CAPÍTULO. 9 PROPUESTA

Todos en la sala de espera quedaron impresionados ante la actitud de Adán, que sin importarle nada se llevó a Amira, mientras que en los pensamientos de Kalila maldecía a toda la familia Haddad, y cuando su hija Nabila se enterara de los acontecimientos se daría de cuenta de que no valió la pena absolutamente nada de lo que hizo.

– Kalila estoy hablando contigo. – grito Akim desesperado.

– Akim, yo no sabía nada de esto, yo vi a Amira en medio de las escaleras y a mi hija casi muerta al final de ellas, que quieres que piense. – dijo Kalila defendiéndose, ya se las arreglaría cuando su hija despertase.

En ese momento un doctor aparece.

– Los familiares de la señorita Nabila Haddad. – dice el galeno con varias hojas en su mano.

– Nosotros doctor. – respondieron al unisonó Akim, Kalila, e Ibrahim.

– Bueno, para que me puedan entender y no hablarles técnicamente, la señorita tiene una fractura en su brazo el cual ya fue operado, de igual manera la rótula izquierda se le reventó en fragmentos, pero ya la reconstruimos, tiene una leve inflamación en su cabeza debido a la caída, por eso la vamos a dejar sedada por tres días, posterior le haremos una radiografía para ver si hubo daños mayores y entrar nuevamente en operación, del resto no hubieron daños en órganos ni nada que comprometiera su vida.– dijo el galeno tranquilamente.

– Doctor, pero ella está fuera de peligro. – pregunto Ibrahim preocupado.

– Si señor, incluso en media hora la pasaremos a una habitación, pero no quiero ni gritos ni alborotos (mirando con incomodidad a Akim), necesito que la paciente este tranquila, sin perturbación para su pronta recuperación, además me gustaría preguntarles si esto fue un accidente o fue un intento de homicidio. – dijo el galeno mirando a todos en espera de una respuesta.

– Doctor esto fue un accidente, incluso un mal entendido, mi nieta conversaba con su prima esta perdió el equilibrio y se cayó, incluso no hay problema si quiere llamar a las autoridades ya que tenemos un video en prueba de ello. – respondió Akim.

– Me parece perfecto entonces, estén atentos que pronto enviare a una enfermera para que les muestre la habitación de la señorita Nabila. – dijo el galeno para luego marcharse.

Todos estaban más tranquilos, pero se habían olvidado de que Emir aun seguía allí con ellos, quien ya había mandado un mensaje a Adán del estado de salud de Nabila para que estuviese tranquilo junto con Amira.

– Bueno ya que su nieta este estable señor Akim, aquí le entrego el contrato para la inyección del capital (entregándole una carpeta marrón), y aquí tiene el contrato matrimonial, (entregando una carpeta amarilla), recuerde mañana a las diez de la mañana estaremos en su empresa para finiquitar detalles, pero si a esa hora no han firmado los dos contratos deben darse por acabados. – dijo Emir sin ningún tipo de sentimiento.

Los hombres de la familia Haddad estaban más que preocupados por todo lo que estaba sucediendo, en qué momento la familia empezó a tornarse complicada, ellos no lo sabían, pero lo que si era seguro es que todo esto apenas era el inicio.

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Por otro lado, Adán manejaba con una mano mientras que con la otra sostenía la mano de Amira que a su vez miraba fijamente el paisaje por la ventanilla sin darse cuenta de que sus lágrimas rodaban por su mejilla sin cesar.

Adán detuvo el auto en el hermoso mirador Colinas de Valle Arriba, Amira reacciono viendo el hermoso paisaje y se sentó a admirar la paz y la tranquilidad que ahí se respiraba, sintiendo como Adán se sentaba a su lado.

– ¿Por qué me ayudaste? – pregunto Amira con sus ojos cerrado.

– Por qué no me gusta ver que golpeen a una mujer, y muchísimo menos si es de manera injusta. – respondió Adán de manera calmada.

– Gracias. – dijo Amira esta vez abriendo sus ojos y mirando por primera vez de cerca a Adán, el hombre que ha sido detallista con ella por casi un mes.

– No tienes que darme las gracias, Amira soy tu futuro esposo. – dijo Adán acercándose cada vez más a Amira y sintiendo su corazón tan acelerado como un auto que viaja a mil kilómetros por hora.

– Quiero que me expliques eso, como que soy tu futura esposa. – pregunto Amira con sentimientos encontrados, pues por un lado ese hombre que tiene en frente le encanta, pero por otro lado el no podia tomar atribuciones, así como así.

– Se que no es como lo esperas, pero Amira realmente me gustas, cada día me siento más atraído por ti, también sé que tu familia pasa por una situación económica delicada y no te voy a mentir me aproveché de eso para pedirte en matrimonio, se la tortura que pasas con tu abuelo y no solo porque tus amigas me cuentan si no porque también me di de cuenta hoy de que no tienen compasión contigo, quiero sacarte de esa casa, quiero que aceptes ser mi esposa. – dijo Adán mirando fijamente a los ojos a Amira.

– No creo que sea lo correcto Adán, no te voy a negar, siento mariposas en mi estomago por ti, creo que estoy enamorada, es que como nunca había sentido esto que siento, pero no es correcto como haces las cosas. – dijo Amira con un nudo en su garganta.

– Y como quieres que las haga, que me humille ante Akim y me deje pisotear por el?, eso jamás me entiendes, Amira créeme me encantas preciosa y estando conmigo no permitiré que nadie te haga daño, hasta te protegeré de mí mismo. – dijo Adán con sus ojos un poco aguados ya que el más que nadie sabe que el mismo puede hacerle mucho daño a esa hermosa mujer que tiene en frente.

Viendo como Amira estaba dudosa por como él estaba haciendo las cosas, y es que realmente él nunca se le ha declarado a nadie por amor, pero con Amira ha sido tan distinto que siente la necesidad de entregarle el cielo, la luna, las estrellas y el universo entero si es preciso, aun sabiendo que todo lo que hace es un error, el cual no se arrepentiría nunca porque de lo único que está seguro es de que siente algo muy intenso por esa hermosa mujer.

Metió su mano en uno de los bolsillos de su pantalón sacando su billetera, abrió un pequeño cierre cuidadosamente bajo la atenta mirada de Amira, saco un pequeño anillo de oro con rubí y se arrodillo rápidamente.

– Amira, no te puedo prometer que todo será perfecto, pero si te puedo prometer que luchare por ti, luchare en contra de mis fantasmas por hacerte feliz, de verdad me estoy volviendo loco, tal vez algún día me odies, pero siempre te voy a amar, eres la mujer más hermosa que he conocido en mi vida, sé que no hemos compartido mucho pero no dejo de pensar en ti, me encantas, me vuelves loco, Te Casarías Conmigo?, Amira Haddad, aceptas ser mi esposa? – pregunto Adán con un brillo en sus ojos y su corazón más que emocionado.

– Si Adán acepto ser tu esposa. – dijo Amira emocionada.

Adán no sabía si era un sueño o era real, lo que si sabía es que era lo que quería, con algunas lágrimas saliendo de sus ojos por la emoción, y una sonrisa nerviosa le coloco el anillo en el dedo meñique ya que era muy pequeño, ese anillo tenía un valor sentimental para él ya que era el unico recuerdo que tenia de su madre.

– Perdón por el anillo, es que no estaba preparado. – dijo Adán acercándose a Amira dándole un pequeño beso.

– Es perfecto, no necesito lujos ni anillos, lo que necesito es que siempre me ames. – dijo Amira con una adorable sonrisa.

– Así será mi amada, así será. – dijo Adán para seguir besando a Amira.

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