Espero que recuerdes el nombre de la Elaheh.

Baldur :No hablarás, muy bien.– Baldur tomó al hombre por el cuello y le estrelló la cabeza contra el suelo

Baldur : Levántate. Si puedes defenderte, te dejaré con vida.– El hombre no podía respirar, trataba de aferrarse a su vida lo más que podía, tenía miedo, no quería morir ¿quién quiere morir?, su verdugo Parecía un demonio sediento de sangre del cual no podría escapar.

Cómo pudo se incorporó, le costaba ponerse de pie, sus piernas temblaban, no tenía el completo control de su cuerpo, pero no sé rendiría, se abalanzó contra Baldur en un intento de derribarlo, este lo golpeó en el rostro, logrando desestabilizarlo, lo pateó en el pecho lanzándolo nuevamente al suelo.

Baldur no gastaba ni un solo porcentaje de energía, en moler a golpe a Thomas lares.

Thomas lares: ¿Por qué haces esto? ¡yo te pagaré el doble que te hayan pagado! no me mates .

El hombre ya no podía más, solo le quedaba jugar esa última carta, no quería morir, pero se estaba comenzando a resignar, no sabía en manos de quien estaba, tantos enemigos ganados a lo largo de su carrera que no le sorprendía estar en una situación así.

Baldur : Te suena el nombre de Elaheh.– Baldur sonrió con desprecio, llevaba unos pocos minutos jugando con el hombre, que todavía no se imaginaba lo que le esperaba.

El hombre rebuscó en sus memorias, el nombre antes mencionado, sonrió con ironía entendiendo, quién era el hombre parado ante él, que se había convertido en su verdugo. En un arrebato de desprecio y arrogancia, soltó las palabras que lo condenarían a una muerte peor.

Thomas lares: Esa perra no vale tanto p....– El hombre no terminó de hablar cuando sintió una patada en el rostro, la fuerza había sido tan demoledora que se le desprendieron dos dientes.

Baldur : Mucho cuidado de cómo te refieres a mi señora.– Baldur volvió a tomarlo por el cuello, golpe tras golpe aterrizaban en el rostro del hombre, que ya no podía mencionar ni media palabra, Baldur le practico varios cortes en ambas mejillas y el hombre gritó aterrado.

Baldur: Tranquilo, me encargaré de hacerte pagar por atreverte a poner su vida en medio de una encrucijada en un momento de debilidad ¡quién carajos te dio el derecho para intentar aprovecharte de ella! hoy te enseñaré que ese fue tu peor error, un bastardo como tú, no merece un nuevo día.

Baldur le cortó las pelotas sin contemplación, el hombre lloraba amares, sus gritos era desesperante, el dolor era inigualable. Baldur se carcajeaba descaradamente, viendo al hombre retorcerse en su miseria.

Baldur : No aguantas nada, no eres muy machito, ¿dónde están tus cojones? jajajaja, se me olvidó que ya no los tenías.

Las carcajadas de Baldur, herían el ego de Thomas provocando su llanto ahogado.

Baldur: Escúchame bien, tu peor error fue atreverte a codiciar a alguien que nunca estaría a tu alcance, ¡mírate! reducido como la piltrafa que eres, morirás antes del amanecer.

Baldur tomó un bate de béisbol y le quebró las rodillas para que no tratará de buscar ayuda, realizó más cortes en puntos de vital importancia para la circulación de la sangre, dejaría que muera desangrado.

Baldur abandonó la casa del hombre para dirigirse hacia su siguiente objetivo. Miguel iba conduciendo el coche mientras él pensaba en cómo matar a su siguiente objetivo, no encontrar a Peter Jones lo puso de mal humor.

Dos horas fueron suficientes para que llegaran a Ciudad esperanza, el auto iba a toda velocidad, rápidamente ambos hombres llegaron al hotel donde se estaba hospedando el viejo asqueroso de Henry Boys, Baldur no sabía porque, pero las ganas de matarlos de la peor forma posible, aumentaba su sed de ver sangre derramada.

Baldur y Miguel entraron como si nada, ambos hombres vestían a la perfección, mientras Miguel distraía a las recepcionistas coqueteando con ellas. baldur se coló en la habitación de Henry, el viejo dormía plácidamente acompañado de un par de jovencitas a su lado, y un joven dormía encima de él.

Baldur : Salgan de aquí.

Los tres jovenes salieron despavoridos, la presencia de Baldur era aterradora, antes de que Henry pudiera reaccionar, ya Baldur lo tenía amordazado. Baldur fue entrenado por su abuelo y sabía muy bien Cómo torturar imbéciles como ese.

El viejo estaba aterrado, Baldur no se midió en lo absoluto, le cortó las pelotas como al otro, esa era la marca que dejarían en todos ellos.

Baldur : Shh no grites, de aquí no saldrás con vida, no malgastes las pocas fuerzas que tienes, lo menos que quiero es que sufras un infarto, Espero que recuerdes el nombre de la Elaheh.

El hombre abrió los ojos de gran manera, claro que recordaba a la difunta Elaheh, había regresado a Ciudad Esperanza después de saber sobre la muerte de ella, ya no tenía nada de que temer, o eso era lo que pensaba.

Baldur: Veo que ya sabes la razón.– Baldur le cortó ambas manos con una navaja más grande, después lo apuñaló en todo el cuerpo con alevosía, al ver que el hombre ya no se movía se dio por servido.

Baldur: No aguantaste nada. Al tenerla a mi lado calmó mi sed de sangre, ahora que no está, las cosas son diferentes.

se limpió un poco la sangre y salio del hotel con la cara en alto, ante la mirada atónita de los presentes que comenzaron a llamar a la policía, Baldur entró al auto con una enorme sonrisa.

La seguridad del hotel no se atrevió a interponerse en el camino del hombre, la terrorífica mirada y el aura intimidante del hombre, los ahuyentaba a todos, no eran tan idiotas para perder su vida.

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