Capítulo 16

Elliot Harvey, hijo único de Kristen y James Harvey, también es parte de la familia real, pero James se enamoró de su esposa cuando este viajaba por el mundo, ya que siempre fue muy aventurero. Viven en el imperio Brand, la magia existe y es uno de los más pequeños de la región. Elliot miraba su alrededor mientras estaba sonriendo. El emperador salió de su estado de impresión y lo va a saludar con un abrazo. Su hermano y él eran muy unidos antes que se fuera del imperio Gamta, así que ver que el hijo de su hermano está sano lo pone contento.

—No esperaba tu visita sobrino. Tu padre siempre me avisa con antelación.

—Supe que mi tía estaba enferma, mi padre quiso venir, pero está ocupado con los deberes como duque, así que vine en su representación.

Jacob ya le había avisado del estado en que se encontraba su esposa, pero con todas las situaciones que ha tenido que lidiar con diferentes situaciones que se han presentado últimamente que se le fue por la mente por completo.

—Entonces aprovechando que estás aquí, tengo buenas noticias respecto a la emperatriz. Ella está completamente curada y sana.

El colorín se asombra por la noticia, así que lo felicita por la recuperación de su tía. Mientras esto sucedía, Darcy se estaba dirigiendo al salón del trono cuando escucha murmullos de las sirvientas comentando que un chico de ojos y cabellos rojizos está por el palacio, él solo conoce a una persona con esas características, por lo que apresura su paso y se anuncia antes de entrar. Ya dentro, la tensión en el ambiente se hace presente. Los primos tratan de saludarse y sonreír para pasar desapercibido, pero el ambiente cambió completamente. El príncipe dice que debe hablar con su padre, por lo que todos se retiran, ya había terminado la audiencia por hoy y Elliot fue acompañado con una servidumbre para acompañarlo a su cuarto de huéspedes.

—Padre, me gustaría pedir autorización para que Charlotte pueda quedarse más tiempo en el palacio.

El emperador no se sorprende por la petición de su hijo, más bien ya se lo esperaba. Ha notado la cercanía de la pareja y siempre estará la felicidad de su hijo por delante.

—Puedes, hijo mío. Pueden aprovechar la temporada de frío para estar en el imperio sin que ella le afecte.

—Muchas gracias padre, cuando nos veamos le daré la noticia.

Carcajadas abundan por el salón por parte del emperador. Estaba orgulloso de como ha crecido con los valores que le inculcaron a Darcy.

En los pasillos estaba caminando Elliot y llega hasta el jardín donde la emperatriz y Charlotte estaban compartiendo una caminata. Elizabeth nota su presencia, al igual que la albina, pero la joven nota algo extraño en aquel joven que le provoca escalofríos y querer alejarse lo más que puede del lugar. La emperatriz va a saludarlo, mientras que Charlotte se mantiene a la distancia. De repente un dolor de cabeza abunda y recuerdos que no son de ella están en su mente. La sombra que veía ahora tiene forma y era aquel muchacho que estaba a unos pasos de ella. Elizabeth se acerca y la presenta con Elliot como la prometida de su hijo Darcy, algo que provoca una mueca que sabe disimular muy bien al frente de su tía.

—Es un gusto conocerla, señorita Bennett.

No le agradaba para nada su voz. Se sentía intimidada y amenazada. Aquel joven fue la que daño a la antigua Charlotte, la persona que confió ciegamente y que la mató para posteriormente arrebatarle su magia. No alcanza a responder cuando cae desmayada. Todos los presentes se preocuparon y llamaron enseguida al médico real.

Jacob y Darcy ya habían salido del salón del trono y se dirigían a ver a Elizabeth cuando escuchan el alboroto. Cuando escuchan el nombre de Charlotte, pregunta la ubicación de la peliblanca y comentaron la servidumbre que fueron a la habitación de la emperatriz junto con el médico real, lo que hace que ambos corran al lugar. Entran y ven que el médico hablaba con la emperatriz y en su cama estaba la peliblanca inconsciente, por lo que el rubio reaccionó y fue con ella.

—Ella tuvo un colapso mental su majestad, solo tiene que descansar y esperar que despierte.

Los Harvey veían a la joven ahí, su preocupación era genuina.

—¿No podemos hacer nada por ella?— Pregunta la emperatriz angustiada.

—Solamente esperar. Con permiso sus majestades.

Estaba parada frente al templo, pero se veía distinto a como lo recordaba. Observa que en la entrada aparece ella, Charlotte, pero también se veía diferente y estaba conversando con Elliot muy alegre, su mirada reflejada que lo veía como un hermano mayor. Escucha que comentan anécdotas de cuando eran pequeños, entonces significa que se conocen desde mucho antes. Eran recuerdos de la vida pasada de la antigua Charlotte, que está siendo mostrada a la Charlotte del presente. 

—Elliot, conocí un joven que me llamó la atención. Al principio vino a pedirme ayuda para conquistar a una señorita, pero me negué, así que se fue y posteriormente me mandó una carta pidiéndome disculpa y que quiere venir de nuevo a hablar para solucionar bien las cosas. 

Las manos del joven se vuelven puños, en su mente no podía aceptar que aquella albina estuviese interesada de otra persona que no fuese él. 

—Charlotte, olvídate de él, no es bueno para ti. 

Estaba desconcertada, como podía decir eso sin conocerlo. Su corazón lleno de bondad no podía asimilar las palabras llenas de odio que le lanzaba Elliot. 

—No sabes eso. Te lo cuento porque te considero mi familia, no estoy pidiendo tu permiso. 

Se molestó por los dichos de la peliblanca, por lo que se va enojado sin despedirse de ella, algo que sorprende a la joven, dejándola sin reaccionar en el mismo sitio en donde estaba conversando. 

Los recuerdos saltan cuando vuelve Darcy al imperio Saltis y va a conversar con Charlotte, se disculpa con ella y le comenta que pasa un tiempo ahí, ya que fue un mandato de su padre. Desde entonces ambos conversan y sienten esa conexión extraña como lo sintió, pero no tan fuerte como a la Charlotte del presente. Se volvieron amigos y con el tiempo sus sentimientos pasaron a otra etapa, por lo que lo hicieron oficial con su familia, algo que alegra a todos los presentes. Elliot veía todos estos sucesos desde la distancia, hasta que no lo soportó más cuando anunciaron su compromiso. Así que armó un plan para separar a la feliz pareja, pero todos fueron un fracaso. Hasta que un día, por la locura hizo un pacto con un brujo que ya estaba en las últimas de su vida, le dará sus poderes a cambio de su vida si no cumple con su objetivo, matar a Charlotte y Darcy. Desde ese momento hechizó al príncipe para hacerle creer que seguía enamorado de Anna, así que partió de nuevo a su imperio, dejando desolada y triste a Charlotte. Elliot aprovecho para asesinarla cuando estaba en el bosque, sola y le arrebató su magia, suponiendo que su amado la había abandonado y que el que consideraba su hermano mayor le quitó su vida. Lo demás se encargó el destino de la historia original. 

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