La Bruja Del Fuego

La Bruja Del Fuego

capítulo 1- regreso...

Durante la guerra de Ceoli contra Klen, que duro casi 3 años, fue Klen quien salió victorioso, tuvo dos guerreros destacados, el príncipe Ethan y el joven Duque Caesar. Tras la derrota de Ceoli, la única que sobrevivió de la familia real fue Martina Bennett, la princesa, quien se vio obligada a huir del campo de batalla, al volver a Ceoli, su madre y sus hermanas ya habían sido despojadas de todo, obligadas a salir del reino, pues Ceoli ahora había pasado a ser parte de Klen, cuando Martina se encontró con su madre, esta, en lugar de alegrarse por ver a su hija viva, la culpo de no proteger a su esposo e hijo, deseando que fuese ella la que no hubiera regresado, pero la ex reina aprovecho su regreso y moviendo aún los contactos que le quedaban, la envío a sur, al imperio de Nulem, para ser una de las tantas concubinas del emperador, pues así, ella recibiría dinero suficiente para sobrevivir por algunos años, sin importar que el emperador tuviese mala fama y que además, al ser varias concubinas, todas se veían como rivales, Martina se negó a vivir como una simple concubina, pero nada pudo hacer, al llegar al palacio, solo vio al emperador el día que se casó con el como concubina, pasaron su noche de bodas y de ahí, nunca más le vio, su estadía en ese lugar no duro mucho, habiendo perdido su voluntad de pelear, por más que intentará defenderse de los abusos de las otras concubinas, ella siempre terminaba perdiendo, pues al ser la hija de un rey caído, nadie la defendía, mientras que el emperador era ajeno todo lo que sucedía en el palacio de las concubinas, pues estaba más atento a sus deberes con su imperio, las concubinas por su parte, eran solo princesas o nobles de otros países, aceptadas solo por política y debido a eso, el emperador no les prestaba atención, las visitaba solo una vez por mes a cada una, cenaba con ellas y de ahí las dejaba sin pasar la noche con ellas, lo que menos quería era tener hijos con ellas.

Con el paso de los años, Martina se sentía acabada, su vida ya no tenía sentido, su padre y hermanos siempre la hicieron menos, incluso su madre la envío a un horrible lugar solo por obtener una buena vida para si misma.

Si tan solo pudiera mejorar su vida, si tan solo tuviera una oportunidad, lo cambiaría todo, esas fueron sus últimas palabras antes de lanzarse de la azotea del palacio, por supuesto que el golpe le causo lesiones graves, estaba tirada en un charco de sangre y no podía moverse, su vista era más pesada, apenas veía personas borrosas amontonarse a su alrededor, seguramente riéndose de su miserable muerte. Un final ridículo para una mujer que siempre fue una fiera y quiso demostrar su valor fuera de solo ser una mujer más del montón y así, dio su último suspiró.

"Alteza...por los dioses, salga...ayuda...la princesa se ahoga."

Escuchaba voces, sin abrir sus ojos, sintió que le costaba respirar, era porque sus fosas nasales estaban llenas de ¿sangre? No eso era diferente era ¿agua? Repentinamente una mujer de cabellera negra salió de golpe de una bañera, dio un fuerte respiró y miro a su alrededor confundida, ese lugar se le hacía conocido, miro hacía abajo, sus pies estaba bajo el agua dentro de una gran bañera blanca, el baño era del mismo color, con detalles dorados, incluso los marcos de la ventana y puerta lucían con esos detalles, ese era su baño cuando vivía en el palacio.

"Alteza ¿esta bien?" Pregunto la joven.

La joven doncella le coloca una bata de baño sobre los hombros, Martina aún confundida solo se coloca la bata, mientras observa a la doncella, era Anne, su doncella mientras vivía en el palacio ¿acaso estaba soñando? No, era imposible, si se acaba de quitar la vida.

"Alteza, venga, hay que secar su cabello, debe bajar a cenar con su madre."

—¿mi madre? ¿Ella esta aquí?—

— por supuesto, hoy parece muy distraída alteza.—

Martina se sienta frente a su tocador y ve su rostro, luce un poco diferente, pues la última vez que se vio al espejo tenía un aspecto demacrado.

— Anne ¿que fecha es hoy?— pregunta sin dejar de observarse en el espejo.

— estamos el día 14 del mes cinco, del año 1800. No se porque pregunta, sin duda usted actúa muy extraña hoy.—

Martina se quedo en silencio, justamente estaban a pocos días de iniciar la primera invasión, la cena de esa noche era para celebrar la partida del rey y del príncipe heredero, ambos saldrían triunfantes en su primer ataque, para después amenazar a Klen, pero es ahí donde no saldrían victoriosos y perderían todo. Martina no sabía como, pero había regresado en el tiempo.

Al bajar en la cena, todo fue exactamente como lo recuerda, su padre y hermanos hablando de manera arrogante respecto a sus planes, su madre apoyando todo, mientras que el rey le dirige palabras crueles a ella, lamentando porque era mujer y había heredado dones mágicos, para su padre el rey, era injusto que una mujer posea gran poder cuando solo es una inútil. Martina solo guardo silencio, pero se dio cuenta que esas palabras no le afectaban como antes, que ahora eran palabras insignificantes, salidas de la boca de un rey que pronto perderá la guerra que el mismo provocó.

Todo pasaba en un abrir y cerrar de ojos, justo como paso en su vida anterior, la primera invasión la habían ganado, ella se unió a las tropas en el escuadrón de magos por sugerencia de su maestro, pero aunque mostraba sus dotes en la magia, su padre la seguía menospreciando, aunque ahora, ya no era importante para ella, ya no buscaba su aceptación, solo quería una cosa y era sobrevivir y cambiar el destino que una vez tuvo.

