Capitulo 3-2 | El Desierto De Azúcar

Entonces yo les pregunto: ¿que podemos hacer ahora? No resisto correr por mucho tiempo, Y Marvan dice: bueno, son de azúcar, quizá si los mojamos se derritan, y yo dije: por supuesto, buena idea, y Maya dice: si, buena idea, solo que estamos en un desierto, donde encontraremos algo así, y yo digo: miren allá, a lo lejos, un gran charco de ¿Café?, y Maya dice: espera, ¿Qué? ¿Pero como?, En fin, puede funcionar, y yo digo: cuando nos acerquemos al café todos saltemos lo máximo posible.

Y entonces nos acercamos al charco de café, y los esqueletos están justo detrás de nosotros, a unos centímetros, y llegó el momento de saltar, Marvan y Maya saltaron sin problemas, pero un esqueleto arrojó una espada de dulce justo bajo mis pies, por lo cual resbalé, de un momento a otro estaba en el aire, fuera de control, y el café estaba caliente, por ser un desierto con algo de calor y eso, en el último momento piso una esquina del suelo, me tambaleaba hacia atrás, pero Marvan y Maya me sostuvieron, ufff, gracias a eso no caigo en el café, pero los esqueletos sí, y vemos que definitivamente se disuelven en el café, fue algo raro, pero lo logramos, eso estuvo muy muy cerca, y de pronto ¿Amanece? ¿Como amanece tan rápido? Si, es algo muy extraño, pero no nos importa, pues estamos contentos de haber salido de ésta, tal vez este mundo no es como imaginé después de todo, tal vez ahora si quiero si quiero que todo sea como antes, pero aún así tengo un reino, y a mi amigo Marvan, y a Maya, bueno, tal vez no sea tan malo como parece.

Volvimos al campamento y levantamos todo, y seguimos nuestro camino, adentrándonos más al desierto, pero no hemos comido, y tenemos demasiada hambre, pero hay azúcar en todos lados, mmmm, se nos debe de ocurrir algo pronto, y entonces les digo: ¿Y si quemamos el azúcar? Se haría caramelo, no es comida en si, pero de algo debe servir, y Maya contesta: bueno, no tenemos con que hacer fuego, y Marvan pregunta: ¿Porqué no bebimos un poco de aquél lago de café? y Maya dice: porque teníamos miedo y emoción en ese momento, nos queda lejos ahora, pero no se preocupen, las praderas comestibles están más adelante, podemos comer todo, literalmente todo, todas las praderas esas son eso, comestibles, y yo Marvan decimos al mismo tiempo: ya tengo hambre, cuanto nos falta para llegar? Y Maya responde: un muy buen camino nos falta, mejor menos quejidos y más caminata, y yo y Marvan nos quejamos con un gran "augh", nos falta mucho que recorrer, y tanta hambre, me comería una vaca entera ahora mismo.

Caminamos horas y horas, y podemos ver algo en el suelo, ¿Que es eso? Al parecer solo yo lo vi, así que me detengo, y los demás se detienen, y me preguntan: ¿Que pasa?, y les digo: hay algo enterrado entre el azúcar, esperen, voy a ver que es.

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