, por primera vez no se le ocurría algo para decir. Mateo tenía la vista puesta en su pupitre, no quería involucrarse de ninguna manera en lo que estaba por pasar. Los demás estudiantes parecían seguir un partido de ping pong con los ojos. Intermitentemente miraban al profesor y al valiente alumno que lo había desafiado. Arlo estaba nervioso ante la inesperada reacción de Verutti. Ya no estaba rojo ni escupiendo saliva y eso, por alguna razón, inquietaba al muchacho.

_ ¿Nombre?

Fue lo único que salió de la boca de Verutti. Arlo no comprendía porque no lo atacaba sin piedad. Creía preferir eso antes que la presión de no saber cuándo vendría el golpe. No sabia para que le preguntaba eso, pero no quería cometer otra insubordinación._ Arlo.

Verutti tomó por primera vez la lista del curso que tendría que haber usado al principio de la clase para tomar asistencia en vez de comenzar a dictar consignas de examen. Con dificultad examinó la lista unos instantes, y luego sacó del bolsillo de su saco una birome roja.

_ Ah si, acá está. Tiene entonces el presente, y un rojo. Este es su primer aviso antes de que lo sancione, ¿está claro?

Esa manera tranquila y fría de desenvolverse lo hacían ver como un villano. Ya no era un idiota que perdía el control, se habia convertido en algo así como un jefe mafioso. Sin embargo no parecía estar impartiendo un castigo muy grave. Era simplemente un rojo que no significaba nada aún. Estaba a tiempo de salvarse. Pero una vez más sus impulsos atacaron cuando recordó que Agustina todavía no estaba habilitada a hacer el examen.

_ ¿Me pone un rojo por impedir una injusticia?_

El profesor continuaba anotando algo, y en cuanto escuchó la pregunta de Arlo, su cara cambió completamente. Parecía no entender lo que le estaba planteando su estudiante.

_ ¿Injusticia? ¿Usted se cree un superhéroe por hacer esto?

_ ¿Y usted se cree superior por aprovechar su autoridad para molestar a los estudiantes? _Arlo ya no titubeaba. Lo reconfortaba ver a su alrededor. Si bien todos estaban en silencio, tenía la sensación de que sus compañeros se morían por empezar a alentarlo, como si de un partido se tratara, en esa batalla que libraba contra Verutti.

_ Yo solo estoy corrigiendo la impuntualidad de su compañera, así como ahora con un rojo corrijo tu falta de respeto. _ Verutti también intentaba conservar la calma, pero se notaba de lejos que era alguien con pocas pulgas.

_ Ya le dio una justificación de por que llegó tarde, debería darle el derecho de hacer el examen. Examen que usted decidió tomar hoy sin darnos tiempo de preparar nada.

_ ¡¿Pensas que podes decirme como hacer mi trabajo?! Hace casi cincuenta años que soy docente, no me llegas ni a los talones. _Nuevamente había levantado la voz, y ya no trataba de usted al muchacho. Supo entonces que tenía que calmarse. _ Pero está bien. Si queres ser una especie de justiciero, tenes que asumir los riesgos que eso conlleva ¿no?_

_ Supongo._ En su habla había pura valentía, ni una gota de miedo. Ya se había enfrentado a él una vez, no le temblaba el pulso, aunque eso significara recibir una sentencia nuevamente.

_ Bien, entonces... yo dejo a la compañera hacer el examen, pero vos vas a tener un aplazo. Es una entrega por otra. ¿Un trato justo no?

En su interior creció la bronca de haber estado estudiando para dar la prueba perfecta, la cual ahora sería completamente anulada. Pero peor le parecía dar el brazo torcer. _ No realmente, pero acepto. Tengo lo que se necesita para remontar este aplazo._

_ ¿Ah si? Lo veo muy confiado, Arlo. ¿Está diciéndome que sabe todo lo necesario para aprobar mi materia?

_ Si.

_ Entonces ese examen, que es de revisión y conforma el temario de lo que vieron el año pasado, estará perfecto, ¿verdad?

_ Está perfecto.

_ Hagamos una cosa. Voy a corregirlo acá y ahora. Si de verdad es digno de un diez, te pondré esa nota, y además tu compañera va a poder hacer el examen. Pero si encuentro aunque sea un error, tanto usted como ella van a tener el aplazo que se merecen, ¿que dice?

En ese momento, Arlo no tenía nada que envidiarle al más valiente gladiador romano. _ Acepto._

Sin decir más, Verutti pidió la prueba, y Arlo caminó hacia el escritorio para entregarla. El profesor comenzó a revisarla, mientras todos los demás estaban expectantes, mirándose unos a otros, sin hacer ni un ruido. Arlo, para su propia sorpresa, estaba calmado. Ya no le importaba nada. Aunque por supuesto, ganarle de esa forma la discusión a su Verdugo sería un desenlace épico. Verutti amagó varias veces con hacer anotaciones con su preciada birome roja, pero en todas las oportunidades se vió obligado a echarse atrás. Finalmente, tras dos minutos de revisión, tiempo en el cual todo el curso se mantuvo en total y absoluto silencio, Verutti hizo a un lado la hoja y miró al frente. Pero no buscó con la mirada a Arlo.

