Día de oficina.

El lunes había llegado y fui con mi novia de la mano a la empresa, esta mujer no entiende que es hermosa, está tan dañada por las palabras del imbécil de Sebastián que no puede ver lo maravillosa que es, no se da cuenta de que me interesa Yo sé que tengo la culpa por ser tan mujeriego y tan frío con las mujeres, pero no tengo culpa de haberme enamorado de ella, pero juro que voy a tratar de curarla Isabella es una pequeña niña atrapada en sus inseguridades y no puede ver que es perfecta.

La miro y doy gracias por conocerla En tan poco tiempo me ha podido cambiar el carácter de una manera que he dado un giro de 180 grados claro por los momentos solo soy así con ella con todos los demás sigo siendo el mismo lo único que sé es que no la quiero dejar y aunque me muero por tenerla no lo haré hasta que no esté lista no quiero que piense que al día siguiente esto se acabará y ella se escape.

Entramos a la oficina y mi princesa empieza a manejar todo el trabajo como ella se lo sabe, arreglo contratos, hace llamadas y luego va a modelar los diseños para el cliente, eso es lo único que no me gusta mucho, el cuerpo de bella es perfecto, pero tiene grandes atributos que no me gusta que otros los vean en fin es maravillosa.

La deja en su oficina y voy a la mía y Empiezo con mis pendientes, hoy hay demasiado trabajo, he tenido ya dos reuniones y el trabajo no disminuye, pareciera que aumenta Yo solo quiero ir a ver a mi novia, suena raro decirle así, pero es mi novia y muero por ir a verla cuando creo que ya estoy terminando llegas Soraya.

Soraya: Ya basta, Franco deja tu jueguito con la niñita, esa sabes muy bien que debes casarte conmigo Así estaba previsto, no me importa si lo quieres o no.

Franco: De qué estás hablando Soraya estás mal de la cabeza, ese compromiso solo existió en tu cabeza y la de tu padre.

Soraya: nosotros teníamos algo bonito, yo soy una mujer de verdad y te vuelvo loco.

Franco: vamos por ahí, eres buena en el sexo y es todo y sí sentí algo por ti, pero al verte en esa posición con ese hombre se me quitaron las ganas.

Soraya: Ya te expliqué que me drogaron, yo no quería.

Franco: Y yo a ti te dije que sé, cuando drogan a una persona y tú no te veías para nada drogada.

Soraya: pero Franco por favor.

Franco: sal de mi oficina Soraya y no te metas ni conmigo ni con mi futura esposa.

Soraya: esa niñita boba tu esposa vamos Franco no juegues.

Saqué a Soraya de mi oficina y seguí con mis pendientes llamé a mi princesa para ver qué hacía y no me contestó A lo mejor tenía mucho trabajo Voy a entrar a Esteban con la amiga de bella y estaba muy acaramelado entonces aproveché para vengarme.

Franco: Franco veo que no soy el único soltero que cayó, pareces una mascota.

Esteban: Ja, ja, ja Pues sí lo reconozco esta mujer me ha embobado y dejo oficialmente la soltería si la tengo a ella no necesito más.

Franco: Pero Dios mío estas mujeres son de armas tomar lo que falta es que me digas qué el mujeriego empedernido de Rodrigo También cayó.

Esteban: Yo no te diré nada, en un momento el mismo te lo contará todo.

Seguimos riendo y bromeando un rato, la amiga de bella dijo que iría a buscar, pues quería hablar con ella de no sé qué y quedamos nosotros dos solos mientras hablábamos llegó Rodrigo.

Rodrigo: Franco necesito que hables con tu novia que por favor me ayude con su amiga, no me quiere creer que voy en serio.

No pude aguantar la risa y solté una sonora carcajada. Pero qué estaba pasando con estos tres hombres, unas niñitas nos habían apresado, era una locura, habíamos tenido tantas mujeres y nunca había pasado, eso lo esperé de Max pero no de Rodrigo.

Franco: No te prometo nada Rodrigo A mí también me está costando mucho con bella pídeselo a Esteban.

Entre risas y charlas se pasó nuestro día, también trabajamos mientras lo hacíamos, luego salí por mi bella y no me dio gusto lo que me encontré.

Al acercarme escuché como Soraya le decía un montón de estupideces, a bella le decía que yo solo jugaba con ella, que nunca la vería como mujer, que era una simple niña boba, al parecer Soraya se había dado cuenta de las inseguridades de mi amor y lo tomó a su favor.

Soraya le decía a bella que una poca cosa como ella, nunca estaría a la altura de alguien como yo el gran CEO me dio tanta rabia y tanta impotencia, decidí hacer el que no había escuchado nada entré e ignorando a Soraya. besé a mi princesa la saludé y la saqué de allí.

Tenía que pensar en algo para que mi princesa confiara en mí, lo primero era no dejarla ahí y eso ya estaba resuelto, viviría conmigo, pero estaban sus inseguridades que me tenían loco. Entonces ya había llamado a un amigo muy bueno en psicología él la podría ayudar ahora solo faltaba que ella quisiera ir con él.

Al llegar a la casa, bella estaba diferente, estaba triste y me rechazaba los besos y las caricias maldita Soraya no iba a poder con nuestra relación, esto tenía que parar.

Bella solo estaba concentrada en recibir llamadas, pues había un proyecto muy maravilloso que tenía entre manos y sé que sería un éxito como todo lo que hace, es una mujer muy maravillosa y es excelente en los negocios, es muy inteligente y es mi futura esposa solo que ella todavía no lo sabe y no me importa si dicen que llevamos muy poco tiempo de conocernos, pero es perfecta.

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