CAPÍTULO. 13 EL DESCARO

Un nuevo día inicio con el despertar de ansiedad de muchas personas, por un lado, Farid se encontraba muy ansioso y estaba más que seguro que ese matrimonio entre su hija y Adán no traería nada bueno.

Todo estaba preparado para la unión de estas dos personas, y como dicen cada cabeza es un mundo, Walid solo pensaba en hacerle entender al amor de su vida Amira de que lo que estaba haciendo era una locura, y a la misma vez se contradecía pensando en que él no era nadie para arruinar su felicidad y en sus pensamientos esta dejarla que sea feliz porque el que ama deja libre.

Akim hervía de la impotencia, pero conociendo un poco lo descarado que es Adán le daba igual, total no sentía un profundo amor por su nieta, en cambio, se vería beneficiado por esa unión.

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En la habitación de Amira su madre la ayudaba con su hermoso vestido, y su hermanita Sahara brincaba en la cama de felicidad.

– Hermanita me imagino que debes estar muy feliz, cuando sea grande como tú quiero que mi esposo sea como Adán. – dijo Sahara con su inocencia.

– Claro que si mi amor, así será. – respondió Amira con una gran sonrisa mientras se veía al espejo.

– Hija, sabes que estás a tiempo de arrepentirte, pero también si tu decisión es casarte te apoyo totalmente, solo quiero que sepas que siempre cuentas con mamá. – dijo Dalila secando las lágrimas que rodaban por su mejilla.

– Tranquila madre, soy feliz y sé que junto a Adán lo seré aún más. – dijo Amira con mucha felicidad.

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Mientras que en la casa de Adán Beatriz y Bárbara ya se encontraban arregladas esperando por el novio.

– Querido yerno apresúrate que a las novias no se les hace esperar. – dijo Beatriz soltando su veneno.

– Mamá, ya basta. – reprocho Bárbara.

– Bárbara, deja de ser tan estúpida, y quiero que después de que Adán se case te hagas sentir como lo que eres, su esposa y dejes de ser tan estúpida, recuerda por lo que estamos luchando. – dijo Beatriz cruzando los brazos.

– Déjame en paz, mejor esperaré en el auto. – dijo Bárbara saliendo de la casa para encontrarse con Emir.

– Bárbara. – dijo Emir sorprendido.

– Hola Emir. – saludo Bárbara sin ánimos.

– ¿Cuándo llegaron?, ¿ustedes van a ir a la boda? – pregunto Emir más que sorprendido.

– Pues como te parece que sí, la descarada de la abuela nos envió como para presionar a Adán. – dijo Bárbara con su mirada triste.

– No debe de ser fácil. – dijo Emir.

– Jumm. – fue lo único que logro decir Bárbara.

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Ya todo estaba preparado, el juez había llegado, los invitados se encontraban sentados esperando que el novio apareciera para luego ver la entrada de la novia, ya habían pasado más de media hora de lo acordado y Amira se encontraba en su habitación nerviosa.

– Mamá, ¿no ha llegado?, ¿será que se arrepintió de casarse conmigo? – dijo Amira con sus ojos cristalizados.

– No pienses en eso, amor, de seguro se le presentó un inconveniente, pero ya hablaré con tu padre para que lo llame. – dijo Dalila saliendo de la habitación para chocar de frente con Farid.

– Farid cariño, que habrá pasado ya van más de media hora de retraso, y Amira está nerviosa, será que llamas a Adán. – dijo Dalila preocupada, pues lo menos que quiere es ver sufrir a su hija.

– Allah permita y no venga. – dijo Farid con un tono serio.

– Es que acaso odias a nuestra hija Farid. – pregunto Dalila cruzando sus brazos y arqueando una ceja.

– No la odio cariño, sabes muy bien que amo a mi pequeña como no tienes idea, pero tengo que ser un poco duro por su bien, además no tengo que explicarte que ese hombre no me gusta para nuestra hija. – dijo Farid frunciendo su ceño.

– Dime Farid, ¿por qué?, ¿por qué no te gusta ese hombre como el esposo de nuestra hija.? – dijo Dalila más que molesta.

– Dalila cariño, ese hombre prácticamente se aprovechó de nuestra crisis para presionar y pedir a nuestra hija como esposa, sé muy bien que algo trama, y te juro que si le hace daño a Amira lo mataré con mis propias manos, no tendré compasión con él. – dijo Farid apretando sus puños, cuando de repente la nana los encontró en el pasillo.

– Farid, Dalila, el joven Adán ya llego y está ya con el juez que los va a casar, pero antes dos mujeres quieren saludar a Amira, dicen que son la tía y la prima del futuro esposo de mi niña, al parecer quieren darle una pequeña dote por el matrimonio, algo simbólico. – dijo la nana.

Farid y Dalila quedaron sorprendidos, mientras que Emir no podía superar el descaro de esas dos mujeres, lo que estaban haciendo no tenía nombre, pero más descarada era la abuela que mando prácticamente a hacer todo ese teatro.

Recibiendo órdenes la nana le indico a Beatriz y Barbara el camino, estas subieron las escaleras encontrándose en el pasillo con Dalila y Farid, estos se presentaron de manera amable y agradable, luego fueron a la habitación donde se encontraba Amira y su hermanita.

– Hija antes de que te cases, la señora Beatriz y su hija Bárbara te quieren saludar, ellas son la tía y la prima de tu futuro esposo. – dijo Dalila con una gran sonrisa, ya que conocer parientes tan agradables del novio le daba algo de tranquilidad.

– Oh que bueno. – dijo Amira saludando con un beso y un abrazo a las dos mujeres.

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Como todas buenas actrices, Beatriz y Bárbara felicitaron a Amira y le entregaron un pequeño cofre donde había hermosas joyas, no eran muchas, pero si las suficientes como para ser una dote representable.

Después de ese momento y con la mirada penetrante de Beatriz, la novia bajo haciendo entrada al camino hacia Adán de la mano de su padre, una vez estando de frente Amira y Adán se sonrieron.

– Adán, te entrego a mi hermosa hija y con ella parte de mi vida, cuídala y protégela, porque si no tendrás serios problemas conmigo. – dijo Farid de una forma seria e imponente.

– Así lo haré suegro. – fue lo único que respondió Adán, mirando lo hermosa que está su bella y hermosa mujer.

Ibrahim y Kalila, observaban toda la escena, mientras esta le comentaba a su esposo.

– Ja, favor que nos hace el estúpido ese de llevarse a la mocosa de Amira. – dijo Kalila.

– Deja de hablar tonterías, es mi sobrina. – respondió Ibrahim de manera tajante.

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Mientras que, en el balcón de la inmensa casa, Nabila y Walid observaban como se llevaba a cabo el matrimonio.

– Que te parece hermanito la perra esa me quito mi novio, y tú te quedaste sin el amor de tu vida. – dijo la joven de manera herida.

– Deja de ofender a Amira, y en vez de estar soltando tu veneno dedícate a cosas productivas. – dijo Walid para luego retirarse no sin antes ver como Amira y Adán se besaban después de haber firmado el acta.

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Hola mis queridas lectoras, realmente quiero disculparme por no haber actualizado, solo que me salió un viaje por tema del trabajo y hasta hoy regrese a casa, pero ya mañana nos ponemos al día.

¿Qué les parece?, se nos casó Amira y no se avecina nada bueno, cada vez aparecen más conflictos y muchas más personas que están en un fin en común que es vengarse, pero cada quien tiene un motivo.

Gracias por su apoyo, espero sigan ayudando al crecimiento de esta historia.

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