A ver usted._ Dijo mirando a Agustina. _ Pase al frente, pídale el banco a alguno de sus compañeros. Así le dicto las consignas. Tiene quince minutos para entregar el examen. ¡Los demás sigan con lo que estaban!

Arlo sonrió, pero rápidamente se lamentó por no poder expresar la dicha que sentía en ese preciso instante. Su esfuerzo estudiando y su valentía habían valido la pena. Claro que no le iba a salir tan barata "su insolencia", como le gustaba decir al profesor.

_ Perfecto el examen, Arlo. Como verá, soy un hombre de palabra, así que usted tiene un diez y su compañera hará el examen. Pero su insolencia no va a quedarse impune. Se lleva tarea para la casa. Tráigame resuelta la primera unidad del libro para la próxima.

Arlo no protestó esta vez. Asintió con la cabeza, y quiso volver a mirar por la ventana para relajarse, pero se topó con Agustina, que acomodaba sus cosas en la primera fila y que, en cuanto lo vió, le dedicó una sonrisa tímida. Tras una clase demasiado intensa para comenzar el año, el timbre del recreo sonó, pero nadie se levantó de su asiento. Nadie excepto Verutti, que se despidió de mala gana y salió del aula. Todos siguieron en silencio, y Giovanni caminó hasta la puerta entreabierta y miró hacia afuera. Tras unos segundos exclamó: ¡Ya está lejos!

Fue entonces que todos empezaron a aplaudir celebrar, felicitando a Arlo por lo que había hecho. Los festejos duraron todo ese primer recreo, pues nunca nadie había logrado hacerle frente de tal manera a Marcelo Verutti.

Después de una segunda clase que pasó sin anormalidades o inconvenientes, los constructores salieron al patio y se separaron. Arlo caminó por los pasillos internos y externos del colegio, siendo en el trayecto el centro de las miradas de varias personas. Se sentía bien, victorioso, fuerte. Pero aun así no detuvo su marcha, y caminó hasta llegar a un pequeño patio donde no había nadie. El patio daba a un pasillo. Arlo chequeó que nadie lo estuviese mirando y entró. Cuando salió al exterior nuevamente, había llegado al estacionamiento del colegio. Sin perder tiempo, empezó a buscar algo entre los autos, hasta que alguien lo llamó.

_ ¿Primer día y ya te mandaste cagadas? ¿Ves porque no te tenes que separar de mi? Cuatro meses afuera y ya te convertiste en un salvaje.

Arlo se rió y abandonó su búsqueda entre los autos. Arriba de una columna, sentado plácidamente, estaba David, su mejor amigo._ ¿Qué haces ahí arriba? ¿Queres que te sancionen? Dale, baja y saludame.

_ Bue, mira quien habla, el revolucionario. Subí vos.

Arlo pegó un salto y subió a la columna. Una vez ahí saludó a David._ ¿Entonces ya se enteraron todos? ¡Qué velocidad!

_ Obvio que si. ¿Se puede saber qué se te pasó por la cabeza para enfrentar a Verutti? _ Mientras hablaba, sacó de su mochila un paquete de cigarrillos y un encendedor.

_ Me salió re bien al final.

_ Si. Te salió bien de pedo. Pero al menos ahora todos están hablando de vos. Parece que notaron tu gran cambio. _ . Prendió un cigarrillo, fumó, y le ofreció a su compañero, que lo rechazó. _ ¿Que pasa, ahora que vas al gimnasio no fumás?

_ No seas boludo. Ni voy al gimnasio, ni fumaba antes de este verano._Su amigo le dio la razón, Arlo jamás había probado un cigarrillo.

_ ¿Es cierto que están hablando de mi?

_ Mucho, igual no te emociones tanto, que acá somos casi todos pibes. La prueba final va a ser cuando tengamos Gimnasia el viernes y compartamos el campo de deportes con los de la mixta y las pibas del Santa María. _

Era tarde para pedirle que no se emocione. Estaba completamente ilusionado. Había vuelto a sus días de gloria, y tenía el presentimiento de que esta vez todo sería incluso mejor. Pero de momento, le agradaba estar conversando nuevamente con su gran amigo.

_ Bueno, ¿que novedades hay? Un compañero me contó que este verano estuvo agitado.

David le dio una pitada más al cigarrillo y expulsó una gran cantidad de humo.

_ Acomodá el culo, porque pasaron bastantes cosas mientras vos no estabas.

