¡Decide!

Azalia  miró con furia a ese hombre, Sebastián dibujo una sensual sonrisa en su rostro, se acercó a su oreja con tono arrogante le dijo en un susurro

-Querida, no me mires así, ¿quieres que me enamore?

Azalia apretó los dientes y trato de alejar la cabeza para evitar sentir el aliento de ese hombre sobre su cuello. Sebastián pasaba sus dedos por los dulces labios de Azalia.

Ella como una pequeña pantera a la defensiva le mordió el dedo hasta que le saco sangre, Sebastián hizo un gesto entre placer y dolor.

En cuanto Azalia soltó el dedo que tenía entre sus dientes sintió el sabor metálico, un líquido viscoso le escurrió por las comisuras.

Sebastián se llevó el dedo lastimado a su boca y lo lamió,

-Querida, sabes muy bien, lástima que por el sabor de mi sangre no pueda degustar por completo tu sabor, pero ya habrá tiempo.

Sebastián se movía con elegancia de un lugar a otro dentro de la habitación, Azalia no le quitaba la vista de encima, Sebastián encontró un pañuelo y  limpió la sangre.

-¿Qué es lo que quieres?, ¿crees que tienes tanto dinero como para comprar a alguien como yo?

Grito y gruño Azalia enfurecida, tenía una mirada asesina, sino fuera por ese maldito collar en el cuello sin dudar hubiera tomado cualquier cosa con filo y clavarlo en el pecho de ese hombre.

Nuevamente los lindos labios de Sabastián se curvaron, mostrando su perfectos y blancos dientes

-No es por presumir, pero, ya que lo preguntas, ¡sí!, ¡si tengo mucho dinero!

La ira en la mirada de Azalia se intensificaba

-¿Qué vas a hacer conmigo?

-Qué podría hacer contigo. . . deja pensalo querida, creo amarte y enseñarte los placeres de este mundo, todo lo el dinero puede comprar, nada es imposible para un hombre como yo- Dijo Sebastián cos suficiencia y presunción.

-¿Qué te hace pensar que estoy dispuesta a compartir algo contigo?

-Querida, quién tiene un collar en el cuello, no soy yo.

-No me importa que me mates, no estaré contigo, ya amo a una persona y lo buscaré hasta el fin del mundo si es necesario

-Jajajajajaja, me gusta tu pensamiento romántico, sin embargo, creo que Julian no te dijo que ese pobre hombre, murió en el mar.

Azalia abrió muy grande los ojos,  

-No, no te creo, eres un mentiroso, lo que quieres es que desista de buscarlo, pero no lo haré

Azalia se negaba a creer en esas palabras, en su corazón sabía que era falso, pero comenzó a tener dudas.

 -Querida, está bien, te daré la prueba, solo deja que encuentre su cadáver, si es que los tiburones dejaron algo.

Mil cosas y posibilidades pasaban por su cabeza, las palabras de Sebastián la habían dejado fuera de sí.

Sebastián pidió a las mucamas que le llevarán algo de comer a Azalia y que la alimentaran si era necesario y salió de la habitación.

Al día siguiente el proceso fue similar, las mucamas bañaron y vistieron a Azalia, sin embargo esta vez no era un vestido ni zapatos de tacón, era una bata de seda roja, que dejaba al descubierto la sensual y esplendida figura de Azalia.

Nuevamente Sebastián fue a visitarla, su mirada lasciva barría todo el cuerpo de Azalia, era muy obvio que verla vestida así y en ese estado de sumisión despertó algo en él.

Para un hombre que ama el poder esto era todo un manjar, que estaba dispuesto a devorar; lo único que le molestaba era que no podía dar rienda suelta a sus deseos en ese momento.

-"Querida, este asunto de encontrar el cadáver de Dario está tomando más tiempo del que esperaba, así que tengo un trato, es una forma amable de decirlo, ya que no tienes opciones.

Me comprometo a encontrar el cuerpo de ese hombre para que no vivas con la tonta ilusión de encontrarlo de nuevo en esta vida; también a tu amiga Carmen le compraré su libertad; es tu decisión si ella termina como esclava de un sádico en otro país, en un club de prostitución, o sus órganos viajan por el mundo.

Pero... escucha y hazlo con atención porque soy un hombre complaciente pero tampoco me gusta jugar ni repetir las cosas (dijo estas palabras con un tono más enérgico, mirándola a los ojos).

Vamos a quedarnos aquí unos días más pero un hombre de negocios como yo tiene una agenda ocupada, no puedo dejar mis negocios así como así de tal forma que la condición que pongo es que tienes que dormir conmigo todo el tiempo que esperemos; de otra forma te puedo tomar y salir de esta Isla, ¿comprendes?

Nunca sabrás que le paso a tu “amado”. Decide rápido que no soy muy paciente, además tarde o temprano, tu dormirás conmigo, la diferencia es si será por tu voluntad o por la mía.”

Después de decir esas duras palabras Sebastián salió de la habitación, Azalia tenía muchas emociones, quisiera salir corriendo de ese lugar alejarse todo lo más posible, solicitar equipo de rescate y buscar por si misma a Dario. . .

. . . Pero estaba ahí con ese maldito collar en cuello, como si fuera un perro, al que castigan cuando no obedece. Ese hombre le había arrebatado su humanidad y la había colocado al nivel de un animal en proceso de entrenamiento.

Tenía lágrimas de rabia que se resistían a salir de sus ojos, se mordía los labios. Mientras más lo pensaba más se daba cuenta que no había salida.

Por la noche Sebastián regreso a la habitación de Azalia; ella ya había controlado un poco sus emociones.

La furia estaba en su interior, la sentía como fuego que le quemaba las entrañas, sin embargo, tenía que doblegarse por Dario, por Carmen y hasta por sí misma.

Azalia estaba sentada en una silla frente a la gran ventada cubierta por barrotes, a través de ella le llegaba el aroma del mar, lo más próximo era una hermosa vista de un gran jardín.

Esa seguramente es casa de Sebastián, muy diferente a las ruinas donde fue a buscar a Julian.

Esta casa a pesar de ser de las más antiguas de la Isla se veía en excelentes condiciones,  seguramente ha pertenecido a la familia de Sebastián por mucho tiempo o a alguna familia adinerada, luce tan diferente a muchas de los alrededores a las que se les nota el paso del tiempo y el poco mantenimiento.

Sebastián se paró en el umbral de la puerta, con la vista busco a Azalia, la vio tan melancólica frente a la ventana que no se atrevió a entrar sin su permiso, antes de dar un paso adentro comenzó a hablar

-Cariño, estoy aquí por una respuesta . . . ¿A tu modo o al mío?. . .

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Comments

Agnes Andy

Agnes Andy

noooo autora!!! porque lo hiciste morir y metiste este personaje nefasto?

2023-10-25

1

Agnes Andy

Agnes Andy

ahora parece que quedarse con su ex era la mejor opción

2023-10-25

0

Blanca Aleman

Blanca Aleman

como que esta tomando otro rumbo la historia pero aun no a perdido el interes

2023-03-22

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