capitulo 17: “cambio de opinión"

— Leonard... ¿Que ocurre?

El general solamente carraspeó su garganta y fingió que no pasaba nada. Así que de inmediato desvía el tema preguntando lo siguiente.

— ¿Que lo traer por aquí, príncipe?

Isaac sigue la corriente y le responde aun dudoso.

— recuerda que tenemos que empacar, mañana nos iremos a Rember.

— ah, sobre eso. Ya está todo arreglado. Si quisiera, hoy en la tarde podríamos irnos. Al menos que nos dé la orden, príncipe.

— no, mañana, las cosas entre Giselle y yo van bien hasta ahora. Aunque ella sabe que nos iremos no será nada fácil irse a otro país. Y ahora quiero que se recupere.

— ¿Algo le pasó a la señora?

— no... No fue nada grave. Solo digamos que no fui cuidados en nuestra noche de boda.

— ya entiendo, ahora se porque no apareció más en la fiesta. Entonces, tendré todo para mañana, su majestad.

Antes de irse, Leonard es detenido por Isaac.

— la madre de Giselle viene con nosotros, también hay que prepararlo todo para ella.

— de acuerdo. Iré a informarle a los demás. Partiremos mañana a primer hora...— el príncipe asintió y luego se marchó.

Isaac quedó pensando el porqué su general estába ruborizado, aún así, sacarle alguna información sería como hablarle a una piedra.

_______________

Por otro lado, Giselle disfrutaba de la compañía de su madre, quién no le contó mucho pero si algo como fue su noche de bodas. Solo a pocas palabras pero que fueron entendibles que fue algo maravilloso.

— aún me duele el cuerpo, pero las pomadas las disminuyeron. ¿Como te fue a ti?

— no sabía que podría pasar una noche tan maravillosa. No se desde cuando no me divertía así. Además...— sonríe tomando su té—... Jamás pensé que alguien me haría sentir nuevamente eso...

— madre... ¿Estás sintiendo algo por Leonard?... En el baile lo vi muy unidos y de verdad que hacen bonita pareja.

— si... Pero yo...

— No dudes madre... Leonard tiene un gran corazón, lo sé porque él cuidó de Isaac, y se nota que es todo un caballero. Lo único que yo quiero es que tu sea feliz en tu nuevo comienzo, te has separado del barón que es un gran inicio...

— y no quiero dudar, Leonard es un hombre que cuando pienso en él me hace suspirar... Por eso le dije lo cuánto me atraía y le robe un beso y él me lo correspondió...

— ¡¿Un qué?!— gritó alguien, no Giselle, sino Enrique, que se encontraba detras de ellas, pues apareció en el momento que oyó lo que dijo Margareth.

— oh. Que sorpresa, eres tú. ¿A que viniste?... No, déjame adivinar, a buscar tu título ¿No?— expresó Margareth tranquila.

— repite lo que dijiste...— Margareth arruga la frente por oír eso, pero Enrique continúa— Ya nos divorciamos y ya andas con otro... Sin vergüenza.

Giselle se levanta de la silla para defender a su madre.

— ¡Barón, ya basta con hablar incoherencia!— pero Margareth la detiene dándole una bofetada que lo deja mirando al otro lado, ya que esto tenía que terminarlo de una vez.

— eso a ti no te importa, Enrique. Y que hipócrita de tu parte. Yo no fuí quién trajo a una amante aún estado casados. Mi vida ya no está atada a la tuya así que es mejor tratarte como un desconocido.

— ja... Por favor, Margareth, si piensas que algún hombre se volverá a fijar en tí creo que estás equivocada... Mírate, estás divorciada, no eres joven...

— por lo menos tengo oportunidad para dar un heredero, no como alguien que se quedó estéril de la nada.

— ¡Eso fue una enfermedad que me dio en ese tiempo, Margareth!... ¡Mejor me voy, ya no perderé más mi tiempo contigo!— el barón le da la espalda pero se detiene

— Enrique... Si Sasha sale embarazada no creas que fue un milagro...

El hombre solo apretaba las manos a no más poder, no le dirige una palabra ni mucho menos la voltea a ver, así que se marcha.

— no le fue suficiente en arruinar mi vida cuando estábamos casados que ahora quiere arruinarla de soltera.

— madre, no te preocupes... Ya no creo que veremos más al barón, mejor, arreglemos las cosas para irnos mañana...

— tienes razón, necesito distraerme un poco.

Con esa decisión, Giselle le toma el brazo a su madre y ambas se van empacar.

_________________

Por otro lado, Enrique aún se encontraba molestó, tanto que había olvidado su enfermedad por falta de espermatozoides, que cuando Margareth se lo recordó éste no dudo en irse para buscar lo que más le importa.

— su majestad... Lord Whitney ha llegado...— presentó un sirviente a la puerta del emperador.

— está bien... Lord, tomé asiento, será breve ya que tengo asunto más relevantes que hacer...—

Aunque el rey da los títulos con una presentación, está vez siente que es innecesario ya que solo subió de rango al barón que no merece nombramiento público.

— ¿Que?— miraba perplejo el documento— ... ¿Solo conde?... Su majestad, esto no fue lo que me prometió...

— recuerde lo que dije, no éstoy a la obligación de darle un título tan alto después de lo que hizo.

— ¿Y que fue lo que hice para remediarlo de inmediato?

— vaya, ¿Tan poca memoria tiene?... Todos los presentes del día de ayer notó que usted no acompañó a su hija al altar, en el banquete aunque no se habló mucho, mis nobles lo comentaron y sabían perfectamente sobre su amante...

— ¡¿Entonces por qué no hablan de mi ex esposa?!... ¡Ella también estuvo con otro en el banquete!— alzó un poco la voz, pero se notaba alterado.

— el general únicamente la acompaño y bailo con ella estando sin algún compromiso... Nadie vio mal eso, además, que siempre estuvo ahí para su hija, no como alguien que se la pasaba hablando con su otra pareja.

— no... No... ¡No!— se levanta— su majestad, esto es un trato injusto, yo le di a mi hija a cambio de ser un duque no un conde.

— ¿No lo quiere?... De acuerdo, cambie de opinión.

El barón toma asiento y piensa que el rey accedió a darle su título tan merecido. Pero al contrario, el rey se levanta y rompe el papel. Ya que su majestad no estaba de ánimos en ser bondadoso.

— como no quiso lo que le ofrecí, no hay titulo. No hay nada....— al ver el papel roto y con lo que dijo el rey Enrique queda en blanco— además, usted no me dio a su hija, simplemente la princesa Giselle aceptó ser la prometida del príncipe, ella podía haber rechazado la petición y yo hubiera elegido a otra. Y en modo de gratitud le iba a ofrecer un título que merecía, pero me ha demostrado todo lo contrario... Me ha decepcionado.

— su majestad, por fa-...

— llevenselo de mi vista...— ordenó a los par de guardias que él siempre tiene en su oficina.

De inmediato, Enrique fue alejado del rey, con solo ser avaricioso perdió la oportunidad de tener un título mejor, pero no, él quería demostrarle a Margareth que pudo ser mejor sin ella, aún así, le fue todo lo contrario.

.

.

.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***