En un sueño

Desde que Yen y yo nos hicimos novios hemos estado pasando tiempo juntos, bueno, lo que nuestros empleos nos deja. Aún no hemos estado en algo más íntimo pues a falta de oportunidades y la negativa de Yen a que sea un momento cualquiera, puesto que él desea que sea algo especial e inolvidable para mí.

Hoy es mi día libre, me dijo que iríamos a un lugar especial; me agrada lo que es Yejun conmigo.

📱- ¿Cómo está mi hermosa novia?

📱- Ahora estoy de maravillas porque te escucho a ti.

📱- Me hace feliz saber que soy motivo de alegría - me dice - paso por ti en 15 minutos.

📱- Está bien, te espero.

Gracias a los Cielos ya estaba lista para nuestra salida, me había dicho que tendremos una salida a un lugar especial, más no me especificó qué tipo de lugar, así que opté por ponerme un vestido sencillo de tiras color azul hasta las rodillas, unas baletinas beige y por supuesto, un bolso beige con café, en mi cabello coloqué dos pinzas pequeñas de cada lado, para despejar un poco mi rostro. Tocan el timbre y bajo las escaleras, cuando quiero llegar ya mamá ha abierto la puerta y ella y papá están saludando a Yejun. Al verme mi querido novio, aún me resulta raro decirle así, me mira de una manera que jamás lo hizo, haciendo que mi corazón se acelere por su expresión.

- Oh! Aquí está mi pequeña hija - dice mi padre - estás hermosa, cariño.

- Gracias Pá, gracias por tus halagos - le doy un beso en la mejilla.

- El señor Duke tiene razón, eres muy hermosa Sum - me dice Yen, quien no me ha quitado la vista de encima.

- Bueno, bueno, los novios ya deben irse - interrumpe mi madre.

- Tu mamá tiene razón amor - es la primera vez que me llama de ese modo - nos vamos o llegaremos tarde.

Nos despedimos de mis padres y salimos rumbo a donde sea que me lleva. Pasan como 50 minutos de viaje y llegamos a una hermosa casa a las afueras de la ciudad, está ubicada frente a la costa. Es muy hermosa y la curiosidad me invade.

- Es hermosa, Yen! - menciono por lo impresionada que estoy del lugar.

- ¿Te gusta? - me pregunta abrazándome por la espalda y colocando su mentón sobre mi hombro.

- Por supuesto, es como estar en un sueño, imagina despertar cada mañana aquí y mirar la inmensidad del océano, jamás me cansaría de esta vista.

- Por eso te traje, sé que te encantaría, esta casa es un regalo por tu cumpleaños, ya que no pude estar aquí por el viaje a Corea del Sur.

- Es demasiado Yen, no tienes por qué hacerlo, lo más importante para mí es que pases tiempo conmigo - ya estoy de frente a él - el tiempo contigo es todo lo que anhelo de ti.

- Y tú eres lo mejor mi hermosa Sum, esta casa es un regalo que ambos vamos a disfrutar.

Ensancha su sonrisa achicando esos ojitos que tanto amo, él es mi sueño echo realidad. Desde hace mucho se instaló en mi cabeza y en mi corazón, nunca pensé que algún día estaríamos así, en plan de novios.

Entramos a la casa y es ¡Wow! Simplemente, preciosa.

Él sabe que adoro los espacios abiertos, sobre todo si tienen vista al mar. Siempre me ha dado paz sentarme frente a este en tiempos difíciles; como por ejemplo cuando a mamá le dijeron que tenía cáncer de mama, sentía que mi mundo se estaba derrumbando y Yen me trajo por primera vez a esta costa. Recuerdo que pasamos horas y horas aquí, hasta que me calmé y pude regresar al hospital donde mamá estaba interna. Gracias al cielo todo salió bien. Desde entonces decidí que quería ser médica.

- Gracias por todo Park Yejun, te amo.

- Sabes que siempre estaré para ti mi hermosa novia.

No necesito que diga te amo, sé que a él le cuesta soltarse cuando es plan romántico.

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