Finalmente la guerra contra Klen daba inicio, pero había una gran diferencia, ya que escucho que Klen estaba tomando sus precauciones y el espía le hizo saber al rey que Klen planeaba tender trampas en las fronteras, lo que los obligó a avanzar antes de que pusieran en marcha su plan, Martina decidió ignorar ese cambio, suponía era normal que ciertas cosas cambiaran al volver ella en el tiempo.

Y así, tras enterarse que su hermano sería  quien guíe al escuadrón de magos, Martina se fue lejos del campamento, pero algo se cruzo en su camino y cayó del caballo.

Martina se pone de pié viendo a esa persona, tenía una capa blanca que no dejaba ver su rostro, Martina se preparo para atacar pero su cuerpo se paralizo.

— tranquila, solo vengo a ofrecerte algo que deseas...— la persona le acaricia suavemente la mejilla.

— ¿quien eres? ¿Por qué aceptaría lo que me ofreces?—

— porqué es lo que más deseas, te ofrezco la corona de Ceoli, solo debes ayudarme.—

— ¿como se que me dices la verdad?—

— porqué que se lo que es ser menospreciada, se lo que te pasa, el rey te cree inútil, pero no lo eres, tienes un gran poder, te haré reina si me ayudas, solo debes tener esto contigo hasta que yo te diga que rompas.—

Le entrega una pequeña esfera de cristal blanco, cuando Martina lo tuvo entre sus manos, sintió una gran energía venir de dicho objeto.

— esto es...que gran poder...—

— no puedes usarlo, solo funciona si se rompe, pero no es un poder que puedas controlar, tu decides que harás, si no lo rompes a mi señal, sabre que no cuento contigo...—

Y así vio a esa persona desaparecer, observo aquel cristal durante toda la noche, sabía lo que tenía que hacer si deseaba cambiar su destino y durante la batalla, rompió ese cristal, viendo como una enorme bestia oscura se apareció ante el ejercito y varias pequeñas llegaron a atacarlos, comiéndose a los atrapaban, las sombras la ignoran a ella. Tras la retirada, su hermano acabo herido y poco después murió, nuevamente vio a esa persona.

Al adentrarse al oscuro bosque, nuevamente esa persona se aparece ante ella y es rodeada por sombras.

— lo has hecho bien, Martina Bennett, continúa así y te dejaré vivir, de ti dependerá después obtener lo que deseas.—

— ¿como se que no me matarás también? He traicionado a mi familia...—

— ellos te han traicionado desde el momento que te despreciaron, lo sabes, yo solo te he ofrecido un cambio, uno donde puedas mover las piezas a tu favor.—

De la mano de aquella persona sale una pequeña flama que flota hasta quedar ante Martina, ella levanta las manos mientras la flama flota sobre sus palmas.

— yo soy Evelyn Caruso, la bruja de las sombras y hago un pacto contigo, Martina Bennett, yo te nombro, la bruja del fuego.—

Al decir esto, la flama se introduce en el pecho de Martina y ella puede sentir como arde dentro de su cuerpo, cae al piso gritando de dolor por unos minutos hasta que puede ponerse de pié de nuevo.

— forja muy bien tu nuevo destino.—

Tras irse esa persona, ella sintió su cuerpo cálido, sentía una energía recorrer su cuerpo, sabía que su magia había cambiado, ahora, era una bruja, un ser más poderoso que cualquier mago, su magia no tenía límites, podría ella misma destruir al ejército de su padre, pero no, no lo hará, dejará que sea Klen quien lo humille, quien lo despoje de todo y tomen su cabeza como premio.

Todo siguió su curso, al único que salvo y mando lejos es al mago más anciano, su maestro, el único que la trato bien y nunca la hizo menos por ser mujer. Poco después de eso el campamento fue atacado y ella se fue, después de ver como su padre era capturado por aquella bruja que le dio su poder, aunque no sabía como es que todo había cambiado, todo ahora estaba a su favor y era lo que importaba, Martina se alejo del campo de batalla, se quedo en un pueblo cercano a la frontera, poco después supo que su otro hermano había tomado la corona y llevo al campo de batalla sus tropas, pero poco pudo hacer, en cuestión de días, Klen arrasó con el ejercito de Ceoli y tomo el reino.

"La reina y las dos princesas fueron despojadas de todo y enviadas a la frontera oeste."

"La princesa Martina, dicen que murió en el campo de batalla."

"Escuche que tenía talento en la magia, pero parece que no fue suficiente."

"Ahora somos parte de Klen y ellos no mataran a nadie, si lo piensan bien, estaremos mejor ahora."

"Es verdad, el difunto rey nos estaba llevando a la ruina por su ambición."

Martina sale de aquel bar y sube a su caballo, debe ir a la frontera Oeste, esta vez tiene el poder suficiente para cambiar su destino y para eso necesita a su madre."

----------NOTA--------

Como pueden ver, esta historia será de Martina, si no comprendiste del todo lo que pasa, puedes leer "La Bruja De Las Sombras." Martina es un personaje que sale en esa historia y esta novela es su historia. Solo tenganme paciencia en las actualizaciones. Gracias 💕

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Comments

Martha Padilla

Martha Padilla

Le ofreció la corona pero no le cumplió 🤗🤗🤗

2024-10-23

0

Esmeralda Martiinez

Esmeralda Martiinez

vamos a ver que haces de tu vida martina

2024-10-08

0

Tatys Maramotti Silva

Tatys Maramotti Silva

Ya decia yo que habia pasado con la bruja de fuego porque despues que murio el hermano y atraparon al rey de ella no se supo nada 🤷
Que bueno wue tenemos su historia 👍

2024-09-02

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