CAPÍTULO. 10 CIZAÑA

Después de que Amira acepto la propuesta de matrimonio que le hizo Adán, ambos se quedaron por un buen rato admirando el paisaje y conociéndose un poco más, hasta que se llegó la noche y decidieron que era momento de regresar.

Adán dejo a su ahora prometida en la puerta de su casa.

– Mi hermosa, ahora no tienes excusa para que te deje en la puerta de tu casa. – dijo Adán en tono coqueto.

– Mmm, Si tienes razón. – dijo Amira algo sonrojada.

– Mañana vendré a buscarte para salir a cenar, y no te preocupes que estoy muy seguro de que no se opondrán. – dijo Adán dándole seguridad y confianza a Amira.

– Está bien, solo que tengo un poco de miedo. – dijo Amira.

– Tranquila hermosa, mientras este a tu lado nada te pasara. – dijo Adán dándole un beso en los labios.

– Adán, no lo vuelvas hacer mira que, si mi abuelo o mi padre me ven, voy a tener problemas. – dijo Amira mientras miraba de un lado a otro cerciorándose de que nadie los viera.

– Hey, tranquila, y si alguien se le ocurre ponerte una mano encima o de querer encerrarte solo avísame, y te saco de este lugar. – dijo Adán cambiado su porte de dulzura a un porte más serio e imponente mientras sostenía la barbilla de Amira.

– Amor, no cálmate, además está mi hermana y mi mama ella siempre me ha protegido. – dijo Amira tratando de calmar un poco a Adán que por lo que se ha dado de cuenta cambia de carácter de manera violenta.

– Me encanta que me llames amor, espero que lo hagas más seguido. – Dijo Adán guiñando un ojo a Amira.

Adán se despidió de Amira y esta entro a su casa siendo recibida por su mama.

– Hija, ¿estas bien?, me preocupe mucho al ver que ese hombre te llevo con él. – dijo Dalila.

– Mama, cálmate, necesitamos hablar. – dijo Amira con ojos de súplica haciendo que Dalila la siguiera a la habitación.

Amira le conto todo lo que pasaba con Adán, incluso mostrándole el anillo que le entrego, dejando a Dalila más que sorprendida y Sahara que estaba con ellas brincaba en la cama de emoción.

– Hermana, ¿entonces Adán que vendría siendo mío?, mi hermano? – dijo Sahara con curiosidad.

– No mi amor, Adán seria tu cuñado. – respondió Amira mirando con mucho cariño a su hermana, pues si no hubiese sido por ella, tal vez aun estuviese siendo agredida por su abuelo.

Dalila le comento todo lo que había sucedido en la clínica, y todo lo que había dicho Emir.

– Amira cariño, solo quiero que estes bien, que, si en algún momento te sientes mal o no quieres casarte, sabes que no es una obligación, mama está aquí para ir hasta el fin del mundo si es necesario, te salvare de quien sea, no soportare más una sola ofensa hacia ti. – dijo Dalila acariciando el cabello de Amira que tenía su cabeza en las piernas de su madre.

– Está bien mama, siempre te diré como van las cosas. – dijo Amira cerrando sus ojos.

...****************...

La noche paso más rápido de lo normal, haciendo que Adán se sintiera ansioso por ver los papeles del matrimonio firmado, en su corazón se estaba alojando un gran amor, el amor hacia su hermosa Amira, levantándose de su cama su teléfono sonaba insistentemente.

Ring, ring, ring.

Inicio de la llamada.

📱 Mi Adorado nieto, si no te llamo no me llamas.

📱Abuela, cómo estás?, lo que pasa es que he estado muy ocupado. -

📱 Si nieto, ya Emir me comento que hoy deben de estar firmado los contratos.

📱Si abuela, en dos meses más tardar estaré casado con Amira Haddad.

📱 Ja, ja, ja, ja, no me hagas reír nieto, no te mande a Venezuela para que estes jugando a la casita con el engendro de ese asesino.

📱Abuela por favor.

📱 Abuela nada Adán, no pierdas el objetivo, y mucho menos te enamores de esa víbora.

📱Abuela, yo sé lo que hago.

📱Adán Yildiz, no me avergüences, recuerda que eres el esposo de Bárbara, solo te permito que te cases con esa mujer para que vengues la muerte de tu padre y de tu madre, no puedes permitir que el asesinato de tu familia quede impune.

📱Ya eso lo se abuela, deja hacer mi trabajo como lo estoy haciendo.

📱 Adán te advierto que, si te enamoras de Amira yo misma la matare con mis propias manos, ella su padre y Akim tienen que pagar por todo.

📱 Me vas a volver loco abuela.

📱 No, claro que no nieto, tú no puedes perder el objetivo, quiero que la humilles que empiecen a padecer muy lentamente y sepan lo que es vivir en agonía.

📱Ya te dije que en dos meses la hare mi esposa. - dijo Adán agarrándose con fuerza su cabeza.

📱No eso es mucho tiempo, en dos semanas ni más ni menos, no podemos perder el tiempo, mientras más rápido los destruyas más rápido nos desaceremos de las escorias y por fin tu padre, tu madre podrán descansar en paz por que abras vengado su muerte, recuérdalo muy bien Adán ellos son los responsables de que tu crecieras sin una familia, pero gracias Allah tú me tienes a mí, quien te he cuidado con amor y con cariño.

📱Abuela, ya estoy cansado, desde que tengo uso de razón me dices lo mismo, estoy harto, ya sé que voy a vengar la muerte de mis padres, ya sé que tengo que acabar con esa familia, ya lo sé, ya lo sé, ¡¡¡¡¡BASTAAAAA!!!!! Déjame tranquilo. - Dijo Adán trancando el teléfono y tirándolo lejos mientras se agacha y comienza a mecerse entrando en un ataque nervioso.

Fin de la llamada.

Mientras que Magda Yildiz Abuela de Adán, colgaba el teléfono con una sonrisa siniestra, Emir entraba a la habitación donde se encontraba Adán quedándose sorprendido por el estado en el que esta su amigo.

– Adán, hermano, mírame, que te sucede. – dijo Emir tratando de que Adán levante su rostro.

– Déjame Emir, déjame, mi abuela tiene razón, no puedo tener sentimientos por nadie, yo tengo que acabar con los Haddad, debo vengar la muerte de mis padres, eso es lo único que tengo que hacer. – dijo Adán aun con su rostro escondido.

– Adán, sabes muy bien que nunca he estado de acuerdo con esta locura, demos un paso al lado, hermano libera ese peso y se feliz, mira como estas, vayamos a un psicólogo tal vez te pueda ayudar, pero si haces lo que tienes planeado no solo destruirás una familia si no que estoy seguro de que te destruirás a ti mismo. – dijo Emir haciendo que Adán levante el rostro y secara las lágrimas que ruedan por sus mejillas.

– Gracias Emir, no sé qué haría sin ti. – dijo Adán ya más calmado.

– Vamos levántate que debemos ir a buscar esos contratos, y sea cual sea la decisión que tomes, sabes que cuentas conmigo hermano, deja de estar azotándote con las cizañas de tu abuela. – dijo Emir de manera tranquila.

– Bien vamos, debemos acelerar esto, me casare en dos semanas. – dijo Adán con un tono decidido.

– Está bien hermano como tu prefieras.– dijo Emir resignado.

...(Magda Yildiz, abuela de Adán)...

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