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—¡si, dale más duro con el bate a ese maldito!¡eso le pasa por ser un mar*c*!— dijo el hombre de cabellos blancos casi gris platinado a sus compañeros de banda.

los seis eran los problemáticos de esa universidad, y hacían lo que se les daba la gana por el era el hijo del dueño de una multinacional, así que como nadie quería problemas con su padre, todos dejaban que el hiciera lo que  quisiera con ese chico que no tenía la culpa de ser alguien que le encantaba mostrar sus sentimientos, eso no lo hacía menos hombre.

y ahora ese bastardo siempre lo molestaba cada vez que venía a la universidad, y lo odiaba— Déjame en paz SeungHa, dile a tus matones que paren— dijo el chico pelirroja que escupió sangre.

—Tu aquí no mandas Jaehyun, nadie te mando a ser un depravado, y eso te ganas por ser un desviado— dijo el chico con soberbia y autosuficiencia.

Siempre se creía el mejor y siempre lograba obtener lo que le daba la gana, no era más que un niñato mimado de papá, y por eso Jaehyun lo odiaba, por creerse el dueño de el mundo y que su palabra era la ley.

—Ya déjenlo, tenemos clases y lo que menos quiero es reprobar por un imbéc*l como este— dijo SeungHa y todos fueron con él.

ya que eran sus perros falderos, bueno así les decía Jaehyun, todos ellos eran una manada de descerebrados.

desde hace unos años lo molestaban sin ninguna razón obvia,pero lo único que le venía a la mente por lo cual lo molestaban era que en un tiempo pasado, le confesó a su mejor amiga que gustaba de SeungHa, pero eso fue hace mucho y después de ello vinieron los golpes, las burlas, las bromas.

Tal vez SeungHa había pensado que estaba tratando de hacerlo ver menos hombre y por ello ahora se volvió todo un problemático.

o tal vez fue que hace un tiempo su madre fue asesinada por su padre en uno de sus tantos ataques violentos.

porque el recordaba que era un chico amable, bueno en sus calificaciones, muy popular pero muy amigable, pero todo eso se perdió en un santiamén volviéndose la peor escoria que había y al cual nadie se acercaba ni a mirar.

y los entendía, porque el ya no quisiera ser la carnada de su manada de problemáticos, quisiera que fuera de nuevo el chico del cual se había enamorado.

Y por el cual todavía tenía sentimientos muy profundos.

y en ese momento pidió un deseo a la luna sin querer.

—Luna..... si me oyes, te pido por favor que si en otra vida me llegó a encontrar con SeungHa, uneme a él de forma sana, soy un lobo enamorado de mi mate destinado que es un tonto y problemático humano ahora, solo te pido eso por favor— dijo entre sollozos.

y después de ello fue hasta el bosque para morir de una depresión lentamente al ser rechazado tantas veces por su destinado.

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El rubio cambió la música por otra mientras las lágrimas de sus ojos no dejaban de salir, extrañaba a su madre, y odiaba con toda sus fuerzas que el maldito de su padre hubiese acabado con su vida, no quería volver a su casa, donde era un maldito infierno para el volver.

Su madre, la mujer que le iluminaba sus días como siempre, se había desvanecido en sus brazos cuando entró a su casa y la encontró en el piso, con su padre de pie cerca de las escaleras, en shock, estaba lleno de sangre desde su mano hasta su camisa y tenía un cuchillo en su mano.

tomó a su madre en sus brazos entre gritos, pero antes de irse de este mundo su madre le había dicho "Huye de él" y sus hermosos ojos se cerraron para siempre.

fue el día en que más lloró, y su padre lo golpeó, le dijo que los hombres no lloran, solo las nenas y los m*ric*s que se dejaban foll*r por otros hombres, su padre le recalcó que mató a su madre por ser una antinatural, que le fue infiel con una bestia extraña que no reconoció, pero se parecía tanto a un lobo.

sabía que solo su padre había enloquecido y que había matado no solo a su madre, si no a un bebé que crecía en su vientre y que por eso su padre había tomado esa decisión, porque su madre era una depravada, y que en su vientre había un mounstro.

todo eso se lo dijo mientras reía a carcajadas mientras lo veía en el piso golpeado y sin fuerzas después de que tantas veces su padre lo había golpeado con un bate de béisbol.

ahora no pensaba como una persona normal, su vida ya no era normal, sus pensamientos tampoco lo eran, y sus días tampoco lo eran, estaba a punto de convertirse en el mismo mounstro que era su padre y de eso no estaba orgulloso, y su madre tampoco lo estaría.

Jung Hyesun, Oh, su madre adorada en estos momentos negaría de él ante las cosas que había hecho y se sintió culpable, junto con la culpabilidad un vacío llenó su corazón, como cuando había perdido a su madre, pero esta vez más fuerte más intenso.

y llorando dijo ante las emociones que sentía dijo— No quiero volver a esa casa, no quiero esta vida, no quiero ser este mounstro, ya no quiero nada, no quiero esta mierda de vida, quiero renacer, quiero volver a ser yo, quiero volver a ser esa persona de la cual mamá estaba orgullosa, quiero que amar y ser amado, quiero amigos verdaderos, quiero mi vida de vuelta, ya no quiero estar aquí.

y no sabía cuántas horas estuvo manejando, pero ya era de noche y cuando pasaba por una autopista su carro se detuvo al quedar sin gasolina, pero no hizo nada para salir de allí, su mirada estaba perdida, ya no tenía nada porque luchar.

en ese momento un camión y un autobús que venían en direcciones distintas y tocaban la bocina desde hace rato, chocaron contra él, haciendo añicos su vida y empezando un ritual que la luna se había prometido hacer por las desgraciadas vidas de sus hijos.

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