Cumpleaños

Se acercaba el cumpleaños de la hermana de Yoana, unos días antes se puso a hacer los preparativos con la ayuda de sus cuñadas, encargaron la torta, compraron los adornos y todo lo que haría falta. En 5 días era el cumpleaño, pero ella quería tener todo listo antes. Suena un tono de mensaje, cuando lo mira sonríe, era un mensaje de Nicolás preguntándole si tenía planes para la noche, ella le dijo que estaba libre, entonces quedaron para verse.

Cuando se vieron ella se vía contenta, le gustaba verlo y saber de él, en cabio él sabía que ella solo venía para una cosa, y era para tener sexo. Después en realidad a él no le importaba lo que pasara con su vida. Así que evitaba preguntarle algunas cosas. Qué tal tu día, ella le preguntó, mucho trabajo, vos todo bien?, él preguntó. Si también con mucho trabajo, además en unos días es el cumple de mi hermana y estuve haciendo algunas compras para hacerle algo, ella respondió.

Nicolás - Que interesante, también en estos días es mi cumpleaños.

Yoana- ¿Enserió, cuando?.

Nicolás- El 9.

Yoana- El de mi hermana es el 8, ya compré las cosas, vamos a hacer una fiesta, nos juntamos todos los de mi familia que somos un montón y unos amigos más. ¿Vos vas a hacer algo?.

Nicolás- No tengo planeado nada.

Yoana- Pero no te juntas con nadie.

Nicolás- No me justan las reuniones, solo quiero descansar. Nos vamos a duchar- Le corto la conversación.

Yoana- Sí, vamos, me prestas unas ojotas- Entendió la señal.

Nicolás- Tienes los pies pequeños, toma estos creo que te van, son de mi sobrina que se los olvido.

Yoana- Si, me va bien, ja, ja, ja., gracias.

Entraron al baño, se quitaron la ropa y juntos se ducharon. El agua recorría por sus cuerpos desnudos, verse así uno al otro hacía que se exciten, ella empezó con caricias suaves y a él le gustaba, ambos empezaron a tocarse y besarse, para ella fue la primera vez que se había entregado en la ducha, más con el hombre que le gustaba, jamás se cansaría de eso. Pero tenía en la mente que tarde o temprano, él seguro le pondría un fin, y ella estaba temerosa que llegara el día, por lo tanto, tendría que sacarle provecho lo más que podía a sus encuentros con él. Se pusieron intensos con los toqueteos y juntos terminaron su juego sexual. Ambos recuperaron el aire después de agitarse y entregarse por un rato bajo el agua. Terminaron de ducharse, y se fueron juntos a la cama.

Los encuentros que ellos tenían eran por las noches, en el día su trabajo les llevaba tiempo. Pero los dos tenían un acuerdo que solo era para tener sexo y pasarla bien. Sin embargo, ella había cometido el error de enamorarse de él. Debía ocultar ese sentimiento, para más adelante no sufrir con la decepción.

El día de la fiesta del cumpleaños de la hermana de Yoana había llegado, todos se reunieron, cantaron el cumple, tomaron y bailaron. Ya eran más de las doce, Yoana le mando un mensaje a Nicolás deseándole un feliz cumpleaños, ella quería ser la primera en saludarlo. La fiesta había durado hasta tarde, así que al día siguiente todos quedaron dormidos. Las fiestas que ellos solían hacer siempre eran con mucha música, mucho baile y siempre con algo para tomar.

Después de la trasnochada que tuvo Yoana se le ocurrió mandarle mensaje a Nicolás, para saber como iba con su día. Él solo contestó, bien. ¿Te juntaste con alguien?, ella le preguntó. No, él contestó. Si quieres podemos vernos esta noche, ella le dijo. Bueno él respondió.

El sol se metió y la noche se acercaba, ella compró una pequeña torta, no sabía sé llevarlo o no, ella lo hacía con cariño, pero él no sabemos como lo tomaría. Al final se decidió por llevarla. Cuando llego a casa de Nicolás ella, no sabía como saludarlo. Él era algo distante y nada afectuoso, así que solo le dijo hola, y entro en la casa. Mira te traje algo, le dijo. Oh, gracias, ¿qué es? Le pregunto. Se sentaron en el comedor, ella abrió caja y saco la torta, me prestas un encendedor, le dijo. No te molesta que te cante o si?. Oh¡¡que sorpresa dijo él, saco el encendedor de una caja y se lo dio. Ella prendió una velita en la torta y le contó, que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Nico que los cumplas feliz, y aplaudió. Él sonrió y apagó la vela.

Nicolás- ¡No lo esperaba esto!

Yoana- Espero que no te haya molestado con el detalle.

Nicolás- No para nada, pero no lo esperaba de vos.

Yoana- Mi familia tiene la costumbre de siempre cantar el cumple y que haya una torta. Nosotros siempre nos juntamos para celebrar los cumpleaños y eso me gusta a mí.

Nicolás- Bueno, gracias por el detalle, no era necesario, ¿quieres tomar algo?

Yoana- Si, lo que tengas.

Nicolás- Unas cervezas te parece.

Yoana- Sí, está bien.

Nicolás sacó las cervezas de la heladera y se pusieron a compartir. Ella se sentía a gusto con él, después de un par de bebidas que tomaron, ya se sentían algo mal, él la tomó de la mano y la llevo al sofá, ahí ellos se acostaron y él la hizo suya, cada vez que se veían se entregaban de diferente forma y diferentes lugares, en diferente posición y diferente panorama. Y esto hacía que ella se vuelva adicta al cuerpo de él. Llevados por las circunstancias y con la compañía del alcohol, a él se le olvidó cuidarse.

Antes de que ella se fuera una vez más unieron sus cuerpos, y tuvieron un momento de pasión. Ella tomó sus cosas y luego se marchó por la mañana. Pero antes de eso, Nicolás le dijo que tenía una reunión con su madre la próxima y que si podía acompañarlo, ella dijo está bien.

Cuando se iba estaba algo emocionada, en unos días conocería a la madre de Nicolás, él le había hablado algo de ella, pero no pensaba en que ella llegaría a conocerla. No tenían nada serio y era mejor evitar involucrarse con los familiares. Será que él cambió de parecer, se ponía a suponer. Mejor no hacerse ilusiones, se dijo.

Nicolás llevaría a Yoana para que no se sintiera solo ante mucha gente mayor. La mamá de él le estaba celebrando el cumpleaños a su nueva pareja Fernando, sería una reunión aburrida para él, así que prefirió invitarla para no aburrirse. Pero Nicolás no le dijo que irían a una fiesta de cumpleaños. Porque él no quería ir a dicha reunión, pero se había comprometido con su madre y no podía fallarle, además él amaba mucho a su madre y también así aprovecharía para saludarla y verla también. No se veían con frecuencia.

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