capitulo 4: “comenzar de nuevo"

______________ en la mañana siguiente.

Giselle abre sus ojos, lo sentía pesando, pero por supuesto, ella ayer despertó en un cuerpo extraño y además fue a una reunión con el rey. Sin embargo, hoy era un nuevo día para ella, así que con todo los ánimos se da una ducha fría.

Al rato después, ella baja para desayunar, aún así el apetito se le va cuando se cruza con Sasha en el pasillo.

— oh, buenos días, querida... Veo que amaneciste bien... ¿Como te fue con tu reunión con el rey?

— buenos días, pero eso no es su asunto, aún así supongo que mi padre ya te habrá contado algo, así que no vale la pena hablar contigo...— se va sin decirle más nada a Sasha.

Caminando más adelante del comedor, Giselle no piensa comer aquí, sino en el jardín.

— hupm. Niña amargada... Pero no importa, muy pronto estarás lejos de mi vista. Por lo menos no soy la que se irá a casar con un monstruo... Y seré duquesa...— Sasha se marcha al comedor con una sonrisa.

_____________________

La pelirosa llega al pequeño kiosco en el jardín, antes de llegar ve a una mujer sentada ahí junto a Romina, sorpresivamente ella susurra.

— ¡Madre!... — rápidamente se acerca, y le pregunta— madre... ¿Que haces aquí?... Pensé que estaba reposando en tu habitación. ¿Ya te sientes mejor?

— Giselle... Si, ayer me desperté con más ánimo que nunca pero hoy quise salir a tomar aire fresco...

La joven no dejaba de ver asombrada a su madre, ¿El porqué?... Margareth, la madre de ella siempre mostraba un rostro ilegible, sumergido en la tristeza por lo sucedido con su familia, pero ahora mostraba una radiante sonrisa, como si hubiera superado y dejado todo atrás para seguir su vida.

— ¿Puedo sentarme contigo, madre? Quisiera acompañarte.

— si... Por supuesto. Además hay muchas cosas que quiero hablar. Pero antes... Romina, ¿Podrías traernos nuestro desayuno?.

— si, mi señora...

Una vez la sirvienta se haya marchado, Margareth le dice algo a su hija.

— yo... Realmente lo siento. Durante estos años he sido muy egoísta contigo. Siempre me preocupaba por cosas que me hacían daño, por ejemplo, tu padre... No pude apoyarte en nada, y por lo que he escuchado, dicen que te casaras... Siento que he sido una pésima madre, lo siento...

Realmente Giselle veía con sorpresa, aunque conoce a su madre solo por los recuerdos, esto la deja algo anonadada. Tal vez por fin entendió que era lo mejor para su vida, aunque aún no se ve tan recuperada se nota un cambio favorable.

— madre... Yo aceptó tus palabras, está bien que quieras volver a empezar... Lo importante es que te sientas mejor.

— si, y quiero comenzar contigo, apoyarte en todo lo necesario, está vez no pienso dejarte sola, Giselle...— tomó la mano de su hija— de verdad estoy arrepentida por haberte dejado a un lado por estar enferma, pero ya estoy bien...

— madre...

“tal vez no tenga mucho sentimientos por esta familia, al final, solo soy alguien que apareció en este mundo, pero... Su sinceridad al decirme que quiere comenzar conmigo como madre e hija, me gustaría hacerlo... Todos tenemos oportunidad de volver a empezar ¿O, no? Y ella se nota que de verdad quiere hacerlo"

Ambas charlaron cómodamente mientras que disfrutaban su desayuno. Giselle ahora comprende que su madre al fin abrió sus ojos, o quizás algo más ocurrió, pues este cambio tan repentino era algo de que asombrarse.

________________ horas después...

Giselle ahora mismo estaba en su habitación, pensando de qué forma cambiaría la historia si ella decide casarse con ese príncipe. Hasta que le llega una carta.

— ¿De quien, Romina?

— oh, eso es lo más extraño, no hay nombre que lo explique. Pero tiene un sello extranjero...

— de acuerdo, déjamelo... ¿Y mi madre?

— la señorita...— mira a otro lado algo inquieta— escuché que está dando su ropas a las empleadas, además que comentó que quería rehacer su armario...

Giselle no se sorprende, pues eso fue lo que comentó su madre en el jardín está mañana.

— ya veo... Después de leer la carta iré a verla.

Romina asiente y se va de la habitación, ahora, solo piensa en el extraño comportamiento de su señora.

“¿Que le pasó a la señora Margareth? Antes de enfermarse, siempre le ha gustado la ropa que tenía pues fue el barón quién se la compró, ahora la está dando sin dolor, más bien con una sonrisa... Supongo que ya no soporta la idea de que el señor tenga a una amante y que la quiera más..."

Con ese pensamiento, Romina se va en hacer sus deberes...

En la habitación de Giselle, ella veía la letra de la carta era tan fina como hermosa, ¿La escribiría una mujer?... Pensó ella. Aún así tiene sus sospechas de que es de él, del príncipe Rember.

...“Srta Whitney, entiendo que esta carta le sea algo extraña en recibir, aún así, veo que tomo nuestro compromiso de buena manera, y más si desea conocerme. Ambos hacemos esto por la unión de nuestros países, tal vez se vea algo obligado pero podríamos llevar una buena relación de amistad. Ahora, tengo ansias de verla y conocerla, pues el rey me ha afirmado que su encantadora presencia es única. Espero que usted también lo esté. Muy pronto nos veremos"...

^^^Isaac Rember"^^^

“ Se leía como un dulce hombre dispuesto a cumplir con sus obligaciones y a ser un caballero delante de mí. Todo el mundo hablar de él como si lo conociera. Aunque si yo no supiera la verdad, no lo juzgaría por lo que dicen los demás..."

— yo también estoy ansiosa de conocerte... Isaac...— dijo ella con una sonrisa y mirando la carta.

__________En la habitación de Margareth.

La mujer quien haces unos días estaba recostada en su cama en un estado deplorable, ahora mismo arreglaba su habitación. Las joyas y vestidos que el barón le compro hace tiempo, ella ahora la estaba regalando a sus empleadas. Cuando llega Romina, Margareth le ofrece un abrigo de piel de zorro.

— o-oh... Mi señora... Ésto, no podría, es algo muy caro que se lo compró el barón...— dijo ella apenada— A este paso se quedará sin nada...

— no te preocupes... Como dije, haré un armario nuevo, y por eso mismo lo estoy dando para no botarlos... ¿Que hora es...?

— ¿Eh?... Más de las doce del mediodía.

— perfecto... Ire al pueblo, quiero aprovechar que ni mi esposo ni esa mujer están aquí.

— ¿Que hará, mi señora?

— a gastar el dinero del barón, necesito ropa nueva, la que tenía ya no era de mi gusto...

— ¿Gastar?... ¿Él estará de acuerdo en eso?

— ¿Por qué debería avisarle?... Si él ha gastado el dinero en su amante, yo, que soy la esposa y que he estado aquí soportándolo tengo derecho en usar el dinero que también es mío.

— si, mi señora...

— bien...— luego piensa con más seriedad.

“Debo de cambiar mi imagen tan deplorable. Aún me veo joven, el barón ya no es un hombre digno de mi. Me gustaría ser libre para poder adaptarme a todo esto y ser la madre que merece Giselle"

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Chicas mías, le vengo a recomendar una novela que está buena, espero que le den una oportunidad y ella actualiza siempre

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