Capítulos
1 El hombre ideal
2 Tan solo hace falta una chispa
3 El príncipe que no quiso ser rey
4 La verdad de Ema
5 En el limbo
6 Los dos ángeles del placer
7 La quinta
8 El peso de cada decisión
9 El verdugo de Arlo
10 Apogeo
11 Una princesa entre los gladiadores
12 La primera pretendiente
13 En la mira de la serpiente
14 Como agua y aceite
15 Herreros contra constructores
16 Postrado
17 El pabellón del segundo piso
18 Dos veces con la misma piedra
19 Elixir
20 La mujer de la daga
21 Tener el control
22 Las primeras señales
23 Falsos rumores
24 La puerta
25 Jaque Mate
26 La confesión de Kim
27 El sustituto
28 Convertido en lo que juraste destruir
29 El último hombre en la tierra
30 Oler el peligro y huir
31 Dispuesto a todo
32 Punto de partida
33 Un sueño hecho realidad
34 La prueba irrefutable
35 La guarida de investigación
36 Los puntos clave
37 La ley de la manzana en el plato
38 La manzana en la balanza
39 La manzana podrida
40 El reencuentro y las novedades
41 El papelito
42 Dejando entrar al enemigo
43 Un día para celebrar
44 Ni una sola gota
45 Dalias
46 El grupo de la muerte
47 Tiempo de revancha
48 Pies anclados
49 El detonante
50 El complot
51 El próximo gran evento
52 El carrito
53 Un arduo trabajo por delante
54 El del clima nunca acierta
55 Un pequeño detalle
56 Más allá de la reja
57 Entre tres olmos
58 La apuesta
59 Los cuatro días
60 Conexión y desconexión
61 Filo contra filo
62 El indicado
63 Paranoia
64 El peor verano
65 La semilla de la discordia
66 Las reinas
67 No te prives de la diversión
68 La mata y el arbusto
69 El perdón más dañino
70 El mar sanador
71 El comentario de Giovanni
72 La mirada femenina
73 Pendiendo de un hilo
74 Antes de partir
75 A bordo del expreso del viento
76 A paso lento va la caravana
77 Va llegando gente al baile
78 Solo
79 El beso
80 Flor del desprecio
81 Reconciliacion
82 Fruto del despecho
83 El tabú máximo
84 Desaparecido en acción
85 El nacimiento de un nuevo mal
86 Un testigo peligroso
87 La grieta
88 Decime que no es cierto
89 Sin velas ni timón
90 El accidente
91 La última reunión
92 No voy a extrañarlos
93 El impacto de una gota
94 El viajero apunta hacia el Oeste
95 Solo Ella
Capítulos

Updated 95 Episodes

1
El hombre ideal
2
Tan solo hace falta una chispa
3
El príncipe que no quiso ser rey
4
La verdad de Ema
5
En el limbo
6
Los dos ángeles del placer
7
La quinta
8
El peso de cada decisión
9
El verdugo de Arlo
10
Apogeo
11
Una princesa entre los gladiadores
12
La primera pretendiente
13
En la mira de la serpiente
14
Como agua y aceite
15
Herreros contra constructores
16
Postrado
17
El pabellón del segundo piso
18
Dos veces con la misma piedra
19
Elixir
20
La mujer de la daga
21
Tener el control
22
Las primeras señales
23
Falsos rumores
24
La puerta
25
Jaque Mate
26
La confesión de Kim
27
El sustituto
28
Convertido en lo que juraste destruir
29
El último hombre en la tierra
30
Oler el peligro y huir
31
Dispuesto a todo
32
Punto de partida
33
Un sueño hecho realidad
34
La prueba irrefutable
35
La guarida de investigación
36
Los puntos clave
37
La ley de la manzana en el plato
38
La manzana en la balanza
39
La manzana podrida
40
El reencuentro y las novedades
41
El papelito
42
Dejando entrar al enemigo
43
Un día para celebrar
44
Ni una sola gota
45
Dalias
46
El grupo de la muerte
47
Tiempo de revancha
48
Pies anclados
49
El detonante
50
El complot
51
El próximo gran evento
52
El carrito
53
Un arduo trabajo por delante
54
El del clima nunca acierta
55
Un pequeño detalle
56
Más allá de la reja
57
Entre tres olmos
58
La apuesta
59
Los cuatro días
60
Conexión y desconexión
61
Filo contra filo
62
El indicado
63
Paranoia
64
El peor verano
65
La semilla de la discordia
66
Las reinas
67
No te prives de la diversión
68
La mata y el arbusto
69
El perdón más dañino
70
El mar sanador
71
El comentario de Giovanni
72
La mirada femenina
73
Pendiendo de un hilo
74
Antes de partir
75
A bordo del expreso del viento
76
A paso lento va la caravana
77
Va llegando gente al baile
78
Solo
79
El beso
80
Flor del desprecio
81
Reconciliacion
82
Fruto del despecho
83
El tabú máximo
84
Desaparecido en acción
85
El nacimiento de un nuevo mal
86
Un testigo peligroso
87
La grieta
88
Decime que no es cierto
89
Sin velas ni timón
90
El accidente
91
La última reunión
92
No voy a extrañarlos
93
El impacto de una gota
94
El viajero apunta hacia el Oeste
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Solo Ella

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