Regreso a Cuba

Los días pasaron se hicieron semanas, las semanas se transformaron en meses.

Azalia tenía una lucha diaria con las suplicas de Sofía, una verdadera batalla con Rubén que quería retomar su relación amorosa, las quejas de su madre que deseaba ser abuela pronto; vivía un verdadero infierno.

 Azalia lo único que disfrutaba era ir a un sitio cubano a comer y a tomar unos mojitos, realmente extrañaba a Dario, sentada sola en ese lugar se quedaba largo tiempo, sus lágrimas rodaban sobre sus mejillas.

Deseaba tanto verlo, escucharlo. Se conformaba con las fotos que  Rubén le mostraba de vez en cuando para que ella no tomara sus cosas y lo abandonara antes de concluido su trato.

Su llanto era tan amargo. . .

Ya la conocían en el lugar, la dueña en varias ocasiones se acercó a tomar algunos mojitos con ella, la escuchaba; escuchaba el dolor que tenía por dentro.

Por fin después de ocho meses el contrato de los apartamentos había sido otorgado a Rubén, llego el momento del divorcio; Rubén no estaba contento con que Azalia se fuera de su lado.

Aunque ella no lo amara más, él seguía empeñado en reconquistarla, le satisfacía enormemente aparecer en los eventos sociales del brazo de esa mujer atractiva y capaz, le agrandaba el ego frente a sus amigos y se sentía feliz de poderle dar muestras de afecto aunque solo fueran en público y como parte de una representación.

De forma determinada tomo la decisión de no decir nada sobre el contrato, esperar tanto como fuera posible; pasaron dos meses más y Azalia se enteró por una clienta quien la felicito por el contrato de su marido, ella no sabía que decir, estaba realmente feliz y molesta, una mezcla de emociones.

Emocionada porque ya terminaría ese infierno, sumamente feliz por regresar a la Isla y ver a Dario de nuevo. Y obviamente molesta por que Rubén mantuvo oculto el contrato por dos meses, esos dos meses se los haría pagar.

Ella llego a la oficina de Rubén con un abogado, el contrato que habían firmado y con el acta de divorcio. Rubén no sabía que decir, estaba sorprendido de que Azalia ya supiera que gano la licitación, que no tenía que seguir con esa farsa.

Rubén no sabía que decir, estaba sorprendido de que ella apareciera de esa forma tan abrupta. Azalia no tenía ni una pizca de duda.

Le exigió que firmara el contrato, de lo contrario haría valido el quitarle todo lo prometido, los beneficios de la licitación, cuentas y propiedades.

Rubén mostro el peor de sus lados, tiro las cosas que estaban en su escritorio, pero Azalia no solo llevaba un abogado con ella, había un sequito de guardaespaldas detrás de la puerta, esperando sus órdenes para someter a Rubén y obligarlo a firmar.

Ante esta situación, Rubén tenía la molestia incrustada en su rostro al verse sin alternativa alguna, de mala gana arrebato el acta de divorcio de las manos del abogado, tomo un bolígrafo del piso, donde todo estaba regado y firmo.

Azalia le extendió otro documento, que sacaba un porcentaje sobre el valor de sus bienes.

-Este es el costo por mentirme; tú decides, lo firmas o vamos a juicio, no creo que te convenga estar en los titulares de los periódicos con un gran contrato del gobierno.

La furia en el rostro de ese hombre guapo, hacía que se viera realmente peligroso, se le notaba en los ojos, si Azalia no hubiera tomado previsiones, probablemente Rubén la hubiera lastimado.

Cuando Azalia salió del edificio, estaba tan feliz que irradiaba una aura de confianza y satisfacción.

Se despidió del abogado y de los guardaespaldas, ya tenía todo listo, una maleta en el porta equipaje, papeles con una nueva identidad en un sobre dentro de su bolso de mano, el boleto de avión; deseaba que le salieran alas, no podía esperar más.

Con muchas ansias espero en el aeropuerto a que anunciaran el momento de abordar su vuelo, pero hubo retrasos en las salidas ya que había una tormenta tropical en el Atlántico, espero casi 24 horas para poder viajar. Estaba tan emocionada que esas horas eran eternas.

Cuando por fin subió al avión, estaba tan cansada que durmió, pero solo por poco tiempo, tenía tanta ansiedad que no podía conciliar el sueño a pesar de que estaba tan cansada de esperar en el aeropuerto desde el día anterior, un viaje que sería el camino a su felicidad.

Cuando por fin Azalia llego a la isla, no espero su maleta, salió a toda prisa a tomar un taxi, que la llevará a la casa de Dario, por fin su amor estaba cerca.

Sin embargo la tormenta tropical había azotado a la Isla días atrás y estaban los trabajos de limpieza; claramente se notaba que no era una situación fácil, había daños por todas partes.

El área donde vivía Dario había sido de las más afectadas, Azalia iba con el corazón en un hilo, implorando por que Dario estuviera bien.

Hubo un momento en que el taxi no pudo avanzar más. Azalia tuvo que bajar del auto y continuar a pie, los caminos estaban bloqueados.

Le costó un poco de trabajo llegar hasta el lugar de su destino.

Cuando por fin reconoció el viejo edificio donde vivía Dario, su corazón daba saltos de felicidad, estaba tan nerviosa y emocionada.

Corrió, hasta ese lugar, mientras pensaba en cuál sería la reacción de Dario, no sabía si estaría molesto por no saber de ella, si estaría triste o si ya estaría con alguien más, pero todas esas dudas no la detuvieron, corrió, hasta la puerta de la casa de Dario.

Su pecho parecía que explotaría, las manos le sudaban, hizo un esfuerzo y toco la puerta.

Una vez, Dos veces, Tres veces…

Seguía sin obtener respuesta. Tal vez había salido a trabajar. Decidió esperar afuera pese a que sabía en donde estaba la llave para poder entrar. El día se terminó, no había noticias de Dario, sus ojos se enrojecieron, en su mente se preguntaba ¿Qué le había pasado?, la última vez que Rubén la amenazo, las noticias eran que estaba sano y había regresado a vivir a ese lugar, donde pasaron unos días increíbles llenos de amor.

Ella se sentó en la puerta, estaba a punto de caer profundamente dormida, cuando una mujer se acercó, era la chica que en su primera visita le había llevado el servicio a la habitación, esa joven y atractiva mujer que quería tener una relación con Dario.

La chica se acerco a Azalia y con toda naturalidad la saludo

-Hola señorita, ¿espera a Dario?, él no regresará - dijo con cara de tristeza

-¡¿QUÉ?!, ¿cómo puede ser posible?, ¿en donde está?, ¿qué le paso…?

La chica con voz tranquila

-Vamos a mi casa y le platico que paso

Azalia, se levantó, sus piernas estaban adormecidas por permanecer ahí sin moverse por un largo tiempo.

Y camino al lado de Carmen.

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Comments

mariposa 🦋

mariposa 🦋

espero que el cubano no le tenga una mala sorpresa 😮

2023-03-22

1

Noemi Lovegood

Noemi Lovegood

yo ya estaba brincando en una pata 😅

2023-02-25

0

Elvira Fretes

Elvira Fretes

yo creo que Rubén le hizo llegar a Darío de su casamiento y el se desiluciono

2023-02-04

0

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