En la playa

...No sé lo que haré, pero si sé lo que no haré, ¡no me casaré!, no lo haré, no me encadenaré con un hombre que no me ama, siempre pensé que seriamos muy felices cuando tuviéramos una posición económica cómoda, nunca imagine que mi esfuerzo "mantendría a una amante" Jajajaja, gracias a mi tiene casa y auto, jajaja.

NO ME CASARÉ... Que el mundo arda pero no lo haré.

De nuevo estas estúpidas lágrimas, odio llorar y ahora lo odiaré aun más, al recordar por que estupidez estos tontos ojos no paran de llorar.

Con el dorso del brazo me limpie las lágrimas y regresé a bailar.

-Amiga estas bien. Tienes la cara un poco inflamada

-Estoy bien, son los mojitos y el calor.

-Estas segura, si te sientes mal me dices y nos vamos.

-Claro que estoy bien, sigamos bailando.

Entre risas y baile fueron pasando los minutos, cada vez me sentía más mareada, pero el ambiente me incitaba a continuar.

De repente un hombre me tomo por la cintura e intento besarme, lo empuje pero él me tomo con más fuerza, era un completo desconocido, ni siquiera baile con él, pensaba entre los forcejeos

Me comencé a sentir mal, así que no podía quitármelo de encima, me abrazo y se dirigió a la puerta de salida.

Yo no quería ir con él...

No... Este hombre ¿qué me hará...?

Sonó un teléfono,

-Jefe, encontré una mujer con cuerpo sexi, seguro le va a gustar, ya sabe la tarifa por extranjera...

¿Qué?, este hombre me va a vender, no puede ser como me puede pasar esto a mí, como diablos puedo tener tanta mala suerte ¡Mierda!, ¡Mierda!, ¡Esto es mala suerte!

De repente el hombre se desplomo, me arrastró al suelo con él, pues me mantenía abrazada, en el piso traté de sacarme de su agarre, alguien me ayudo a liberarme de sus brazos.

Cuando me levante estaba muy mareada, tenía la vista nublada. La misma persona me tomo de la mano y me dijo

-¡Corre!, ¡si quieres estar a salvo corre!

Corrí lo más rápido que pude, no fue mucho dado que llevaba tacones, estaba mareada y tenía la vista borrosa.

Cuando estábamos a cierta distancia nos detuvimos, apenas podía contener el aliento, me sentía sofocada, pero los mojitos comenzaban a perder efecto.

Conforme mi vista y mi mente se fue aclarando pude ver el mar; estaba en la playa, había luna llena, así que había una buena iluminación, la marea era alta, así que se escuchaban las fuertes olas golpear contra los riscos.

La luz lunar me ayudo a reconocer a la persona que me había salvado; ¿pero me salvo o es un nuevo victimario?

-¿Estas bien?

-¡Dario!...

-Si, soy yo. Perdón, espero estés bien, por favor no te espantes. No te haré daño.

Pero casualmente no me sentí amenazada por él, al contrario me dio una sensación de de seguridad.

-Dario, me haz salvado la vida dos veces en tan corto plazo de tiempo. ¡Como es posible!

-Cuando llegaron al hotel estaba este hombre vigilando, al parecer alguien lo mando a espiarla, no estoy seguro si fue ordenado o fue su propia decisión pero la quería vender a uno de los pocos gánster que hay en la Isla. No podía dejar que la lastimarán.

Abrace a Dario, y comencé a llorar.

-Muchas gracias Dario, no sé que sería de mi si tu no hubieras estado ahí, ¿cómo te puedo pagar?

-No llore más, esa es mi paga.

-. . .

- Se pondrá roja e hinchada y es muy bonita para estropear su rostro así.

-. . .

Me sonroje, para tranquilizarme me tumbe en la arena, el cielo estrellado, el mar inmenso. Me sentí un grano de arena, pequeño e insignificante.

Dario se tumbo a mi lado, puso su brazo bajo mi cabeza y estuvimos ahí tirados por un largo rato escuchando el ir y venir de las olas.

Cuando me recuperé, pensé en Sofí;

-Dario, debemos regresar por Sofí, ¿Qué tal que ese hombre regresa por ella?.

-Su amiga esta bien, cuando salí tras de ti le pedí a un amigo que la vigilará, él no permitirá que alguien la lastimé. Además el hombre que intento llevarte no iba por nadie más que por ti. Desde que llegaron no te quitaba la mirada de encima, cuando saliste un momento él fue tras de ti, pero al parecer aún estabas sobria para defenderte, por eso esperó a que bebieras un poco más.

-Pero no he ofendido a nadie, quien pudo...

- Esta persona no recibe ordenes de alguien de la Isla, pero ya no pienses demasiado. Si ya estas mejor vámonos. Te llevaré al hotel.

- Esta bien gracias -cuando fui yo tan obediente y tan sumisa con alguien que no conozco-

El paisaje es increíble 5 minutos más por favor.

-De acuerdo pero solo 5, ya es tarde y por la mañana tengo que ir a la oficina de empleos.

-Sobre eso..., Dario ¿Qué puedo hacer para ayudarte?, lamento tanto que por mi culpa te despidieran.

-No hay problema, ya estaba pensando dejar el hotel, como fui despedido me dieron un poco más de liquidación.

- ¿por qué te vas?, no te gusta lidiar con turistas imprudentes como yo.

-Jajaja, como crees, si todos fueran como tú esto seria el cielo. Oh, disculpa te estaba hablando de usted y ahora de tú, espero no te moleste, pero me siento cómodo a tu lado.

-No te preocupes, si me hablas de una manera muy formal me siento incomoda, tenemos casi la misma edad.

- Eso creo, ¿cuántos años tienes?

-Mmm...no sabes que a una dama nunca se le pregunta la edad.

- De nuevo perdón, no lo sabía

-jajajaja, te estoy bromeando, tengo 28 años ¿y tú?

- Yo tengo 26, pronto cumpliré 27. Somos casi de la misma edad.

- Bueno, no me respondiste por que te quieres ir del hotel.

- ¿Recuerdas a la chica del servicio?

-¡Claro que la recuerdo!, es muy bonita.

-Ella desea hacer cosas conmigo, pero no me gusta su forma de ser, es demasiado, no sé como decirlo...

-Entonces es por ella, es una lástima me hubiera gustado dar otro paseo contigo.

-Podemos, dar un paseo, ya que ahora soy desempleado.