7. Quiero estar contigo

Yejun

Llevo tres días en Seul y debo decir que me gusta mucho estar aquí, Hyo-jin es una anfitriona maravillosa, me ha llevado a varios sitios emblemáticos, es una mujer con la que puedes conversar amenamente, más no es tan inteligente como Summer, ni siquiera sé por qué las comparo. Me pregunto qué estará haciendo esa pilla sin mí. Seguramente Dan obtuvo su cita.

- Yejun, quiero llevarte al templo Yogyesa, debo ir a agradecer.

- Dale, está bien.

Llegamos a un hermoso sitio que tiene tres estatuas de Buda donde la del centro que está en posición de Loto, representa la sabiduría y las otras dos son Mudra Karana que según creencias, sirve para alejar los malos espíritus y los demonios.

Hyo y yo encendemos inciensos para recibir la gracia de Buda, aún en Estados Unidos mi abuelo y yo conservamos nuestras tradiciones.

Una vez salimos del templo nos vamos a comer un helado y noto que Hyo-jin está un poco nerviosa, así que decido preguntar qué le ocurre.

- Hyo-jin ¿qué te ocurre?, te he notado nerviosa el día de hoy.

Baja su mirada y logro ver un leve rubor en sus mejillas.

- Es que... es que te quería decir algo.

- Puedes decir lo que quieras - la animo a hablar.

- Yejun, yo quiero estar contigo, no solamente como tu amiga, quiero ser algo más - lo dijo tan rápido que aún lo estoy procesando.

- Hyo-jin! - es mi única respuesta.

- No tienes que contestar ahora, solo quiero que lo pienses, nos llevamos bien y además me gustas.

La declaración de Hyo-jin me ha tomado por sorpresa, pronto volveré a Estados Unidos y no quiero ilusionarla con que tendremos algo formal, la mayoría de las mujeres aquí quieren un hogar, sobretodo si es una chica de casa. Más mi vida está allí, hace mucho tiempo dejé de pertenecer a este lugar.

- Hyo-jin, no puedo engañarte, mi vida es es Estados Unidos.

- Yo... yo me iré donde tú estés - me dice decidida.

- Tienes que pensar bien las cosas, yo realmente no estoy buscando una relación formal.

- No importa si no me quieres, yo ganaré tu corazón y tu amor, se que me vas a querer.

Me quedo en silencio pasmado con su determinación, ninguna mujer antes tuvo esa intensidad y eso, de alguna manera me pone nervioso. La llevo a su casa, donde me hace entrar y allí estaba su padre, quien me invitó a tomar un poco de té con ellos.

- Padre, me gustaría visitar Estados Unidos para estas vacaciones.

Mis ojos se abren al escuchar lo que Hyo-jin acaba de decirle a su padre.

- Está bien querida hija, si es de tu agrado - contesta el hombre - ¿podría usted ser su guía y anfitrión?

Juro que quiero negarme, pero no puedo ser descortés con los Yoon, así que a regañadientes y con una sonrisa fingida, acepto tal disparate.

- Por supuesto, Hyo-jin puede venir conmigo, se quedará en casa de mis abuelos pues no es correcto que un hombre solo hospede a una señorita

Mi departamento es simplemente mi lugar sagrado, las únicas mujeres que entran a él, son mi abuela y Sum. Cuando quiero estar con alguna mujer, siempre las llevó a uno de mis hoteles, jamás a mi departamento.

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