Capítulo 20

Se quedan un poco conversando sobre sus anteriores vidas, algo que a Cassandra sorprende, nunca había escuchado que existiese otros mundos que tuviesen otro tipo de tecnología, pero tampoco está tan impactada, si ha podido regresar en el tiempo, ahora cree que todo es posible.

—Debes contarle a Darcy. Hay una posibilidad que su alma sea también de mi mundo, pero al parecer todavía no tiene los recuerdos de su anterior vida. Eso no quita que siga siendo tu hermano, quizás su alma es distinta, eso no quita el hecho de que deban alejarse.

—Cómo te diste cuenta de que me estaba alejando.

Charlotte sonríe, algunas de sus expresiones son muy fácil de descifrar, lo mismo pasó cuando estuvieron con Elliot, en su rostro reflejaba irá y odio.

—Sin embargo, tienes razón, debo hablar con él y explicarle. Estoy muy agradecida contigo y puedes contar conmigo, sabes ahora que tienes una aliada.

Se despide y va hacia la salida, no sin antes volver agradecer a la albina hasta desaparecer de su vista. Ahora que está sola suspira. Tiene mucho que hacer y siente que tiene poco tiempo. A lo lejos escucha pasos y una presencia desagradable se estaba acercando a su habitación, así que se pone en modo defensa y tiene dagas de hielo flotando alrededor de su cuerpo. Se abre la puerta y deja ver a Elliot, algo que no le agradó a la albina, ya que ni tuvo la decencia de al menos golpear y esperar a que ella indicara que pudiese ingresar.

—Vaya vaya, qué tenemos aquí. Pensé que también estarían mis primos, pero parece que te encuentras sola.

La albina chasquea la lengua, de verdad no soporta su presencia.

—Retírese de mi habitación. No puede entrar como si fuese el dueño del lugar o no respondo.

Sus dagas siguen en la posición. Una risa sale por parte del rojizo.

—Esperaba más de ustedes. Todos me han fastidiado mis planes y me estoy hartando de todo— Se acerca de a poco a Charlotte, algo que no permite, ya que crea una muralla de hielo— Impresionante, has mejorado muchísimo, ahora sabes defenderte.

¿Qué estará tratando de decir? ¿Por qué ahora está diciendo todo eso? Varias preguntas se asoman por la mente de la peliblanca. Para ella no tiene sentido que ahora declare abiertamente que le han arruinado todo lo que había hecho, tiene que haber algo oculto en todo lo que está haciendo ahora.

—Lo voy a volver a repetir, retírese de mi habitación.

El rostro de Elliot se mantiene inexpresivo, pero por dentro se muere de ganas de volver a matarla, pero va a aguantarse, todavía no siente que sea el momento. Así que hace una reverencia y se marcha del lugar. Lejos de la habitación de la joven Bennett cae en el suelo y queda de rodillas, congela la puerta y deshace las dagas como la muralla que había creado. Estaba en estado de shock, no podía reaccionar, su odio hacia esa persona crecía cada vez más.

A los pocos minutos golpean la puerta, acción que hace que la albina de nuevo se ponga en estado de alerta y cuando escucha la voz de Darcy, enseguida deshace el hechizo de la puerta para que pueda entrar. El rubio al ingresar al sitio ve a la albina ahí en medio de su habitación en el suelo, corre hacia ella y la abraza, lo que hace que Charlotte pueda reaccionar, por lo que corresponde al abrazo. El rubio le pregunta que fue lo que pasó y ella le explica como puede.

—Ese desgraciado… Debes estar tranquila, Cassandra ya me contó todo y que debemos partir a Saltis, así que no te preocupes saldremos adelante.

Ella asiente. Eso es lo que más quiere en este momento, que todo pueda terminar de una vez. Se levantan y van a sentarse para poder conversar más tranquilos. Llegaron a un acuerdo, en dos días van a partir a Saltis, por lo que el rubio le aconseja que siempre esté acompañada, ya sea por la emperatriz o su hermana. La peliblanca está de acuerdo, ahora que Elliot se está volviendo más impulsivo es más peligroso mientras no sepan como eliminar o por último sellar su magia.

Se quedaron conversando. El rubio le cuenta la reacción que tuvo cuando su hermana le contó sobre sus vidas pasadas. Le creyó desde el primer momento, explicaría muchas actitudes que ha tenido en el último tiempo. Quedaron de acuerdo que solos ellos tres sabrían sobre aquello y que después cuando Elliot sea vencido lo contarían, por ahora mientras menos personas lo sepan, mejor para sus planes.

—Lo que no entiendo fue lo impulsivo que fue Elliot, venir a tu habitación fue muy imprudente de su parte. Pienso cobrársela cuando sea el momento.

Ella se ríe por el comentario. Sabe que el príncipe trata de levantarle el ánimo, algo que ha estado logrando durante su conversación. Se quedan otro rato charlando tranquilamente hasta que se hace de noche y el rubio debe partir, se despiden con un abrazo y un beso corto en los labios. Cuando el príncipe se va del lugar ella de nuevo congela la puerta por prevención.

Ya han pasado los dos días, por lo que irían al Imperio Saltis Charlotte, Darcy y Cassandra. El maestro de la albina ya había ido un día antes, Oscar, hacia allá, para tener todo listo cuando ellos llegaran. Durante la espera Elliot no volvió a molestar a la peliblanca, algo que agradeció, pero tampoco le trae buena espina.

Ya estaban en la entrada del palacio, despidiéndose de los emperadores y deseándoles un buen viaje. Solamente le informaron que visitarían los padres de la joven Bennett y no el motivo real que los hace viajar a esa parte de la región. Agradecen que Elliot no estuviese presente, pero para la albina que es más sensible a la magia siente su presencia de lejos y mira una ventana que estaba escondida, notando que estaba él mirando hacia su dirección, ella trata de mantenerse inexpresiva y aparta la mirada. Ya listos suben a su carruaje y parten rumbo a Saltis.

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